Madrid.- 13 de marzo de 2006. Corría el año 1.972. Era una brumosa mañana guineana, en que los funcionarios de la administración, la sociedad entera guineo ecuatoriana y muy especialmente el estamento militar (del que se afirma hoy que disponía de capacidad para dar respuesta adecuada a una agresión militar vecina) se desperezaba para iniciar la vida nacional activa. De pronto, como si se tratara de una incontenible tormenta de verano la sociedad guineana se vio sacudida por la noticia de que el Gobierno gabonés había tomado, por fuerza y desafío militar, las islas de Mbañe y Cocoteros.
Mientras de forma espontánea, los campamentos militares y los ejércitos guineanos parecían prepararse para recibir la voz de mando de algún Presidente, Jefe de Estado y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas (Macías Nguema) o de algún Viceministro de Defensa e inmediato máximo cargo militar del país (Obiang Nguema); cuando toda la sociedad guineana, puesta en vilo, esperaba oír una invitación a la reconquista de las famosos “... e islotes adyacentes... ” de que los textos de Geografía de las Enciclopedias coloniales nos hablaban, al delimitar geográficamente la Guinea, el presidente de Guinea Ecuatorial, Macías Nguema Biyogo y su Viceministro de Defensa, Obiang Nguema que tan violentos y tan valientes se venían mostrando a la hora de reprimir, masacrar y diezmar a la población guineana indefensa, nos salieron con un mensaje parecido al siguiente, por la radio:¡ Pido a la población de Guinea Ecuatorial que no reaccione ante esta noticia. Los gaboneses son hermanos nuestros...!
Don Primo José Essono Mica, entonces Embajador de Guinea Ecuatorial en la ONU, (hoy muerto bajo los efectos de las torturas en las cárceles de Obiang Nguema) recordaba con angustia y rabia los denodados esfuerzos que tuvo que desplegar en la sede de las Naciones Unidas, donde, aun disponiendo de pruebas y de razones a manos llenas para que se ejerciera la justicia internacional y Gabón devolviera los islotes ocupados, sin embargo, se hallaba atrapado entre la blandenguería de la antigua potencia colonizadora de Guinea Ecuatorial y la prepotencia francesa, defendiendo a su colonia gabonesa.
Las aguas frías de la molicie internacional acabaron por anegar y relegar al olvido un contencioso que casi seguro nunca se hubiera producido si se hubiera tratado solo de dos países africanos vecinos...
Y este contencioso, con Macías, hubiera seguido siéndolo “ad aeternum” si nos hubiéramos quedado con la decisión de Macías Nguema, de no tocarlo para “no molestar a nuestros hermanos, los gaboneses” Quizás se hubiera zanjado incluso el contencioso con la juiciosa solución de establecer una explotación conjunta del (finalmente descubierto) potencial petrolífero bañado por las aguas guineanas de Mbañe y Cocoteros – razón final y única de la avariciosa ocupación militar gabonesa.
Por desgracia la situación dejó de ser conflictiva y de constituir un contencioso,(no para convertirse en legal o legítima), escasos días después del 3 de Agosto de l.979.
El golpe de estado del 3 de Agosto, por el que Obiang Nguema, sobrino de Macías Nguema, y oriundo de Gabón, decide sacrificar a su tío y llevarse por delante a la última ornada de prestigiosos políticos, intelectuales y profesionales guineo ecuatorianos, constituye un verdadero antes y un después del conflicto.
Es más que conocida la historia que asegura que el golpe de estado que preparaba España (algunos españoles) para situar en el poder al eminente humanista y Profesor, Don Bonifacio Biyang Andeme, fue abortado desde Gabón por decisión de Omar Bongo, para situar en el poder al iletrado gabonés, Obiang Nguema.
¡Nuevo triunfo francés sobre la potencia colonizadora de Guinea Ecuatorial que aceptó y se resignó! Se trata, evidentemente, de la primera gran deuda que Obiang Nguema adquiría con su compatriota Omar Bongo
Apenas situado en la poltrona del poder en Guinea Ecuatorial, la primera visita al exterior del nuevo presidente, por golpe de estado, Obiang Nguema, fue a su “añorado” país de origen, la República gabonesa. Un viaje plagado de agradecimientos, peticiones, recompensas, “tomas y dacas” que Omar Bongo y su equipo manejaron con una pericia impecable.
Al primer gran favor de situarlo en el poder por un golpe certero de estado, Omar Bongó siguió añadiendo regalos a Obiang Nguema con la devolución íntegra del erario público guineano que Macías Nguema, poco antes de ser asesinado por su sobrino, Obiang Nuema, tenía amontonado en sacos, maletones y baúles en sus palacios de Mongomo. Bongo entregó asimismo a Obiang Nguema a todos los fugitivos, antiguos servidores de Macías Nguema, quienes, al proclamarse el triunfo del golpe, huyeron a Gabón llevándose el gran botín pecuniario nacional que Macías almacenaba en sus aposentos palaciegos. Todavía más: Omar Bongo hizo entrega a Obiang Nguema, Presidente gabonés de Guinea Ecuatorial (un país destartalado y hundido en la oscuridad) de unos grupos electrógenos que no pudieron servir de nada al país, ante la ausencia del tendido eléctrico, anteriormente vendido por Obiang Nguema, a precio de chatarra.
¿ Cómo paga Obiang Nguema Mbasogo, Presidente gabonés de Guinea Ecuatorial, tanta generosidad y tanto regalo de Omar Bongo?
De las ilustres personalidades guineanas que formaron la comitiva que acompañó a Obiang Nguema en aquel primer viaje al exterior (Gabón) se escucha un relato cercano a lo dantesco.
