Los jueces franceses persiguen a Teodoro Nguema Obiang Mangue por el asunto de los bienes mal adquiridos. Sospechan que Teodoro Nguema Obiang Mangue obtuvo ilícitamente inmuebles, coches de altísima gama, objetos decorativos y otros tantos bártulos mobiliarios en millones y millones de euros en tierras francesas. Cantidades que no son acordes a su sueldo de 48.000€ anuales que percibía cuando él era Ministro de Agricultura, Pesca y Bosques de su país, Guinea Ecuatorial. Esta investigación de las ONGs Serpha y Transparencia Internacional (IT) comenzó en 2007, hasta hoy, han transcurrido 10 años. El último requerimiento de los jueces franceses era prevista para el pasado 2 de enero, fecha en que los abogados de Teodoro Nguema Obiang Mangue solicitaron moratoria para ir armando la defensa de su cliente. Accedieron los jueces franceses y aplazaron la vista hasta 19 de junio de éste mismo año 2017.


Los ciudadanos de Guinea Ecuatorial, los que estamos sumidos en la galopante crisis económica que atraviesa nuestro país y asistimos perplejos cómo los hijos de Teodoro Obiang Nguema vacían toda la riqueza de la nación, aplaudimos la iniciativa de los jueces franceses de llevar a juicio a uno de los funesto depredador de nuestras riquezas, Teodoro Nguema Obiang Mangue, el primogénito de Teodoro Obiang Nguema y actualmente Vicepresidente de la Republica de Guinea Ecuatorial. Los otros, aquellos que se benefician de este infame deporte de robar a los guineanos y llevar esas riquezas a tierras lejanas se rasgan las vestidura y sostienen que las acusaciones a Teodorín o Patrón - apodos para sus incondicionales-, son de índole político. Ellos, han recitado una ristra de consignas para defender a su Vicepresidente. Dicen, entre otras sandeces, que son cuestiones política, que Teodoro Nguema Obiang Mangue tiene inmunidad al ser Vicepresidente de la República de Guinea Ecuatorial y Francia no tiene derecho a incautar sus bienes. Ese mismo colectivo sostiene también que, detrás de todo esto, hay un grupo de guineanos afincados en el exterior del país en connivencia con las potencias coloniales, que quieren desestabilizar Guinea Ecuatorial. Afirman que Teodoro Nguema Obiang Nguema es un empresario y ganó su dinero aseadamente sin ningún atisbo de corrupción de la que se le acusa, y todo aquello que el lector ya sabe. Dentro de esta mezcla de contraacusaciones, nos queda puntualizar ciertas observaciones que pueden gustar o no al lector y a quienes están ávidas de la verdadera justicia.


Inicio con los jueces franceses. Los jueces de las ONGs Serpha y Transparencia Internacional han elaborado un trabajo minucioso, costoso y muy digno de elogio. La política que los gobiernos franceses han realizado en África, en mi opinión, no se ajusta a la moral y a la ética que este trio de jueces está manifestando con el caso de Bienes mal adquiridos Que de repente los jueces franceses disfrazados de justicieros desean llevar la equidad a África. Por eso me asombra la iniciativa; no obstante, vaya por delante mi gratitud por la iniciativa realizada. Quiero resaltar algunos detalles sombre este asombro. Hace muchos años atrás que en Guinea Ecuatorial se descubrió el petróleo, o al menos, se empezó a obtener de las aguas guineanas una cantidad de petróleo nada desdeñable. En el concurso de la actividad petrolífera ganó por mayoría abrumadora las empresas americanas y con la ausencia total, o casi total, de las empresas francesas. Este hecho y otros tantos no han gustado a Francia. Francia no se ha sentido correspondido por el Gobierno de Guinea Ecuatorial.

