En Togo, su Parla-miento dominado - COMPLETAMENTE, APLASTANTEMENTE, MONOLÍTICAMENTE - por el partido del criminal ex-dictador Eyadéma, ha admitido haber cometido errores al precipitarse y cambiar la Constitución para instalar al hijo en el poder. Así, se han convocado elecciones presidenciales para dentro de 60 días, tal y como era preceptivo, pero con el hijo PERMANECIENDO en el poder como presidente interino, lo cual sigue despertando severas críticas. Recordemos que debía ser el Presidente de tal Parla-meinto el que debería ejercer interinamente.
Y por supuesto, el hijo de Eyadéma, Faure Essozimna Gnassingbé se presentará a ”las elecciones” a tratar imponer su legitimación ”democrática”.
Deberían existir disposiciones adicionales en el sentido de exigir la dimisión previa e inmediata de cargos como el de la Presidencia o/y cualquier otro cargo político relevante en el caso de presentarse dichos cargos a la reelección. Sería una garantía adicional al de la limitación de mandatos. Tendría que ser un interino no candidato el que ocupara la presidencia y garantizara así, mejor, una elección sin condicionamientos directos, desde el poder, como se pretende en el caso. Por lo menos, en un período de tiempo no inferior a 30/60 días hasta la celebración de las elecciones.. Tal debía ser el objetivo mínimo de la anterior Constitución al instalar -aun en el caso de muerte - al presidente del Parla-miento, objetivo ahora ya CLARAMENTE TRANSGREDIDO y, en esa trasgresión, sin remedio y con una clara finalidad: LA PERMANENCIA.
Monolitismo, permanencia, condicionamiento por el terror, fraude, guerra continua contra el pueblo, ...¿de qué nos suena todo esto?
Después de tantos años de criminal dictadura el pueblo puede seguir pensando que Eyadéma sigue vivo Y EN EL PODER, ...y sigue en su hijo.
Puede ser el Síndrome de Mikomiseng en este caso, incluso forzado por el Parla-miento al dejar al hijo en la Presidencia interina. Reacordemos el Síndrome de Mikomiseng; es el síndrome por el que los habitantes de Mikomiseng, no podían dar crédito al hecho de que Macías había caído, había sido derrocado después de tantos y tantos años de terror. Es el síndrome de ver que una vez derrocado, sigue la criminal dictadura y el terror pero con otro momio, su sobrino. Que la demcoracia no aparece ni por asomo, con el temor consiguiente, con el terror de siempre.
Ahora a soportar la farsa electoral consiguiente y a ver cómo sigue y permanece una criminal dictadura en base a una dinastía.
A Togo también le haría falta un tratamiento contra el Síndrome de Mikomiseng, síndrome que tratan de agudizar y que ya padece. Sería el Compromiso Histórico un antídoto para poder devolverle al pueblo la esperanza y la libertad, que le educara en el pluralismo, que le quitara los miedos condicionantes del terror padecido durente tantos años y que la soberanía plural del pueblo pudiera instalarse en una Democracia con garantías.
En su lugar, violencia institucional e intereses franchutes que no proponen fórmulas válidas con salvaguardias, con garantías, sino todo lo contrario; se utilizan formas seudo-democráticas para mantener un crimen. Y, en caso de no control, violencia general que propicie otro salvador sanguinario. Todo antes que legar a unas salvaguardias, todo antes de llegar a unos compromisos previos, todo antes de admitir minimamente el contenido de las bases del Compromiso Histórico, de nuestro Compromiso Histórico: pluralismo garantizado, renovación, libertades, transparencia, respeto de los DDHH, división de poderes, Estado de Derecho, seguridad Jurídica, ....


Carlos Jorge de Moganda
Liga Espartaco.


Fuente: Propia.

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