El partido del Progreso PP firmó en un hotel de Madrid su integración en la plataforma Demócratas por el Cambio DECAM. La firma no fué del autonombrado Gobierno en Exilio, como se puede constatar en el documento, pero en el acto Severo Moto pretendió presentarlo como un acuerdo entre DECAM y su gobierno en el exilio.

La lógica dice que el que firma un documento automaticamente pasa a integrarse en la plataforma. Por tanto el corolario que se sigue a esa lógica es que el Partido del Progreso forma parte de DECAM. Otro partido, APGE, que lidera Miguel Esón, fué uno de los firmantes iniciales de DECAM.

En el autodenominado Gobierno en el Exilio existen dos partidos, el PP y APGE. En DECAM existen 16 organizaciones, entre ellas PP y APGE. Parecería más lógico que una vez ingresado el PP en DECAM y siendo que éste agrupa a más grupos -algunos de los cuales no son partidos sino asociaciones-tuviera que ser DECAM quien liderase a la oposición guineana, que seguiría entre otras misiones con la búsqueda de más acuerdos con el resto de las fuerzas vivas aún no integradas, como UP y CPDS.

Esto es lo que nos dice la lógica. Pero el ”Gobierno en el Exilio” ha seguido con su existencia compitiendo por un liderazgo contra una organización en la que todos sus miembros ya están integrados. Una situación contradictoria y que evidencia como poco una falta de lealtad y de claridad que no ayuda a la lucha.

La misma lógica nos dice que si Severo tiene alguna iniciativa, lo lógico es presentarla en el marco de DECAM donde se halla integrado o en su gobierno en el exilio. No parece lógico orquestar una iniciativa con luz y taquígrafos, rodeado por gente que se presenta como ”toda la oposición”, en un evento que no se sabe si es una rueda de prensa, una reunión de partidos o un acuerdo de partidos.

La misma falta de lógica encontramos en la propuesta llamada ”vuelta a casa”. El gobierno en el exilio se supone que tiene una estrategia en la que figura la ”vuelta a casa” como alternativa. Por lo mismo, si Severo ha sido iluminado por un nuevo descubrimiento que favorece la lucha, ese descubrimiento debe integrarse en los planes de la plataforma DECAM donde se halla en teoría integrado.

El objetivo de todos los que luchan contra la dictadura es volver a Guinea. El momento y la modalidad de la vuelta son las incógintas que hasta ahora no hemos podido despejar para resolver el enigma del retorno al que todos aspiramos.

Buscar la forma de resolver estas incógnitas no debería hacerse a modo de show, sino en reuniones de trabajo en los dos únicos escenarios que la lógica obliga: en DECAM o en el gobierno en el exilio. Una vez resuelta la incógnita se debiera abrir DECAM al resto de las fuerzas para negociar, dentro del mismo espíritu de apertura en que nació la plataforma, resolviendo problemas de liderazgo si éstos no suponen una merma del liderazgo de DECAM o reorganizando DECAM como una estructura horizontal en la que sus integrantes mantienen una gran autonomía teniendo los compromisos suscritos como únicos elementos de cohesión en DECAM.

La dictadura no cumple su propia ley dictada salvo cuando le favorece. La oposición entera debería en contradicción ajustarse al respeto escrupuloso de la Ley, de la Ley que representan los acuerdos firmados en DECAM. La LEALTAD es el crisol en que ha de probarse la idoneidad de la oposición para liderar una transición pactada. Y no solo la lealtad sino el método que hace que una organización sea algo independiente a las personas que lo componen. Eso significa que las instituciones deben ser algo distinto a las personas físicas u organizaciones que la componen.

El régimen de Obiang se confunde con Obiang y cualquiera que quiera analizar a la dictadura debería analizar al propio Obiang. La oposición debería dar muestras de actuar de forma distinta a la dictadura contra la que dice combatir.

Volviendo a la iniciativa mediática del ”retorno a casa”, algunos tenemos la impresión de que es más fruto de las vivencias personales de algunos líderes que resultado de un proceso de reflexión y debate interno. Con ello no queremos decir que no deba incluirse el retorno a Guinea por ser el objetivo final de todos, sino que el retorno o la conclusión a la que se llegue mediante la reflexión y el debate, debe ser compartido con el resto de las fuerzas que participan en teoría en la necesaria cooperación para terminar con la dictadura en Guinea. Y una vez compartido y extendido el debate del retorno es cuando puede ser presentado a la prensa la decisión que toda la oposición ha tomado.

La premura que se pretende argumentar por los planes de la dictadura de colocar en el poder al hijo del presidente Obiang, implican la ausencia de unos planes serios a corto, medio y largo plazo. Y eso es muy grave si tal fuera el caso.

Un retorno a casa en libertad, en las actuales circunstancias, solo se puede conseguir negociando con la dictadura y con la comunidad internacional. Estas negociaciones deberían ser llevadas a cabo sin organizar eventos mediáticos, buscando la efectividad y no la publicidad.

Cuando hablamos de negociar es porque nos estamos refiriendo a un retorno pacífico, intentando interpretar con lógica el nuevo paradigma recién sacado de la chistera mágica. Porque si la dictadura se opone al retorno, éste no se puede llevar a cabo. Los puertos y aeropuertos de Guinea están bajo el control de la dictadura, que puede impedir el desembarco de las naves opositoras.

No puede admitirse que algunos líderes pretendan utilizar a los guineanos y a otros líderes como escudos humanos cuando la dictadura ataque al cuerpo expedicionario que lleva al ”unico lider de la oposición”. Si hemos de sacrificarnos en el aeropuerto de Malabo, debemos saber si nos sacrificamos por Guinea, por nosotros mismos o por un ”lider único”. Yo personalmente estoy dispuesto al sacrificio por Guinea pero NO por un líder que desconoce entre otras cosas la lealtad, la lógica, la solidaridad y el compromiso con la ley y los pactos.

Y si no hablamos de un retorno pacífico negociado a tres bandas, no se debe de hablar del retorno como un paradigma recién descubierto. Si no se admite la negociación con la dictadura por la experiencia larga que tenemos y que nos dice que el dictador jamás cumple sus pactos, entonces que los sueños de retorno que abrigamos cada uno se conviertan en acción sumatoria negociada en un retorno como objetivo de un ente organizativo - DECAM, gobierno en el exilio o lo que resulte de una negociación a profundizar- que no sólo lleva la bandera del retorno, sino el COMPROMISO de llevar a cabo en Guinea una TRANSICION A LA DEMOCRACIA, para que el pueblo guineano pueda en libertad elegir, a corto o medio plazo, a los líderes que deben gobernar desde las diversas instituciones autónomas que deben conformar un Estado de Derecho y Democrático.


Celestino Okenve Ndo
Presidente de Foro Solidario Por Guinea Ecuatorial


Fuente: cokenve

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