Todavía más dadivosos, Omar Bongó y la parte gabonesa, conocedores minuciosos de su paisano Obiang Nguema le organizaron una larga y continuada recepción que acaparó y ocupó prácticamente la media semana prevista de reuniones. Se habla de una auténtica bacanal, donde tres dioses se dieron especial cita: los manjares y la gula de Ceres; la crápula desenfrenada de Baco; todo aderezado con la orgía que se desprendía del monte de Venus. Todos aseguran que el nuevo Presidente gabonés de Guinea Ecuatorial, Obiang Nguema, inmerso en ese orgiástico homenaje de sus paisanos gaboneses, solo recuerda haber firmado unos “papeles” que le fueron presentados a espaldas del resto de sus acompañantes. Se afirma que dichos papeles eran ni más ni menos que la cesión documental de los islotes guineanos de Mbañe y Cocoteros.
A Obiang Nguema Mbasogo, Presidente gabonés de Guinea Ecuatorial; deudor de un avispado acreedor (Omar Bongo) que le obcecó, como un dánao, con tantos regalos envenenados y metidos en el gran caballo de Troya de su elevación al trono del poder en Guinea Ecuatorial, le recuerdan de forma permanente sus conciudadanos gaboneses que les debe, bastante más que su apoyo al golpe de estado del 3 de Agosto de 1.979 y su encumbramiento al trono de Guinea Ecuatorial. Les debe su vida, protección y continuidad en el poder tiránico que protagoniza en Guinea Ecuatorial. En definitiva los gaboneses consideran una imperdonable deslealtad y una gran falta de cumplimiento de sus compromisos, cada vez que Obiang Nguema pone sobre la mesa internacional de discusiones el asunto de los islotes guineanos que les entregó en un despacho a oscuras, a solas, sin más testigos que Ceres, Baco y Venus.
Puestas así las cosas y sabiendo que de lo que se trata es de que Obiang Nguema, en el mejor de los casos solo puede “suplicar” a su paisano Bongo que se olvide de la firma de cesión de Mbañe y Cocoteros que le hizo en aquella noche aciaga ( ¿ A cambio de qué?, preguntará Bongó). Pero si se empeña Obiang Nguema solo podría encontrar una respuesta airada de Bongo que le conduciría a desbancar al tirano gabonés que gobierna en Guinea Ecuatorial. Bongó tiene tantas cartas en su mano, y muy especialmente la que guarda en su manga (la de cesión de los islotes petrolíferos, firmada por Obiang Nguema), que trabaja y asiste mucho más relajado que Obiang Nguema a las sesiones internacionales de discusión. Consciente de que los problemas entre “hermanos” se arreglan dentro de casa. Y que el salto al tablero internacional, con Coffi Annan por medio y dos o tres potencias petroleras enzarzadas en el juego al escondite; y ante la traición de su paisano gabonés (Obiang Nguema), firmante de la cesión, solo queda una salida: buscar a otro interlocutor del tema que poner en Guinea Ecuatorial.
Mientras tanto una poderosa oposición política dehiscente irrumpe con fuerza arrolladora en la República gabonesa (“Bongo debe marcharse”-dicen), y podría en cualquier momento tomar las riendas del poder arrancándolo de las raídas y decrépitas manos de Omar Bongo; y que no se limitarían a reivindicar la firma de cesión de Mbañe y Cocoteros, sino que no dudarían en fagocitarse los escasos 28.000 kilómetros cuadrados de territorio (Guinea Ecuatorial) abandonado, destrozado y que languidece a su lado.
Francia se frota las manos ante esta evidente y atractiva posibilidad. Mientras la potencia colonizadora de Guinea Ecuatorial se pelea por ver cómo huir de la dura realidad y de los inconfesables resultados de una nefasta descolonización, buscando entre la oposición a cuántos entregar a Obiang; a quienes reducir al ostracismo en España; a qué grupos ningunear y a quien promover para sumarle a los designios del tirano gabonés que gobierno en Guinea Ecuatorial. Todo ello luciendo una prepotencia frente a los guineanos tan solo comparable a la que utilizó y utiliza Macías y Obiang Nguema ; o a la que utilizan otras potencias a la hora de hacerse con Guinea Ecuatorial.
Se habla de que España dispone de suficiente documentación necesaria en mapas y documentos jurídicos para solucionar el conflicto.
Sea lo que sea, los guineo ecuatorianos y los gaboneses de cierta edad, es decir que han vivido y sobrevivido las colonizaciones española y francesa, disponemos en nuestra memoria de la suficiente información que definía los “territorios españoles del Golfo de Guinea en dos partes: la continental, Río Muni; y la insular: Fernando Poó, Annobón, Corisco, Elobey Grande, Elobey Chico e islotes adyacentes” Y las verdades de la Enciclopedia son infalibles. Lo han sido hasta aquel día en que, sin previo aviso, sin tratado, sin negociación sin justificación documentada, y sin previa corrección Guinea Ecuatorial y su de las Enciclopedias, Gabón se sintió más capaz militarmente que la mal colonizada Guinea Ecuatorial y sus mentores y decidió quitar lo de “e islotes adyacentes” y Obiang Nguema le dio la razón, aquella noche.
El teatro que se anuncia que se va a reemprender en Ginebra, entre Omar Bongo y su compaisano Obiang Nguema es de muy mal gusto a los ojos, oídos y conocimiento del pueblo guineano; tanto más cuanto que se han podido interceptar conversaciones telefónicas entre Obiang Nguema y sus prohombres más activos en la tiranía, asegurándoles que tiene apalabrada su fácil e inmediata huida a Gabón, en caso de verse obligado a abandonar la tiranía, por pies...
Fuente: Gobierno en el exilio
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