Bata 12 de Enero de 2015
Se espera para esta tarde una alocución del dictador Obiang Nguema Mbasogo en el que informará sobre los recortes salariales de los funcionarios.
El deficit presupuestario en Guinea lleva dándose durante los útimos 3 años y se ha tenido que recurrir a los fondos especiales que se disponían para cubrirlos, sin tener que recurrir, salvo excepciones, al endeudamiento exterior.
Pero el año 2014 fue especialmente grave en cuanto a déficit y no existe, en principio, una medida a corto plazo para hacer frente a las obligaciones de pago del Estado. Los fondos especiales ya no se pueden utilizar. Aun es más, el Estado adeuda al sector privado varios cientos de millones de dólares, el cual ha tenido que recurrir al despido de los empleados e incluso al cierre.
Muchos pequeños empresarios que se dedicaban al transporte de mercancias en camiones y furgonetas, tras el aumento en un 400% del peaje en las carreteras públicas, han decidido vender sus vehículos. El viaje desde Niefang a Bata y su retorno supone para una camioneta un desembolso de 20 mil francos, a razon de 5 mil cfas cada peaje (en tan solo 55 kms de carretera normal, la distancia de Bata a Niefang, hay dos peajes que cuestan cada una 5000 francos 7,6 euros).
La actividad económica se ha ralentizado hasta extremos que no se habian dado en el país y se espera que a los recortes en el sector público en gastos corrientes que el dictador va anunciar esta tarde, la realimentación negativa que ello produzca lleve a la economia a una mayor caída de la prevista.
Inexplicamente el dictador se ha comprometido a llevar a cabo en Guinea la Copa Africana de Naciones CAN, ignorando olimpicamente las recomendaciones en contra de este evento, basadas en las graves dificutades económicas que atraviesa el país que obligan a recortar gastos superfluos y al riesgo de un posible contagio del Ebola debido a las aglomeraciones en los estadios y al origen diverso de los expectadores.
Los recortes en la inversión y en gastos corrientes, sumado al mantenimiento de gastos inexplicables en Oyala y en la CAN, evidencian una colosal paradoja, fruto sin duda de la pérdida del sentido de la relidad que sufre Obiang Nguema, en el ocaso de su larga dictadura vacía de resultados tangibles.