El desconcierto latinoamericano
Vargas Llosa y Enrique Krauze acusan de hipócrita a la actual diplomacia española
“¿Cómo es posible que un país que ha padecido una dictadura y que ha vivido los beneficios de la libertad, esté amparando con comunicados vergonzosos a un régimen siniestro, como el de Fidel Castro, que lleva 46 años en el poder?” “¿Cómo es posible que España no encabece una movilización internacional para que los cubanos puedan disfrutar de esta misma libertad?... Eso es hipocresía. Es un juego de doble moral que no se corresponde con el ejemplo real de España”... “¿Con qué cara España se enfrenta a EEUU, cuando ahora está haciendo lo mismo?”.
EL PAÍS. JUEVES, 20|10|05
MAITE RICO. MADRID
Los españoles no son conscientes de hasta qué punto su transición marcó la vida de los latinoamericanos, al adelantar los tiempos políticos de un continente castigado por el autoritarismo. Por eso, que España, hoy, muestre su aquiescencia con una dictadura, como la cubana, o con el régimen venezolano, que desvirtúa las esencias democráticas, es, para el escritor Mario Vargas Llosa, una hipocresía. Esta diplomacia de “doble moral” es “un error histórico”, y más ahora que en Latinoamérica resucitan fantasmas como el populismo, que amenaza con dinamitar los esfuerzos democratizadores. El escritor hispano-peruano pidió ayer que España asuma el valor emblemático de su propio proceso y que actué con responsabilidad. Y a este llamamiento se adhirió, sin dudarlo, el historiador mexicano Enrique Krauze.
Ambos intelectuales, figuras del pensamiento liberal latinoamericano, sostuvieron ayer un mano a mano en la Casa de América para celebrar un aniversario: el de la revista ‘Letras Libres’, nacida en 1999 en México, de la mano de Krauze, y que hace cuatro años dio el salto a Madrid.
En un anfiteatro a rebosar, Vargas Llosa y Krauze desgranaron los retos de las democracias latinoamericanas, y no dudaron en expresar su decepción por los resultados de la reciente Cumbre Iberoamericana de Salamanca en la que España, dijeron, no estuvo a la altura de sus responsabilidades. “¿Cómo es posible que un país que ha padecido una dictadura y que ha vivido los beneficios de la libertad, esté amparando con comunicados vergonzosos a un régimen siniestro, como el de Fidel Castro, que lleva 46 años en el poder?”, se preguntó el escritor hispano-peruano. “¿Cómo es posible que España no encabece una movilización internacional para que los cubanos puedan disfrutar de esta misma libertad? En lugar de eso el Gobierno español auspicia un comunicado en el que el problema número uno de América Latina es el ‘bloqueo’ a Cuba, palabra que es de una impropiedad garrafal. Eso es hipocresía. Es un juego de doble moral que no se corresponde con el ejemplo real de España”.
Krauze fue más allá al recordar el respaldo que Estados Unidos prestó, a lo largo del siglo XX, a los dictadores latinoamericanos que servían a sus intereses políticos y económicos. “¿Con qué cara España se enfrenta a EEUU, cuando ahora está haciendo lo mismo?”.
Este error histórico, señalaron, se produce en un momento crítico para el continente americano. Si el panorama mundial dio un vuelco con el ataque a las Torres Gemelas, que puso fin al optimismo engañoso con el que se encaraba el nuevo milenio, también en América Latina las cosas han resultado más conflictivas que lo que había hecho creer la última década del siglo XX. “Después de unos años 90 esperanzadores, vemos de repente que los paradigmas estatistas, militares, guerrilleros y doctrinarios, que parecían haber sido disuelto en 1989, con la excepción vergonzosa de Cuba, vuelven como una pesadilla”, señaló Krauze.
Varios peligros se ciernen sobre unas democracias frágiles. El más preocupante, en opinión de Vargas Llosa, es la corrupción. Nada desmoraliza más a un país que sus cargos púbcos usen el poder para enriquecerse. “Esto produce un desapego y un rechazo hacia la clase política, que es un caldo de cultivo para la demagogia populista. Si no se ataja, puede conducir al desplome de las jóvenes democracias”. (...).
Fuente: EL MUNI | REVISTA DE PRENSA