JUSTO MONROY/TOLEDO El pasado día 30, el Gobierno español revocó, después de 14 años, el estatuto de exiliado político de Severo Moto. Fue «tras demostrarse» su participación «en diversos intentos de golpe de estado» contra el Gobierno de Guinea Ecuatorial, según justificó la vicepresidente Fernández de la Vega. Estas acusaciones, rebatidas por el afectado, vienen tras los incidentes de marzo y abril, cuando tras un mes desaparecido, Moto salió a la luz en Croacia y acusó al Gobierno español de haber intentado asesinarlo.
¿A qué cree que se debe la decisión de revocar su asilo?

Estoy extrañadísimo de que Obiang sea capaz de chantajear a un Gobierno democrático. Sabemos que ha pedido me extraditen a Guinea, y España se lo ha concedido a través del último Consejo de Ministros. Dicen que esto va a favorecer a las buenas relaciones entre Obiang y España. Pues bienvenido sea. Pero que tengan en cuenta que yo no he colaborado en absoluto, ni con mis acciones, ni con mis declaraciones, ni con mi actuación como político, a que esas relaciones se deterioraran nunca. Para los políticos guineanos el horizonte que hay que alcanzar es unas buenas relaciones entre España y Guinea Ecuatorial.

Alguna vez ha criticado la «pasividad» del Gobierno de Zapatero, ¿esperaba esto?

Sí, porque cuando Obiang exige, cuando un tirano exige, la democracia se vuelve débil. Yo siempre he tenido mucho miedo a esto, y al final ha sucedido. Creo que una democracia tiene que ser, si no tan fuerte como las tiranías, como mínimo lo suficientemente blindada contra sus acciones. Yo creo que la democracia española ha caído en la trampa, aunque me parece muy bien si es para el bien de las relaciones entre España y Guinea.

¿Sigue creyendo que el Gobierno español ha querido matarlo?

Sí. Hay alguien diciendo que yo lo desmentí, y yo no he desmentido nada. Los que tienen que desmentirlo son los que han estado detrás de la trama de Croacia. Allí es donde me llevaron para acabar conmigo, aunque con llevarme a Aranjuez o traerme a Toledo podían haberlo hecho. Pero no tengo que retractarme de nada de lo que dije el día 30 de abril, cuando llegué a Madrid después de haber sufrido aquel atentado frustrado en Croacia. Creeré que el Gobierno español está detrás hasta que no me diga que no lo está, y no me lo ha dicho. Cuando llegué de Croacia, Exteriores, Interior o Justicia tendrían que haberme contestado «no es verdad lo que has dicho, no lo hemos hecho». ¿Por qué no me llaman? ¿Por qué no me reciben? Si es por desprecio, lo acepto, pero no pueden decir que yo he dicho ninguna falsedad.

El Gobierno español le acusa de estar detrás de «diversos intentos de golpe de estado».

Yo fundé en España un partido y cuando lo intenté legalizar en Guinea en el año 92 Obiang me rodeó con acusaciones de intento de golpe de estado. Si algo tengo que reconocer es que el Partido del Progreso es todo un intento de acabar con un sistema tiránico. Si he cometido algún error es formar un Gobierno en el exilio, alternativo a la tiranía. Pero nunca renunciaré a los objetivos de este Gobierno de dar libertad a mi pueblo. En Guinea ha habido gente a la que Obiang ha condenado a muerte simplemente porque les ha acusado en un intento de golpe de estado. Y sin que se hubiera probado nada, los ha sepultado. Son nombres muy significativos de gente que preocupados por la tragedia de Guinea, han tenido una conversación que ha llegado a Obiang, él les ha condenado a muerte y les ha ejecutado.

Llama la atención esta decisión del Gobierno, más aún cuando algunos miembros, como el ministro de Defensa, le habían mostrado públicamente su apoyo...