Recordemos la inserción de Guinea Ecuatorial en la Comunidad Económica del África Central con Francos CFA como moneda nacional, después de la negativa de España a avalar el Ekwuele o peseta guineano, la creación de los bancos SGBank y otros fueron un claro apoyo de Francia a Guinea. Francia apoyó el sistema educativo con becas a profesores y alumnos. Creó también los Institutos y Centros de Expresión Francés (ICEF) en Malabo y Bata; entró en consorcio con la Guinea Ecuatorial Telecomunicaciones Sociedad Anónima (GETESA), Francia era dueño absoluto de la venta de combustible en Guinea ecuatorial con la empresa GEtotal. Y finalmente Francia apoya los servicios de inteligencia del gobierno de Guinea Ecuatorial con aportes muy significativos en la formación del ejército y la gendarmería. Todos estos gestos por parte de Francia, no sólo no han sido correspondido a su grado por Guinea Ecuatorial, sino que allá en 2006 Guinea Ecuatorial reduzco drásticamente los intereses francesas en GETotal ofreciéndolos a la reciente empresa GEpetrol (Nacional guineana), lo suyo hizo con GETESA reduciendo los activos de Telecom francés para pasarlos a una abigarrada cantidad de empresas de comunicaciones chinas y marroquís. Las empresas francesas de madera dejaron paso a las empresas malayas. De este modo, Francia se quedó con muy poca presencia de sus inversiones en Guinea Ecuatorial. ¿Cómo se hizo esta reestructuración de la inversión francesa en Guinea Ecuatorial? Mal, a lo guineano, es decir, sin analizar los pros y los contras y de forma bruta como acostumbra al gobierno de Guinea resolver las contrariedades. Por eso insiste la defensa guineana que la acusación a Teodoro Nguema Obiang tiene visos políticos.


Mientras le iba bien el consorcio Francia-Guinea Ecuatorial, el hijo del presidente de Guinea Ecuatorial fue a estudiar a Francia y se hizo francés, al menos adquirió su pasaporte, estudio allá algo, que no se sabe muy bien qué y luego regresó a Guinea Ecuatorial para ejercer de Ministro de Agricultura, Aguas y Bosques de Guinea Ecuatorial, cargo de altísima responsabilidad y el único ministerio que tenía todo el resorte económico del país, por su inmenso hilván maderero y otros minerales, sin olvidar la actividad pesquera, cuando apenas existía el petróleo. De hecho, en el período que fue ministro de agricultura, bosques y pesca, se esquilmó toda la selva tropical (se sigue esquilmando), mientras no había ni hay un solo cultivo agropecuario para abastecer la población insular y continental de la pequeña Guinea Ecuatorial que sigue alimentándose de ajos y cebollas que proceden de la vecina Camerún. Durante ese tiempo, Teodorín Nguema Obiang Mangue firmó un acuerdo de pesca con la Unión Europea y con Argentina a partir del cual empezaban a faenar 60 barcos europeos, mientras el acuerdo con argentina no parecía progresar. Los guineanos seguimos viendo cómo los remolcadores arrancan de raíz los okumes, palorrojos y dejan desértica toda la región continental, sin que nadie supiese hacía dónde iba a parar los ingresos de esta descomunal riqueza. Lo mismo ocurrió con la pesca. Resurgían las empresas de madera como capullos en primavera: SOFOGE, AÑISOC-MONGOLA, SUMGE, SIMER INTERNACIONAL, SOGEA-SATOM, y un largo etcétera. Todas ellas perteneciente al ministro Nguema y todavía tienen toda la potestad de hacer y deshacer lo que les viene en gana. Mientras eso pasaba, el ministro de agricultura y bosques de aquel entonces, compraba mansiones, coches de lujo, Vega Sicilia, relojes, zapatos, guantes de Micheal Jackson en cantidades desorbitadas y una vida lujosa y ostentosa en la lejana Francia y Estados Unidos. Su pueblo, ese pueblo que desea seguir “gobernando”, languidecía y languidece en la absoluta miseria.


En los mesones franceses y en los boutique, y Boir de Núi, era considerado como Monsieur Nguema, o Mister patrón Teodorino para ayudarle a despilfarrar obscenamente el dinero de un pueblo que sufrió la colonia y está sufriendo la avidez de este chico de 47 años que lleva en su ADN el instinto de apropiarse de lo que es de todos. Dada la casualidad de que hoy sabemos dónde iba el dinero de los árboles de Guinea Ecuatorial, estamos ansiosos de que la justicia francesa sea por un instante un rayo de luz en la oscura y tenebrosa Guinea Ecuatorial.


