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El ingreso del coronel Cayo en la cárcel de Evinayong “pone en peligro la vida de presos políticos”

EL MUNI. 16|11|05
El coronel Cayo Ondó Mbá Angué, ex jefe militar de Wele Nzás, detenido recientemente por su presunta implicación en la desaparición y asesinato del suboficial Ignacio Monsuy Asumu, ha sido recluido en la cárcel modelo de Evinayong, según informó este martes la oposición del exilio, citando fuentes del interior del país.
La decisión no ha hecho sino levantar sospechas en la oposición del exilio, que cree que su objetivo podría estar destinado a cumplir una misión especial de “eliminar” a los presos políticos. En Evinayong, están recluidos destacados líderes políticos del país, entre ellos, el anciano Felipe Ondó Obiang Alogo, presidente de Fuerza Demócrata Republicana (FDR); Bienvenido Samba Momessori, pastor protestante; Weja Chicampo, líder del Movimiento para la Autodeterminación de la Isla de Bioko ( MAIB), entre otros.
Las últimas versiones recogidas indican que Cayo habría cometido un triple asesinato. Es decir, al margen del caso de Ignacio, se ha descubierto que están desaparecidos otros dos ciudadanos de Mongomo, entre ellos, una persona minusválida, hasta ahora no identificados.
Toda la trama ha sido, sin embargo, desvelada desde la vecina república gabonesa. Un militar con destino en el campamento de Mongomo, habría sido testigo ocular del triple crimen, en el que supuestamente estaría involucrado también un tal Asumu Obiang, suegro del ministro de Estado de Transportes, Demetrio Eló Ndong Nsefumu.
El testigo que vivió el crimen, de cómo presuntamente el coronel Cayo y Asumu Obiang, sacrificaron a Ignacio Asumu y otras dos personas, huyó a Gabón hace alrededor de cuatro meses y en los últimos días está pidiendo asilo político en este país. Para evitar represalias como testigo de un crimen perpetrado por uno de los hombres más temibles del país, es una de las razones que alega en su petición de asilo.
La policía gabonesa y el ACNUR han trasmitido dicha información a INTERPOL, que lo puso en conocimiento del Gobierno de Malabo. Pillado con las manos en la masa, el régimen se ha visto sorprendido y quiere actuar en consecuencia, encarcelando a Cayo Ondó en una de las prisiones más peligrosas del país, después de Black Beach.
Sin embargo, la oposición del exilio no se contenta con esta medida y ha criticado el ingreso de Cayo pone en franco peligro a los reclusos políticos, debido a su reputación de torturador y asesino a sueldo del régimen.
El coronel “fue ingresado en la prisión sin orden judicial alguna y tememos que su objetivo es asesinar a los líderes políticos que se encuentran recluidos allí”, ha manifestado un dirigente opositor de FDR.
Por el momento no ha transferido información sobre una posible instrucción judicial del caso, como tampoco se sabe si ha sido puesto en conocimiento de los tribunales competentes, en un país en que la justicia está a los pies del dictador y no tiene la más mínima independencia.
Mientras tanto, siguen sin encontrar los cuerpos sin vida, tanto de Ignacio que de los otros dos ciudadanos no identificados.








Fuente: EL MUNI | SOCIEDAD

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