Siempre recuerdo el encuentro con el señor Bono en su despacho del palacio de Fuensalida, aquí en Toledo. Me dijo que «no es bueno que no quieran recibirte, porque te van a poner en manos de otros». Me gustaría visitarle al señor Bono ahora en el Ministerio de Defensa y que repitiera esto a su propio Gobierno. Creo que es un error, es un imprudencia, yo diría que casi es un poco pasarse, lo que está ocurriendo con este Gobierno y conmigo. Estoy seguro de que cada vez que el señor piensa en la situación en la que estoy, cree que sería bueno que nos encontráramos. Sería una cosa no gubernamental, casi a nivel de amistad. Creo que José Bono sería interlocutor perfecto para que se estableciera un diálogo, yo diría casi cristiano, entre España y Guinea Ecuatorial.

¿Está el petróleo detrás de estas decisiones?

No lo sé. A mí desde Guinea Ecuatorial me han asegurado que Repsol, que es la empresa emblemática para obtener petróleo, está trabajando ya en Bata, que es mucho más grande de Malabo y se ha dicho siempre que está anegada de petróleo. Severo Moto no ha hecho nada en absoluto para evitarlo, ni para promocionarlo. Pero alguien me dice que Obiang pone como condición para que España pueda disfrutar de estos intereses petrolíferos que se acabe con Severo Moto. Tengo que decir con absoluta claridad que he recibido informaciones que me aseguran que al señor Moratinos, en su último viaje a Guinea, Obiang le pidió mi cabeza a cambio de los que solicitó y consiguió. Y todo el mundo sabe que después del viaje de Moratinos a Guinea, me llevaron a Croacia. Y todo el mundo sabe que después de Croacia, no hay ni la más mínima posibilidad de reconciliación con el Gobierno español. Yo pongo el nombre de Moratinos con la conciencia absolutamente clara de que no estoy mintiendo. Cuando he pedido una investigación profunda de este asunto era porque sabía que si era falso todo lo que se me ha dicho, lo normal es que a estas horas ya me hubieran llevado a la justicia. Cada día que pasa sin que me lleve el Gobierno español a la justicia, me convenzo más de por qué me llevaron a Croacia.

¿Y puede ser la revocación del asilo una represalia por estas acusaciones?

Es evidente. Alguien está cabreado de que yo haya hablado, pero nadie está cabreado de lo que se ha querido hacer conmigo en Croacia.

¿Qué le parece el intento de boicot en España de grupos guineanos hacia petroleras con intereses en su país?

Me parece aberrante. Guinea Ecuatorial tiene mucho petróleo y mucho gas. Y hay empresas, gobiernos y naciones con mucha capacidad para sacarle fruto al petróleo. Lo único que le falta a Guinea es un Gobierno capaz de entenderse con esas empresas y que ese petróleo no sólo beneficie a los que dominen, sino también al propio guineano a quien Dios ha concedido este gran favor. El petróleo se le ha regalado a Guinea para que haga grandes cosas, y lo primero que necesitan los guineanos es que su país sea respetable.

La pregunta es ¿y ahora qué? Me imagino que reclamará...

Voy a seguir una doble línea. Mis abogados prepararon las alegaciones que ya presentaron tan pronto como comunicaron que el Gobierno había incoado expediente para la revocación de mi asilo. Ahora están preparando el recurso al Consejo de Ministros. Al mismo tiempo, en esta España, en la que me he refugiado huyendo de la muerte en Guinea Ecuatorial yo pensaba que estaba seguro y me anuncian que me van a llevar a otro país más seguro. Cualquier guineano se echa a temblar. Y mientras estoy temblando, yo pido y he decidido volver a Guinea Ecuatorial. Sólo me queda anunciar la fecha.

Pero allí está condenado a cárcel...

A ciento ochenta y tantos años. Cada denuncia de intento de golpe de estado contra Severo Moto con diez, veinte o treinta años más. El Gobierno entero de Guinea Ecuatorial en el Exilio está condenado a 63 años cada uno de sus miembros. El problema es que nos hemos refugiado en España buscando tranquilidad y libertad y en España se permite a Obiang alargar su tremenda mano asesina para venir matando. Recuerdo el caso de los cinco o seis españoles y colombianos hoy metidos en la cárcel en España y de los que no se habla. Si esto sucede en España, volvemos a nuestro país. Ya que nos matan en España también, vamos a volver a nuestro país, que siempre hay un pueblo, hay una tierra, unos guineanos que estarán dispuestos a enterrarnos dignamente. Pero lo que no vamos a permitir es que se nos lleve a otro país, donde desaparezcamos sin ninguna trascendencia para nadie.

