El juicio que se está desarrollando en malabo, además de no cumplir la Ley de Enjuiciamiento Criminal, ha revelado que el supuesto intento de golpe de Estado es una absoluta patraña.

El fiscal General del Estado Josó Oló actuó ilegalmente como juez instructor, como oficial de policia y como fiscal acusador, al mismo tiempo. El auto (juez instrucción), la acusación (fiscal) y la diligencia (policía) fueron escritos por la misma persona (Oló), en el mismo ordenador. Incluso los dos primeros documentos son iguales salvo el encabezamiento. Los detenidos jamás fueron vistos por ningún juez instructor ni por ningún policía para prestar declaración, y así lo han declarado los detenidos durante el juicio: sólo conocían a José Oló. Además de eso, la ley obliga a que las declaraciones de los encartados deban hacerse siempre en presencia del abogado defensor, cosa que no ocurrió, violando de nuevo la ley de Enjuiciamiento Criminal.

Los detenidos no tuvieron abogado en los seis meses que llevan en prisión y eso viola de nuevo las norma procesales guineanas (que son las españolas). Ni tuvieron interpretes en la supuesta declaración ante Oló, salvo en el juicio. Las declaraciones no están escritas en los idiomas de los encartados y luego traducidos. Los detenidos revelaron que firmaron sobre un escrito en español que ellos no entendían, porque estaban deseosos de terminar con un encarcelamiento de 6 meses. Hay que recordar que esas declaraciones (ilegales) se han hecho no hace un mes.

Uno de los encartados, Agustín Masoko, vicepresidente de Triple Option, ha admitido públicamente durante el juicio que todo el montaje es obra suya. Un documento hecho público durante el juicio por parte de Antonio Javier reveló que Agustín Masoko falsificó la firma de aquel para cobrar 17 millones de francos y parece que esa era la razón del comportamiento anómalo de Masoko. Masoko también dijo en el juicio de que Oló le prometió dinero a cambio de implicar a dos ministros, pero que él lo rechazó.

Nick du Toit ha declarado que es autor de lo que se le acusa, pero que sólo iba a proporcionar apoyo logístico poniendo dos automóviles (8 personas de capacidad) y un microbus (15 personas de capacidad) de Triple Option. Como se ve, la capacidad de su supuesto apoyo de transporte no permitiría el transporte de los supuestos mercenarios de Harare en número de 66.

Además Nick dice que avisó a tres de sus empleados en Malabo de que iban a recibir a gente en aeropuerto por la tarde sobre las 18 horas. Si el relato del supuesto golpe es cierto, el avión hubiera llegado a Malabo por la mañana o la noche del sábado al domingo, ya que el ataque, teoricamente iba a tener lugar en la noche del sábado al domingo. Pero, repito, Nick declaró en el juicio de que avisó a tres empleados suyos para ir por la tarde del domingo, cuando el avión ya se encontraba detenido en Harare. La coartada para implicarse ha fallado porque las horas que no coinciden.

Los otros 4 empleados de Triple Option detenidos y supuestos mercenarios, no se encontraban en Malabo ni el sábado ni el domingo ni el lunes. Fueron detenidos en Bata el martes y por tanto no podían formar parte de la supuesta avanzadilla de los mercenarios en Malabo. Esos otros 4 empleados se encontraban con el barco de pesca que Triple Option tenía en Bata.

Solo este detalle descarta el relato fantasioso de una avanzadilla en Malabo, y permite concluir que todo el relato es pura invención.

Un avión B727 aterriza con una velocidad de 120 nudos y necesita una distancia de al menos 1 km. para pararse completamente. Si va cargado, la velocidad y la distancia aumentan. El B727 en la versión cargo no dispone de una rampa en la parte trasera del avión como el Hercules o el Caribou. Por tanto no hay forma de que unos supuestos soldados puedan bajar del avión en marcha. Deben hacerlo con el avión completamente parado. Por tanto, si el relato del fiscal, que es la versión del gobierno de Guinea, es cierto, era necesario tomar militarmente antes el aeropuerto de Malabo. Pero los 4 hombres sudafricanos de Triple option (3 empleados + Nick) no podían tomar o neutralizar el aeropuerto. Y no se hallaron armas en los registros exhaustivos efectuados en las casas de los implicados. ¿Con qué iban a tomar el aeropuerto sabiendo que está militarizado?. Este es otro elemento que hace insostenible la historia del gobierno guineano.

El juicio hasta ahora no ha revelado ninguna prueba del relato del fiscal después de 5 días y no parece que en los días que faltan para su finalización, haya elementos nuevos reveladores que modifiquen esa situación de ausencia de pruebas.

De todos los detenidos, solo Nick du Toit admite cierta culpa, pero su historia no se sostiene.

Hay otros detalles que avalan la idea lógica, oido el relato del juicio que se ha desarrollado en 5 días, de que es toda una patraña.

La duda que existe es de quién habrá partido la patraña. No parece que todo sea invención de Obiang y de su hermano pues hay elementos que sostuvieron lejanamente la patraña, ajenos a ellos. Efectivamente, hay elementos, que pueden haber influido en la duda que teníamos sobre la veracidad del intento. Algunos nombres citados, todos conocidos por Nick du Toit, pueden llevar a dudas razonables. Pero la verdad parece ser que Nick seguía en contacto con Simon Mann para desarrollar actividades de compraventa de armas y de seguridad privada. Es decir que Executives Outcomes (Mann) seguía operando pero desde Harare y Malabo. El personal para proporcionar seguridad se traía de Africa del Sur y las armas se compraban en Zimbabwe, donde residía Simon mann, el cual estaba en contacto con la fábrica de armas del gobierno de Zimbabwe.

Nick du Toit por tanto conocía la red de Simon Mann y los nombres de algunos amigos de éste. El avión de los armenios (AN-12) iba a formar parte del transporte de armas en el negocio de armas de Nick y Mann, bajo cobertura de Triple Option. El gobierno de Guinea Ecuatorial, en realidad Armengol Ondo Nguema hermano del presidente, serviría para dar respaldo a este negocio, del que sospechamos conocía y era socio (por poco tiempo).

Obiang es sin duda el mayor beneficiario de la patraña. Y su gran responsable. Lleva todo el tiempo que ha durado su poder, inventando intentos de golpe de Estado con los que ha quitado de en medio a todos sus supuestos enemigos políticos. Ya desde el comienzo de la República de Guinea Ecuatorial, Obiang dijo a los dos meses que había desmantelado un intento porque unos barcos de guerra nigerianos se encontraban en las cercanías de Malabo. De este primer invento murió un suboficial guineano destinado en Luba, torturado, mientras Macias se encontraba en Bata.

Es una larga historia de crímenes. Va siendo hora de dar fin a este horror.

Celestino Okenve Ndo
Foro Solidario Por Guinea Ecuatorial

Fuente: interior

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