La crónica del 28 de Mayo del 2002 sobre la macro-criminal-farsa del cine Marfíl de Ramón Lobo, enviado de El País, describía perfectamente la situación de Guinea Ecuatorial en ese Mayo del 2002: ”un país, decía, en libertad provisional en el que nadie está seguro de su libertad”.
Y así es, efectivamente, no existe principio de seguridad jurídica dado que NO existe Justicia ni sistema Judicial independiente como no existe Estado de Derecho ante el que ampararse. Los ciudadanos, todos excepto la Corte de Obiang y su cúspide, están sujetos a una inseguridad que el régimen necesita para permanecer, para tener garantías de supervivencia.
Sin esa situación de inseguridad, el régimen no sería nada. Eso no lo decía Ramón Lobo. Y hay que decirlo. Obiang es inseguridad jurídica, Obiang es ausencia de Justicia, Obiang es ausencia de Estado de Derecho, Obiang es ausencia de Libertades, Obiang es ausencia de división controladora de poderes compartidos, Obiang es el poder supremo ejercido criminalmente mediante el terror de todas esas ausencia juntas.
¿Y eso no lo saben los del CPDS? ¿Y eso no lo saben los integristas del Mao-español (Ministerio de AAEE )?
Obiang es un guardia neo-colonial al servicio de las cias. petroleras multinacionales, de las ricas oligarquías que se valen de una supuesta independencia para desentenderse de lo que pueden llegar a considerar asuntos internos de GE, en realidad, asuntos propios en beneficio propio y de su guardia colonial de siempre.
Es decir, terrorismo de estado ejercido en el miedo de la indefensión, en el terror de la impunidad del crimen, en la arbitrariedad no sujeta a control ni penalización.
Es precisamente esa inseguridad jurídica, esa ausencia de Estado de Derecho, consustancial al régimen en Corte de Obiang. Y lo saben perfectamente los de la Corte, lo saben y por ello, permanecen sin Justicia, sin leyes aplicables objetivamente más que cuando les interesa, sin justicia independiente sino a su servicio, sin ninguna posibilidad de reacción ante la voluntad de esa cúspide en Corte que es el régimen de Obiang. Sencillamente, no existe Ley, ni Justicia, ni Estado de Derecho, ni seguridad Jurídica, ....solo la voluntad de Obiang campando a sus anchas con una Justicia a su servicio exclusivo, es decir, con una injusticia a su servicio permanente.
Y de esa realidad ¿quien puede esperar un cambio? ¿Quién puede creerse que utilizando las leyes (¿qué leyes?) del régimen pueden hacer que el sistema se rectifique y se reconduzca a un sistema democrático? No existe la menor posibilidad de opción ni de acción: El juicio-farsa del cine Marfil, es una prueba fehaciente de ello, los presos políticos encarcelados entonces, son la prueba más evidente de que cualquier vía institucional no lleva más que a pequeños intereses satisfechos y a grandes posibilidades prospectoras, pero nunca a nada que pueda hacer cambiar nada y en nada a una criminal Corte.
La Corte, optimiza siempre todos los resortes, ya en forma de recursos jurídicos, ya de fuerza y represión, ya económicos y de promoción para que su permanencia en el poder no se vea molestada en lo más.
Que hay que encerrar a la oposición y acusarle de lo que sea, se hace y, para eso está la fuerza, la injusticia, la ausencia de Estado de Derecho, la atemorizadora y aterradora inseguridad jurídica, la detención violenta y arbitraria, el encarcelamiento injusto, la tortura y el asesinato, ....el terrorismo de estado, sencillamente, si tal estado existiera y no fuera más que una banda de criminales mafiosos disfrazada de tal, con alegres y crédulos palmeros en espera de tiempos mejores.
La crónica era del 28 de Mayo del 2002, hace ya tres años.
Tercer año triunfal de la ignominia, del crimen, de la farsa que es ese régimen de Teodoro Obiang y cia.
¡Amnistía y Libertad para Guinea Ecuatorial!
Carlos Jorge de Moganda
Liga Espartaco.
¡Patria SI!
¡Colonia NO!
Fuente: Propia y El País.
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