Documents Nord-Sud XXI

61 Periodo de sesiones de la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas

Punto 11-a:
La Tortura y la detención en Guinea Ecuatorial

Orador:
Teodoro Sintes Rodrigo

Señor Presidente:

Tengo el honor de intervenir en esta magna Asamblea para denunciar la situación de atropellos, barbarie, tortura sistemática y detenciones arbitrarias que se vive en la republica de Guinea Ecuatorial y de la que yo mismo, a pesar de mi condición de expatriado, he sido victima. La dictadura de Guinea no tiene limites y para mi es una de las más crueles que hoy existe en el mundo.

Lo que vengo a denunciar en esta Comisión es una experiencia personal, pero que no dista de la represión y abusos de poder que día a día está sometido el pueblo de Guinea Ecuatorial a manos de la dictadura del señor Teodoro Obiang Nguema. Me atrevo a decir que la brutalidad del régimen guineano rebasa los limites de la comprensión humana, máxime si se trata de un ciudadano occidental.

Soy carpintero de profesión y me atreví a desarrollar dicho oficio en Guinea Ecuatorial. Después de casi tres anos, en noviembre de 2004, el régimen se valió de una falsa acusación de “colaborar con los disidentes políticos”, para apresarme. Hasta hoy no tengo idea de nada de eso, pero lo que he sufrido durante cinco semanas en las cárceles, no tengo palabras para relatarlo aquí como tampoco el corto tiempo me lo permite. No obstante y resumiendo, fui tratado como una verdadera bestia, si no como animal salvaje.

No me entregaron orden judicial, ni de registro de domicilio, pero los militares saquearon todas mis pertenencias. Fui esposado y conducido a la cárcel pública de Bata, donde me internaron en una celda de 2 metros por 1,60, con cuatro personas más, sin luz, agua ni ninguna clase de servicios. Allí permanecí unas cinco semanas, en condiciones prácticamente inhumanas. Viví también el tormento de los demás presos y vi morir a uno de ellos, como consecuencia de las torturas, desnutrición y falta de atención médica, mientras otros tantos se languidecían míseramente en las mismas condiciones. Aquello es estremecedor y me ha marcado para toda la vida.

Me puse muy grave a consecuencia del paludismo y estuve muchos días sin atención médica, y a poco me muero.

Durante el cautiverio, el horror que padecí y viví solo puede compararse a un campo de concentración: torturas diarias, expolio, los guardias se quedan con la poca comida que los familiares intentan dejar a los suyos, vejaciones de todo tipo y demás tratos inhumanos y degradantes, en hombres, mujeres y niños.

Viví cómo una chica se desangraba y permaneció esposada de pies y de manos durante tres días consecutivos, sin comida ni otro consuelo que el de sus compañeros de celda. He visto cómo de noche se trasladaban presos moribundos a lugares desconocidos. He visto el horror de unos niños, de aproximadamente 10 y 12 años, que eran brutalmente torturados.

En definitiva, señores miembros de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la situación de Guinea Ecuatorial merece atención especial y prioritaria al mas alto nivel por las instituciones de la ONU y del resto de la comunidad internacional, porque lo que se registra en este país ha pasado de la escala de graves violaciones de derechos humanos a una situación que se puede catalogar como crímenes contra la humanidad. Y encima, el régimen actúa con absoluta impunidad y no respeta ningún valor democrático.
Durante mi odisea, me sentí un poco desprotegido por mi país, España, hasta el punto de pensar que no harían nada por mí. Solo después, supe de algunos pasos dados por ellos, sobre todo, cuando desde mi ciudad Mahon se empezó a reivindicar mi puesta en libertad por motivos de salud.

Muchas gracias.





Fuente: asopgelibre/FDR

¡Nota importante!
El contenido de los artículos publicados no refleja necesariamente la opinión de la redacción de guinea-ecuatorial.net
Véase también la declaración sobre el uso de seudónimos