La justicia muchas veces es lenta: la justicia humana es lenta, la divina es doblemente lenta. Confiamos que la justicia francesa, con toda mi suspicacia, hará su trabajo, que no es otra que la ecuanimidad. Está demostrado que Teodoro Nguema Obiang Mangue ha desvalijado al pueblo de Guinea Ecuatorial y es culpable de lo que se le acusan los jueces franceses, aunque tengamos que atendernos a la presunción de inocencia.


Teodoro Nguema Obiang Mangue es delincuente y criminal. Yo he pensado, erróneamente, como guineano que soy, que todos los guineanos hemos adquirido la mayoría de edad, que ya no somos ni colonia ni esclavos, que el hombre negro ha superado el insulto colonial de hombre-cafre, hombre-gánster, hombre-promiscuo, hombre-insulto, hombre-tortuga, hombre-limosnero, hombre-hambruna, hombre-inculto, hombre-mostrenco, hombre-esclavo que podrían en cualquier momento agarrarlo molerlo a golpes, matarlo sin más, sin que el agresor tenga que rendir cuentas a nadie ni excusarse con nadie. Me equivoqué. Me siento tremendamente decepcionado por una caterva de africanos que, insistentemente, se han quedado haciendo el trabajo sucio de sus socios, los colonos. Desde Bodel Bokasa, Idiamin Dada, Mobutu Seseko, Babangida, Omar Bongo, Eduardo Dos Santos, Robert Mugabe, Teodoro Nguema Obiang Mangue, su hermano Gabriel Mbega Obiang Lima y un largo etc han estado emigrando toda la riqueza del pueblo africano a Europa, esquilmando a sus propios hermanos de raza para engrosar y embellecer las calles lujosas de los ya lujosos países de Europa y América del Norte. ¿Cuántos franceses y americanos harían lo mismo en Guinea Ecuatorial? Teodoro Nguema Obiang no tiene perdón ni del pueblo guineano ni el perdón de Dios. Ha robado a ese pueblo que le ha dado todo, que le aclama, le llora, le canta, le recibe y más encima le pone un plato de comida, su respuesta ha sido escupir a la cara de este pobre pueblo que vive en la miseria y que probablemente perecerá en la miseria.


Francisco Masie Nguema Bisogo en uno de sus discursos decía lo siguiente, criticando a los españoles: “los agresores, asesinos españoles están llevando una campaña contra el pueblo trabajador de Guinea Ecuatorial habían cometido el genocidio en Guinea Ecuatorial, asesinando a los guineanos quemando a los niños guineanos vivos y a las mujeres, había cometido crímenes de lesa humanidad en Guinea ecuatorial, España había cometido crímenes, los guineanos morían en la miseria los enterraban en fosas comunes, les llevaban a trabajar pagándoles 5 pesetas” (sic). Luego sigue su discurso, diciendo que: “hay guineanos satélites que están en España, el día que lleguen a Guinea Ecuatorial, serán aplastados” (Discurso Masie Nguema 1978). Cuando un guineano mínimamente inteligente y con sentido de memoria escucha estas palabras empieza a notar el parecido de Francisco Masie Nguema y Teodoro Nguema Obiang. Dos sujetos con idénticos brotes psicóticos. Pero Guinea Ecuatorial volverá a caer en el mismo error aceptando como presidente de este País a otro parecido de Masie Nguema. Estamos a tiempo de deshacerse de esta espécimen humana que se nos avecina antes de volver a lamentarse como pasó con Francisco Masie Nguema Biyogo. La doble moral de ambos prototipos, nos deben alertar lo antes posible, sino queremos regresar a la dictadura de Francisco Masie Nguema. Al tiempo que recurren al panafricano de pro, se desmoronan en la agresividad contra su propio pueblo.


