Madrid.- 3 de mayo de 2006. Guinea Ecuatorial es junto a Cuba y Corea del Norte el país más restrictivo y predador de la libertad de prensa en todo el mundo, según el Comité de Protección a Periodistas que presentó ayer su informe en las Naciones Unidas. El régimen de Teodoro Obiang vuelve a la actualidad internacional de mano de la vergüenza y la deshonra de haber convertido nuestro pequeño y bello país en uno de los rincones más aberrantes y con menos calidad de vida de todo el planeta.

La única prensa permitida bajo la dictadura de Obiang es aquella que trabaja para el régimen, transmitiendo al pueblo una imagen divinizada –ridícula, absurda- del dictador y su clan. De cara al exterior, Obiang se sirve de grandes grupos de control de medios para difundir su falsa imagen de modernidad y progreso, o realizando llamadas a medios de comunicación de todo el mundo para, a cambio de una importante suma, cambiar las informaciones que, haciendo honor a la verdad, dejan al dictador por los suelos. Obiang es uno de los más sanguinarios depredadores de todo aquello que signifique libertad, progreso y bienestar.

La tarea de censurar y prohibir el justo de la derecho de la información no se queda solo en Guinea Ecuatorial, sino que el dictador, a través de sus innumerables contactos sin escrúpulos intenta cada día silenciar o boicotear los distintos medios de comunicación de la oposición en el exilio, dificultando también la labor de los informadores extranjeros y la de sus medios. Es más, muchos periodistas occidentales podrán asegurar que su trabajo y su vida en Guinea Ecuatorial también están amenazados. Señalado una vez más con el dedo, al dictador se le está terminando la suerte. Solo espera saber qué harán las grandes potencias occidentales ante una denuncia más de corrupción y terror en Guinea Ecuatorial.

La libertad de prensa es uno de los pilares sobre los que se fundamenta la democracia. El Estado de derecho está garantizado por la libertad de los ciudadanos a expresar sus ideas sin temor a sufrir daño por ello. La crítica y el debate son signos de la madurez de la democracia y del compromiso del Gobierno y de su pueblo por un futuro de progreso y bienestar. En occidente, el sector de la prensa es conocido como el cuarto poder, sirviendo de catalizador, difusor y medidor de la opinión pública, garantizando con ello la participación de las instituciones y los ciudadanos en el plano democrático.

El Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio expresa su profunda pena por comprobar una vez más como Obiang Nguema sigue manchado la dignidad de nuestro país, de nuestro pueblo.

El Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio observa en sus planes de democratización del país la instauración inmediata de la libertad de prensa para permitir al pueblo desarrollar y difundir sus valores, garantizando su regulación e inclusión dentro de la Constitución de la nueva y libre Guinea Ecuatorial.

Severo Moto, periodista de profesión, quiere transmitir en nombre de todo el Ejecutivo en el exilio, su más profundo agradecimiento a todos aquellos profesionales que pese a las grandes dificultades actuales, prestan su trabajo para informar de lo que ocurre en Guinea y en otros países. ”Como periodista he sufrido cárcel y torturas y he visto como mis amigos eran perseguidos o eliminados solo por conocerme”.

” Conozco muy bien el clima de coacción de la dictadura sobre la libertad de prensa. Y eso es algo que aun no ha cambiado en nada. Si tan solo un periodista pudiera entrar en Guinea y contar lo que ve., el mundo, no pudiendo soportar la vergüenza, seguro que no permitiría que el dictador siguiera existiendo. Obiang tiene razones para temer a la prensa, para temer a la verdad”. Concluyó Severo Moto.

Fuente: Gobierno en el exilio

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