Obiang exige que se condene a 12 años a Ndong Ona sin pruebas

Bata 29 Julio 2006

Entre los hechos graves que se suceden ultimamente en Guinea, se encuentra el caso del primo hermano de Obiang, Agustín Ndong Ona.

Ndong Ona estaba recluido en su pueblo tras su viaje a España por motivos de salud. De ahí fue mandado detener por el dictador en el mes de marzo de este año, para ser después juzgado en Bata a puerta cerrada entre los días 4, 5 y 6 de Julio.

A pesar de las presiones, el principal testigo que esperaba Obiang, Serafina Nsono, una de las mujeres de Ndong Ona, no acudió al juicio para inculpar a su marido, tal como fuera ”aconsejada” por Obiang.

Obiang le acusa a su primo hermano de ofensas al jefe de estado. El día 6 de julio el juicio quedó listo para sentencia, pero el presidente del tribunal de apelación de Bata, a pesar de su amistad con Obiang Nguema, se encuentra en una situación muy difícil. En el juicio pudo escuchar de labios de Ndong Ona una letanía de acusaciones contra el presidente Obiang, de quien dijo ser el culpable de todas las tropelías que él se había visto obligado a cometer contra los ciudadanos guineanos.

En efecto, según información de los que estuvieron en el juicio, Ndong Ona habló mucho y dijo de todo. Admitió efectivamente que había detenido ilegalmente, que había torturado a gente inocente, y todo ello para hacerle favores a su primo el presidente y librarle de supuestos enemigos. Dijo que aquellos abusos le crearon problemas de conciencia y que en varias ocasiones le sugirió a su primo que debían hacer las cosas de otra forma y cometer menos abusos.

Sin duda sus manifestaciones debieron impactar al presidente del tribunal ya que entre la presión de Obiang y la situación injusta de Ndong Ona tan evidente, tuvo una ataque de nervios que le obligó a buscar cura en Paris, donde se halla desde hace 2 semanas. La sentencia mientras tanto no puede salir con el juez enfermo en Paris.

Después del juicio, Obiang llamó varias veces al fiscal y al presidente del tribunal de apelación para dictarles la sentencia para Ndong Ona: 12 años de privación de libertad y 12 años de inhabilitación para ejercer cargos públicos.

Obiang reclama que los jueces hagan bien su trabajo pero una vez más observamos que la corrupción, la injusticia, el mal hacer, tienen la base directamente en Obiang, el mandamás que dirige con mano de hierro y mal corazón el país.

Si algo tiene que empezar a cambiar en Guinea, al menos hacia un estado de derecho con independencia del poder judicial, el caso Ndong Ona nos servirá como piedra de toque. Mientras tanto nada se mueve en Guinea ni el optimismo está justificado, sino todo lo contrario.


Celestino Okenve Ndo
Nvo e´Zang Okenve Mituy

Presidente de Foro Solidario Por Guinea Ecuatorial


Fuente: interna

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