Por Severo Moto Nsá
Madrid.- 29 de agosto de 2006. Hoy, a las once y media de la mañana, se cumplen cabalmente 3 años de un acontecimiento excepcional en la política de la oposición guineo ecuatoriana en la diáspora: la creación de un Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio.

En un magnífico hotel de Madrid, culminaba un largo proceso de preparación, de consultas, debates y tomas de decisión sobre un reto que yo había recibido y de una respuesta que yo había dado; el reto de si éramos capaces de constituir un Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, y la respuesta de que sí, éramos capaces.

Todavía fue mas difícil responder al reto de que tal Gobierno en el exilio estuviera integrado por varios partidos de la oposición. Evidentemente, era mucho más fácil y cómodo reunir a la directiva del Partido del Progreso que, meterse en el berenjenal de “conquistar voluntades” de otras formaciones políticas heterogéneas. La respuesta también la pudimos dar al llegar al entendimiento con otras dos formaciones y algún que otro independiente.

Las fotos que ilustran el solemne acontecimiento de la presentación pública del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, aquel 29 de Agosto de 2003, son una viva expresión de un equipo de expertos técnicos y colaboradores que en escasos dos días y una larga madrugada movilizaron personal, voluntarios y escasísimos medios para escenificar el lanzamiento de una experiencia prócer en la oposición democrática guineana.

La primera gran prueba de fuego fue, evidentemente, la frontal oposición, condena y repudio público que recibimos de la oficialidad española. Algo que hubiera sido nefasto para nosotros si el propósito de la creación del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio hubiera sido otro que el de confrontarnos con la tiranía que asola Guinea Ecuatorial. Hemos demostrado que ni queremos ni pretendemos crear más frentes de lucha que contra la tiranía que asola nuestro país.

La segunda gran prueba fue que no hubiéramos alcanzado a tiempo el primer gran objetivo del retorno en libertad a Guinea Ecuatorial y colmar las esperanzas que en nuestro pueblo había despertado la noticia de un Gobierno alternativo a la tiranía.

La tercera y más importante prueba es que hoy hayamos alcanzado, con gran serenidad y empeño un tercer año de actividad, en reuniones, Consejos de Ministros, toma de decisiones y mantenimiento creciente de la confianza y esperanza de nuestro pueblo en vernos juntos en Guinea Ecuatorial.

La frase con que celebramos el segundo aniversario del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio sigue siendo cada vez más actual: “¿Dónde estaría nuestro país si a estas horas, el Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio se hubiera convertido ya en un Gobierno de Unidad nacional para la transición democrática....?

“¿Qué gobernáis...?”-podría ser la pregunta provocativa de los escépticos. Y la respuesta es clara, visible y contundente. Durante los tres años de existencia del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, con un equipo humano de once personas, absolutamente consolidado; flanqueados por un dinámico equipo de colaboradores y técnicos de muy variadas materias; pertrechados de un proyecto de Gobierno incontestable; listos para la primera medida de choque (romper las barreras que trocean las libertades en Guinea Ecuatorial) quizás el mayor éxito de estos tres años sea, ni más ni menos, que haber aprendido a hacernos las preguntas adecuadas, a conocernos a nosotros mismos , para mejor conocer a nuestro pueblo y así gobernarlo con la dignidad que se merece.

Un último apunte nada estrambótico, es la inquebrantable disposición del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio y de cada uno sus miembros, a desmontar los andamios de esta experiencia política, tan pronto se haya puesto en marcha un proceso de transición a la democracia en la República de Guinea Ecuatorial.

Mientras tanto, el pueblo guineo-ecuatorial sabe y puede estar seguro de que cuenta con una alternativa de gobierno y dirección de nuestro país.

“La esperanza está al final del camino; la victoria está al alcance de la mano...”





Fuente: Gobierno en el exilio

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