CAMBIO DE PARADIGMA
A través de la observación directa de los acontecimientos se pueden sacar conclusiones acertadas del tipo de regímenes autoritarios que hoy tiene vigencia en África, pero muchos parece ser que no pueden sacarlas. Recomiendo, pues, buscar información sobre los ”regímenes híbridos”, que son una transformación de las dictaduras clásicas, en respuesta a las sucesivas ”olas de democratización” promovidas en los últimos 60 años en el concierto de la ”sociedad de naciones”. Se ha comprobado que no es lineal el paso de una dictadura formal ( o cerrada) a una democracia (el caso español es único), debido a las resistencias de los poderes constituidos. En África, esas resistencias han sido enormes, y han dado lugar, en la mayoría de los casos, a un cambio formal de paradigma, manteniendo la naturaleza autoritaria y represiva de las viejas estructuras de poder. Las estrategias de lucha han de ser pensadas e implementadas en ese nuevo marco.
En el nuevo marco, caracterizado por la integración, en un mismo sistema, de elementos de apertura o liberales con otros de carácter autoritario, la literatura ha establecido tipologías según el grado de equilibrio o desequilibrio de los mismos. Está claro, por ejemplo, que entre Senegal, Santo Tomé y Príncipe, y Ghana, por un lado, y Guinea Ecuatorial, Camerún y Gabón, por otro, hay diferencias abismales; igualmente podemos encontrar diferencias importantes entre los intregrantes del segundo grupo de países.
A finales de 2001, Larry Diamond, tomando como referencia las puntuaciones del informe ”Libertad en el Mundo” de Freedom House, que evalúa a los paises en los apartados ”Derechos políticos” y ”Libertades civiles” efectivos, puntuandolos de 1 a 7, siendo 1 la más alta realización y 7 la más baja, tipifica a Guinea Ecuatorial como un régimen ”autoritario electoral hegemónico”, con una puntuación de (6,7), que en los baremos de los informes de FH se corresponde con los países ”Sin libertad”. En la tipología de Larry Diamond, la tipificación ”Autoritario electoral hegemónico” es la más cercana a la ”dictadura formal”, tipificada a su vez como regímen ”Autoritario políticamente cerrado”. Por su parte, el informe ”Libertad en el Mundo”, de 2015, elaborado a partir de datos de 2014, puntúa a Guinea Ecuatorial lo más bajo posible en los dos apartados [un (7,7), ”Sin libertad”].
(Se puede encontrar uno de los trabajos de Larry Diamond en este enlace ”http://americo.usal.es/iberoame/sites/default/files/diamond_regimenes_hibridos.pdf”, descargable en pdf; y el mapa del informe ”Libertad en el Mundo 2015” de FH aquí: http://www.europapress.es/internacional/noticia-libertad-mundo-retroceso-noveno-ano-consecutivo-20150128114414.html ).
Podemos decir mucho acerca de las tipologías ofrecidas por el tratamiento académico del tema y las metodologías empleadas, tanto para la clasificación como para el establecimiento y valoración de las variables que integran los diferentes apartados considerados (”dimensiones analíticas”), pero lo innegable es que la inmensa mayoría de regímenes autoritarios que existen en el mundo en estos momentos ha roto con la dicotomía clasica ”o democracia, o dictadura”, teniendo como ejemplo de ”democracia” las democracis occidentales, y como ejemplo de ”dictadura” Corea del Norte, o Cuba, que puede experimentar cambios hacia un tipo de ”régimen híbrido” en el medio plazo.
ELECCIONES EN GUINEA ECUATORIAL.
Sobre lo esbozado en el epígrafe anterior se puede sacar conclusiones:
Primera: Las elecciones son uno de los elementos constitutivos del nuevo paradigma. Su simple convatoria y celebración no es significativa. Una de las dimensiones analíticas para la evaluación de los autoritarismos en el nuevo paradigma tiene que ver con la competencia entre los partidos políticos, en la medida de sus posibilidades reales en la disputa del poder, y las elecciones constituyen un escenario en el que la correlación de fuerzas puede medirse, probar el estancamiento, evolución o involución del sistema. Los partidos políticos comprometidos con la lucha no pueden desecharlas voluntariamente.
Segunda: De lo anterior se estila que la renuncia de los partidos políticos a participar en las elecciones no las erradicará del sistema; el dictador las seguirá convocando y celebrando. Se trata del ”ser” del propio paradigma. Hay que recordar que durante el periodo formal de ”partido único” también se celebraban elecciones. En la ingenua lógica de los defensores de la renuncia se piensa que ésa forzará al dictador a introducir mejoras. No se puede forzar mejoras por renuncia, sino por participación activa, de compromiso y sacrificio.
Tercera: La participación en las elecciones no legitima al dictador. Los que afirman y propagan lo contrario deben explicar por qué después de tantas eleciones comvocadas y celebradas el régimen sigue recibiendo las peores calificaciones. Ni la lógica ni la realidad los acompaña, puesto que CPDS, el partido político convertido absurdamente en su gran diana, nunca ha dejado de ser perseguido por el dictador. Se han instalado, autocomplacientes, en su propia aporía.
PARA TERMINAR.
Muchos de los que apoyamos y valoramos la actividad de CPDS siempre hemos dicho que es porque consideramos acertados su idea y proyecto de lucha, y porque han demostrado honestidad y sinceridad. ¿Que lo hecho resulta insuficiente y se ha de buscar en la medida de lo posible diversificar los frentes? Sí. Pero este déficit y esa tarea son asignaturas pendientes aplicables a la Oposición, no a un patido político. Estamos seguros de que CPDS tiene, por lo menos, el apoyo moral de todas aquellas personas que no desean justificarse a sí mismas.
Fuente: Propia y enlaces indicados
Seguir a @guinea_net
