Desde hace unos meses, los empleados de las compañías petrolíferas están abandonando Guinea Ecuatorial, incluyendo empleados de origen guineano, a veces con sus familias.

Cada semana llegan a Barajas con dirección a Houston, los reponsables y empleados de las compañías petrolíferas norteamericanas, especialmente Exxon-Mobil Oil y sus subcontratas como Halliburton. Algunos han recibido instrucciones de permanecer en Houston un año para recibir cursos de reciclaje.

Al mismo la producción petrolífera está disminuyendo. Hace 2 meses había bajado a un 60% y ahora debe estar en torno al 40% y se espera que se reduzca más todavía los próximos días.

Nadie sabe exactamente las causas de este repliegue de las compañías petrolíferas, aunque se cree que en el fondo estarían graves desaveniencias entre las petroleras y el dictador Obiang Nguema. Obiang acusó a las petroleras de querer echarle del poder a raiz del supuesto intento de golpe de estado de marzo de 2004.

Al mismo tiempo las compañías se comprometieron durante la comparecencia ante el comité para la investigación del Senado norteamericano, eliminar cualquier conducta de corrupción para evitar ser penalizados por los tribunales norteamericanos. Evitar la corrupción significa dejar de efectuar pagos a Obiang en cuentas privadas la parte que corresponde al estado guineano, evitar pagos por servicios dudosos, evitar alquilar locales a familiares de Obiang, evitar contratar los servicios de seguridad de la empresa de Armengol Ondo Nguema y evitar asociarse con Obiang en empresas mixtas como la distribuidora de Mobil.
El freno a estas prácticas ilegales puede haber supuesto entrar en conflicto con el dictador, al que le han dado a entender que las leyes americanas les prohiben esas actividades corruptas (anti-bribery act).

Ayer sábado dia 9 de julio, llegó al puerto de Malabo un barco de guerra norteamericano con marines y pertrechos que fueron descargados en una ceremonia que congregó a varios miembros del gobierno guineano, salvo Obiang que no apareció al final después de anunciar su presencia. Los marines, las armas y otros pertechos descargados se encamianron a la embajada y a las instalaciones de Punta Europa, para, según informaciones americanas, dar protección eficaz según habían acordado con el dictador hacía 6 meses.

La llegada de los marines coincidía con la salida de Malabo, un dia antes, de varios soldados -se estima 2 compañías- hacia la región continental, por temor, según fuentes internas, a un ataque en la región continental por parte de una disidencia armada.

Los ministros en el puerto daban la sensación de recibir a libertadores, en lugar de sentirse molestos por la presencia de fuerzas extranjeras que en nigún momento disimularon su actitud hostil.



Fuente: interna

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