Nadie recuerda una fosa común, ni tanta miseria en la colonia, mientras tenemos en nuestras retinas al pueblo de Yenvam Melen ardiendo y Ngüieb Yenvam en cenizas, guineanos de todos los colores huyendo de la agresividad de Masie para cruzar las fronteras de Gabón y de Camerún, es la incongruencia de muchos gobernantes africanos, que critican a los colonos y actúan peor que ellos. Es la misma actitud y postura de Teodoro Nguema Obiang Mangue, quien en sus cuentas de Facebook e Instagram llama de todo a los occidentales, pero allá compra 11 coches de alta gama, un palacio de 101 habitaciones, para un soltero que no está casado ni tiene hijos y otros deportes de despilfarro; la esencia misma de la contradicción. Este sujeto no puede ser promocionado a la jefatura de una nación decente, ya sabemos que no lo somos, pero aspiramos a la decencia y él no es ni mucho menos, para los que le defienden y defienden a otros hijos de Obiang, hijos de la decencia, sino más bien lo contrario.


Habría que decirles algo a los furibundos defensores de la dictadura y sus excesos, que quienes construyen los pueblos son los propios naturales de ese pueblo o nación. Guinea Ecuatorial es una nación como cualquiera otra, con su gente y su idiosincrasia, necesita a guineanos comprometidos con su causa. Hemos leído la historia fundacional de diferentes naciones y de la nuestra y hemos visto la difícil tarea de articular un ideal de nación común y sostenerlo. Los países colonizados lo debieron de tener fácil al defender un sentimiento común de independencia, aunque muchos de ellos fueron estados ficticios como lo es Guinea Ecuatorial. Nadie niega el hecho de que la población bubi, nunca quiso una independencia conjunta con la parte continental aunque las razones fueron otras, no deja lugar a dudas que la distancia de ambos territorios no favorece la identidad conjunta de estos dos territorios importantes de la República de Guinea Ecuatorial. Pero el destino quiso que la independencia se tomara conjuntamente.


Una vez adquirido la independencia, los guineanos empezaron a emigrar a España en busca de aquellos mismos colonos que acababan de desechar, sin que nadie asumiera la responsabilidad de ir forjando la nueva nación que acaba de surgir. Eligen presidente de una nación a un tipo que había cambiado su nombre de Mesie por Macías para aparentar ser blanco español, mientras iba de pueblo en pueblo en fang insultando al rey de España y a Francisco Franco, pero en su conciencia aspiraba a convertirse en ellos. Pero los guineanos le votaron y le hicieron un presidente incomprensiblemente. Como también quieren hacer presidente a Teodoro Nguema Obiang Mangue, un tipejo que tiene su pelo lisado y no ondulado al estilo africano para parecer más al europeo renegando su pelo afro, allá están otros defendiéndole para que tengamos otro nuevo Mesie Nguema dos parecidos con brotes psicóticos.


Guinea Ecuatorial es tierra de guineanos hemos de renunciar esa tentación de vivir en alquiler en un país que es nuestro y que necesita a sus verdaderos hijos para componer esta nación. Los intelectuales guineanos se huyen, muchos sacerdotes guineanos suben en los aviones para buscar parroquias en Europa, aquellos que fueron a estudiar acaban buscando su trabajo en España, Francia, Alemania o Estados Unidos, sólo se queda el pueblo sin recursos para hacer frente a la familia Obiang. La ignorancia mata los pueblos y es necesaria acabar con la ignorancia para que viva nuestro pueblo. No se trata de defender porque hoy me favorece la contienda, se trata de defender una nación con su historia pasada, presente y futura, lugar donde nuestros hijos han de crecer y competir con la mundialización está en peligro de extinción. Hoy no lo estamos haciendo bien, el dinero y la vanagloria se ha adueñado la mente del hombre guineano que vive y sueña con la dictadura, capaz de aceptar aquello que pueda acabar con su propia vida. Necesitamos convocar un conferencia nacional para volver a los pilares de una conciencia nacional. Si no lo hacemos en breve, Guinea Ecuatorial está en peligro de extinción.



Fuente: Reflexiones

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