FABIAN-NSUE NGUEMA OBONO

VICE-COORDINADOR DEL

PARTIDO F.D.R.

COMUNICADO

            En la madrugada del día 14 de agosto del año en curso 2015, me llamaron unos vecinos informándome que habían encontrado abierta la puerta principal de mi estudio-despacho situado en la calle 3 de agosto; al llegar al sitio, constaté que ni la puerta ni la cerradura habían sido violentadas; ni faltaba elemento alguno de los que componen el conjunto de mi módico estudio, incluyendo el ordenador de mesa; comencé a pensar sobre el interés que tenían intrusos para infiltrarse en mi estudio, llegué a la conclusión de que, como miembro de la oposición radical, como nos llaman, habrían venido para buscar alguna información relativa a las actividades políticas que llevo a cabo, o quizás, ya que nos llaman enemigos de la patria, habrán decidido introducir armas en mi estudio, para luego detenerme y atribuirme la autoría de estos hechos.

            A título de breve historial, debo señalar que el inmueble reúne condiciones para ser víctima de este trato por parte del régimen; pues, mi estudio ya fue sede de Unión Popular (UP) durante más de una década; ha albergado los preparativos para la salida hacia la plaza de la Mujer para una concentración el día 15 de mayo de 2013, cuando el régimen, en clara exhibición de fuerza, tomó militarmente Malabo para evitar dicho evento; siempre ha sido un lugar de interés cuando hay un evento que arrastra instituciones y dignatarios, y los periodistas, en lugar de acudir al lugar indicado, se dirigen a mí para entrevistarme sobre nuestra situación política; prestigiosas cadenas de televisión de países europeos me han entrevistado en el sitio y, cuando han intentado abandonar el país, en el aeropuerto les han retirado todo el material informativo que llevaban relativo a nuestra entrevista; por último, el sitio ha servido de sede de los servicios de representantes de organismos internacionales para la defensa de derechos humanos como la Amnistía Internacional que llegan a nuestro país para asistir a los juicios que organiza el régimen contra los opositores;; fue mi lugar de residencia, y ahora lo he convertido en un módico estudio-despacho sin lujos ni grandes instalaciones. En resumidas cuentas, se trata de un habitáculo hostil para el régimen; es un lugar en el que permanezco largas horas cada día y donde busco el pan para que puedan comer mis hijos tocando el teclado de un ordenador cargado de todos los virus del mundo.

            No es a primera vez que sufro una cosa de esta naturaleza; el día 3 de julio del año 2010, algunos de estos malintencionados penetró en este estudio-despacho mio y se llevó mi ordenador portátil, posiblemente lo necesitaba para recabar una información que le interesaba y que creía que la iba encontrar en mi ordenador; sin temor a equivocarme, puedo asegurar que éste se llevó una buena decepción porque no encontró lo que le interesaba, y solo se cansaría de una burrada de escritos judiciales que seguro no eran de su interés.

            Ahora bien, si la intención de aquellos que de noche van abriendo clandestinamente las puertas ajenas para buscar información como unos gatos nocturnos hambrientos, es ir introduciendo armas en los domicilios de los opositores como se dio en el caso del difunto Saturnino Nkono Mbomio, detenido el día 11 de marzo de del año 2008 y asesinado en la noche del 12 al 13 del mismo mes, para más tarde decir que se ha intentado dar un golpe de Estado con estas armas, deben saber que esta técnica ya está suficientemente conocida, y es difícil que se repita. Hasta la fecha, el régimen no ha podido explicar as razones por las cuales el difunto Saturnino Nkono Mbomio no fue puesto en una audiencia pública para ser oído en declaración.

Como ya lo señalara en mi artículo anterior con ocasión de la crisis del poder judicial, todas estas prácticas no tienen aceptación alguna en una sociedad que tiende a la civilización, lo que interesa es democratizar este país y no llamarnos enemigos de la patria, expresión brutal y vergonzosa, ni tratar de ir asesinándonos como se hizo con Saturnino Nkono Mbomio; pues, la democracia tiene cabida en nuestro suelo patrio como ocurre en Benin, en Ghana, en Nigeria, en Sudáfrica, en Sao Tomé y Príncipe, entre otros, todos del continente africano, sin que quepa asegurar que la democracia sólo es cosa de blancos; el hecho de que seamos capaces de instaurar un régimen democrático en nuestro país de forma digna, imprime una sensación de tal calibre, que siempre concurriremos al lado de los demás como unos seres bajos de naturaleza, incapaces de hacer algo bueno y ejemplar  para nuestra comunidad humana que lo espera con ansia.

            A pesar de ser un imperativo del tiempo que no cabe eludir, nuestros dirigentes siguen mirando la democracia como el gran monstruo que viene a tragarles, una visión totalmente adversa de la civilización, y desde aquí tenemos que preguntarnos ¿quiénes somos y a dónde vamos?. Basta con ver la manera en que ha terminado el tema del ébola en este país nuestro para saber quiénes somos y dónde estamos encuadrados en el conjunto de la humanidad; total, una vergüenza y un fracaso; lo que se dice “poder de los negros”, a pesar de que lo que adolecemos no es la falta de modelos, sino otras causas que se deben a nuestra visión opaca ante un panorama totalmente despejado. Pues, si no somos capaces de hacer lo que corresponde en cada momento, copiemos de los demás para salvar nuestra dignidad y no incurrir en fanfarronadas que no hacen más que comprometer a uno mismo y a las futuras generaciones de su estirpe.

Malabo, a 18 de agosto del año 2015

EL AUTOR

Fabián-Nsue Nguema Obono