Cada día resulta difícil, para no decir imposible, arreglar las cañerías de la dictadura teniendo a tanta gente mala, boba y estúpida. Es muy complicado. Las dictaduras de Guinea Ecuatorial, para ser más preciso, han fabricado demasiados necios y gente muy mala. No tengo el porcentaje, pero créanme son muchos los tontos de dentro y fuera de Guinea Ecuatorial que han bebido como torbellino, la ineptitud y la maldad que sale de la chimenea de la dictadura.
Cambiar la dictadura de Guinea Ecuatorial por un gobierno democrático, su legislación, el sistema de relaciones que ha establecido con sus ciudadanos, su estructura oligárquica familiar, la tontuna que ha impuesto a muchos guineanos en sus maneras de actuar y de pensar, cambiar ese corazón guineano ya nutrido de tanta maldad y otras nimiedades es una tarea forzuda; si sobre todo no hay un hombre o una mujer que asuma el difícil liderazgo que significa desafiar a este régimen tan bruto e inhumano, estoy seguro, desgraciadamente que dentro de unos años cosecharemos muchas muertes en un enfrentamiento civil.
La sociedad guineana está viviendo un relativismo histórico, y urge más que nunca inculcar a los paisanos míos conceptos morales y éticos que les hagan apreciar vergüenza cuando hacen aquello que es ridículo, cuando roban, mienten, engañan, o cuando sueltan estupideces. ¡Oye qué mala es la dictadura! Hemos perdido conceptos tan elementales como la vergüenza, el ridículo (Osüan). Aquí lo importante es demostrar cuán tontuna alberga cada cuál y cuál maldad desprende su corazón. Y Facebook ha destapado, de forma tarambana, lo que cada uno exhibía de modo arcano en su hogar.
Están saliendo noticias y sentencias, antes del juicio del caso Ébola, que es lo que me anima el cuerpo hoy a escribir, que rayan una mezcla de ineptitud y maldad. Recordemos que hace un tiempo, uno de los iluminados fenómenos de la dictadura, publicó con malicia y crueldad, en una mañana que el odio y el resentimiento pudo con él, en su página de Facebook, que un grupo de opositores guineanos de dentro y fuera del país habrían ido a comprar un enfermo de Ébola a un país africano para traerlo a Guinea Ecuatorial, en las fechas en que, ese mismo país albergaba la Copa de África de Naciones (CAN 2015). Así tal cuál. Sin necesidad de ser perspicaz se da entender, por la simple narración de los hechos de un hombre que vive en las entrañas de la dictadura, pues que se trata de una patraña de la dictadura para asesinar Andrés Esono Ondo y aquellos a los que osan objetar los métodos represivos y de despilfarro de dinero de la dictadura. Probablemente, Andrés Esono Ondo será una víctima más de la dictadura y aquellos que la secundan. Si algo realmente despierta la curiosidad en torno a los asesinos y los verdugos, además de sus homicidios y asesinatos programados, es aquello que guardan en sus mentes criminales. Tengo infinita curiosidad de ver cada día la vida que lleva ONDO CRIS, después de haber elaborado una mentira que puede llevar a la muerte a otros guineanos.
Preocupa que haya seres humanos con sentimiento y una ínfima dosis de moralidad que no tienen reparo en acusar y admitir que pudiera ser verdad la compra de un enfermo contagioso. Nunca ha existido, dentro del modo de operar humano, un hecho similar en el mundo. Guinea Ecuatorial es otro lugar y el guineano ser humano único. Ser amigo o defender de un criminal, es mantra que se repite una y otra vez en ambientes represivos, mucha gente han avalado ideologías que más víctimas mortales han causado desde la creación del mundo . Pero eso sí, habría que tomar la libertad de decirles que son asesinos y criminales.
Quiero acabar este suelto dedicando, a los que desean la muerte de los demás, estas coplas de Jorge Manrique. Non se engañe nadie, no / pensando que ha de durar / lo que espera/más que duró lo que vio/pues que todo ha de pasar/por tal manera/Nuestras vidas son los ríos /que van a dar en la mar/que es el morir/allí van los señoríos/derechos a se acabar /y consumir;/allí los ríos caudales,/allí los otros medianos/ más chicos,/al llegar, son iguales /los que viven por sus manos/y los ricos [ y los que sólo saben matar]
¡Qué gran lección! ¡Ánimo Andrés Esono
Fuente: Opinión