Entonces, ¿qué puede pasar cuando llegue a Guinea?

Pueden pasar cinco mil cosas, pero principalmente que o me pegan un tiro al bajar del avión, o no me dejan siquiera subir desde aquí, o igual me dejan vivir y más tarde acaban conmigo. Pero España tiene que tener seguro es que si voy a Guinea Ecuatorial me van a matar antes o después.

¿Y la opción de ir a otro país?

Prefiero repetir la experiencia, que ya he ido a encontrarme con Obiang, a veces en condiciones mucho más serias que las que estamos viviendo ahora. Yo he ido a Guinea y no me ha pasado nada, posiblemente porque había otros gobiernos que se cuidaban de que no me pasara nada. Sin embargo, la experiencia de Croacia no me deja la más mínima posibilidad de pensar de que si me llevan a otro país que no sea Guinea Ecuatorial yo vaya a sobrevivir. Entonces le pido a España que me lleve a Guinea, y si no puede, que me deje vivir.

¿Cuál es ahora la situación de este país?

Es un poco triste escuchar las noticias que llegan de Guinea Ecuatorial. La gente cercana al régimen hablan de que Obiang ha construido un nuevo chalet, su mujer ha acaparado los terrenos donde había un buen cacao, su primo ha hecho mucha construcción... Exactamente en el mismo avión, viene gente diciendo que cada vez huele peor en Malabo, cada vez el dinero se pierde... Porque nos han dicho que el régimen, el poder, está vaciando Guinea de dinero. El dinero del petróleo no está en Guinea, está en la banca, en París, en Santander o en Las Palmas. En todas partes menos en Guinea Ecuatorial. Unos dicen que Obiang, sus hijos y su mujer están construyendo en todas partes. Otros dicen que cada vez es más imposible vivir en Guinea, porque no hay dinero. Estoy convencido de que alguna potencia está trabajando para que Guinea se esté quedando sin dinero, y que el dinero de nuestro petróleo y nuestro gas se disfrute fuera.

¿Cómo está trabajando su Gobierno en el Exilio para acabar con esto?

Guinea Ecuatorial es un país que sin España no tiene sentido. América no le da sentido a Guinea si España no se lo da, y Francia menos, porque está acostumbrada a hacer de sus colonias lo que le da la gana. Lo que haga España por Guinea, no lo va a hacer nadie. Y desde luego Europa está acostumbrada a no respetar nada que huela a África. Pero también creo que el futuro somos los propios guineanos. Por eso quiero volver a mi país para ver si de alguna manera el Gobierno del Exilio llegado a Guinea o el Partido del Progreso marcamos allí las líneas de un país que mínimamente se merece un respeto en el mundo.

¿Qué le pide Severo Moto a España?

Lo que se puede pedir a España es que se arrepienta. Que se arrepienta de la gran vergüenza que supone que Guinea Ecuatorial, único país de colonización española en el África que llaman aquí subsahariana, se esté hundiendo en la miseria, y sobre todo, con un pueblo que está pensando que España volverá algún día. Y España no es ni un Gobierno ni otro. Hay muchos españoles con el equipo de Gobierno de Guinea en el Exilio, el equipo español que rodea al Partido del Progreso, que ha hecho de Guinea la gran esperanza de África. Hace unos días, Convergencia y Unión ha pedido que se descalifiquen los papeles de ‘Guinea Ecuatorial materia reservada’, la gran vergüenza de España con Guinea. Que descalifiquen los papeles y sepamos cuál es el proyecto de la antigua potencia con Guinea. Pido que España haga caso a partidos como Convergencia y Unión, que se abra a Guinea Ecuatorial, porque estoy seguro de que se va a encontrar con un pueblo absolutamente abierto a España, y Severo Moto y el Gobierno de Guinea en el Exilio, con todos sus apoyos españoles, va a ofrecer a España la oportunidad de quitarse de encima la vergüenza de haber descolonizado de forma nefasta.



Fuente: diariolatribuna.com

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