En el poder desde 1979, el infrecuentable Teodoro Obiang Nguema Mbasogo ha sido "reelegido" con el 93,7% de los sufragios como presidente de Guinea Ecuatorial.

En materia de destinos democráticos, no hay nadie más indicado que el inestimable Amar Ghoul. Guinea Ecuatorial malvive bajo las horcas caudinas de los Obiang Nguema padre e hijo desde hace lustros. ¿Pero entonces qué puede hacer un ministro de Turismo en una ceremonia de investidura de uno de los mças antiguos potentados de Africa?. La misión puede ser perfectamente envenenada por el jefe de del ministerio de ordenación del territorio y de turismo.
Para la ocasión, Amar Ghoul se encuentra desde el jueves en Malabo, la capital de Guinea Ecuatoria para felicitar a Ze Ebere Kum  ("La pantera sobre el tronco en fang, la lengua local) con ocasión de su quinto mandato.
Nada importan las incalculables violaciones de los Derechos Humanos o las infracciones y anomalías constatadas durante la elección de Obiang (73 años). Ghoul no está ahi para eso. Porque en materia electoral ha estado en una buena escuela. Tampoco importan los asuntos de desvios de fondos a través de los cuales se conoce a la familia Obiang (con propiedades valoradas en millones de dólares en Europa, en yates, coches de lujo, y demás famtasias, mientras que el 70% de los guineo-ecuatorianos viven co con un dolar al día): aquí tampoco Amar Ghoul deberia sentirse fuera de sitio.

De acuerdo con el informativo oficial, Amar representa al presidente de la República argelina -incapaz de hacer el más minimo desplazamiento al extranjero salvo a las clínicas suizas- para la ceremonia de investidura del presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.

El comunicado del ministerio de Ordenación del Territorio y de Turismo, que no tiene que ver con la diplomacia, indica que esta participación se halla "en el cuadro de la consolidación de las relaciones de cooperación y de partenariado entre Argelia y la república de Guinea Ecuatorial y el fortalecimiento de los lazos entre los pueblos de los dos paises". Como si Argelia tuviera alguna relación importante que mantener con un dictador que lleva en el poder casi 40 años.

Otro personaje extraño que ha llegado a Malabo para la ceremonia de investidura, es el que fuera presidente del partido ultraderechista francés, Jean Marie Le Pen, el enemigo de los extranjeros y de los negros. Obiang necesitaba un francés como invitado y no ha dudado en invitar justo al francés menos africanista que existe. El dinero lo puede todo.