CRONICA DE LOS VIERNES N° 74: ZE EBERE EKUM PIDE LAS TRIPAS DE UNA BOA DE FALSOS MISIONEROS CAMERUNESES QUE QUERIAN ESTAFAR A SU SOBRINO MELCHOR ESONO EDJOH. ANE YAAAAAAAA?

Mesé djom ezing, mene Okukut mbot, ka’a vus ka’a abum, ka’a mbot osu ka’a mbot omvus, ka’a esa ka’a nyia. Nkug’nkug, ane nkug elé ka’a mitem. Madjo ve medjo. Nge ondug ma y’ondug fe Zama?

Ebibeyin, 15 de septiembre de 2006.

Tres falsos sacerdotes y una falsa monja, todos cameruneses, intentan engañar a Melchor Esono Edjo con una gran serpiente boa y unos amuletos: la historia que parece un cuento de hadas en el país de los miríficos no es una ficción sino una realidad que ha acaecido en esta ciudad capitalina de Kie Ntem Akonangui Aba’a Ada ye miawoooooog?

Los falsos religiosos llegan al obispado de Ebibeyin donde piden al Padre Mauricio de la catedral que quieren trasladarse a Malabo: Llevaban grandes bolsos. Pero lo que no se podía imaginar era el contenido de los bolsos porque en dos de ellos los falsos misioneros escondían una boa de más de 6 metros y unos amuletos.

El Padre Mauricio les aconseja que duerman en el obispado pero ellos muy apresurados declinan la oferta del cura de la catedral de Kie Ntem y se van en el Hotel Inmaculada donde alquilan sus habitaciones. Una vez dentro, los falsos misioneros descargan sus respectivos bolsos en los cielorrasos de sus habitaciones. Instantes mas tarde, vuelven al recepcionista y reclaman el cambio de habitaciones porque según ellos, el hotel no era sano. Había malos espíritus, amuletos y una gran serpiente que robaba los dineros y otras pertenencias en el hotel. Insisten y aconsejan al recepcionista que informe rápidamente al propietario del hotel para que se proceda urgentemente al exorcismo del lugar y que dentro de poco tiempo si no se cumple con este requisito habrá graves problemas en el hotel.

El recepcionista se ejecuta, les cambia de habitación y comenta al propietario Melchor Esono Edjo, sobrino de Odjampa Ze Ebere Ekum mal de Guinea. Minutos después viene una mujer de origen cubano para pasar la noche con su novio. El recepcionista les aloja en una de las habitaciones que habían dejado los falsos misioneros. Al entrar en el cuarto, se chocan con la gran boa y salen gritando de estupor y pidiendo socorro.

Los vecinos y demás inquilinos no creen en lo que están oyendo y acuden al hotel cuando la serpiente intenta huir del gran tumulto provocado por su aparición.

La muchedumbre consigue capturar al gran reptil. Interrogado, el recepcionista cuenta a todos lo que le habían dicho los huéspedes falsos misioneros. Furiosa, la muchedumbre detiene a los falsos curas y pide que traigan sus bolsos. La falsa monja muy preocupada revela el contenido de los bolsos y los trabajadores del hotel recuperan el resto de los amuletos y denuncian los hechos a la policía que procede inmediatamente a la detención de los falsos misioneros quienes reconocerán los hechos y declaran que querían dar un golpe de efecto y estafar al Señor Melchor Esono Edjo para que les ayude después de purificar el hotel a obtener pasaportes guineoecuatorianos y visados para trasladarse a España vía Malabo.

Los falsos misioneros serán conducidos manu militari a Malabo donde encarcelados esperan ser juzgados y condenados por sus hechos.

Pero la gran sorpresa vendrá de Ze Ebere Ekum alias Odjampa Obiang Nguema. El mandamás, después de ser informado pedirá a su sobrino Melchor Esono Edjo que le envíe las tripas del Gran reptil para sus prácticas maléficas. Recordamos que en crónicas pasadas, en Luba y en Mongomo, dos grandes boas habían sido abatidas y el mismo Ze Ebere Ekum había pedido sus tripas y ciertos amuletos que se habían encontrado dentro de las tripas de los reptiles: Akieeeeeeee!

Pero por la enésima vez, Obiancamano Ze Ebere no tendrá lo que quiere habida cuenta de que los vecinos del hotel habían quemado públicamente y horas antes al famoso reptil de los falsos misioneros cameruneses.

Así pasan las cosas en esta Guinea mejor de Obiang Nguema y su familia para lo peor del pueblo.

¿Hasta cuando seguiremos aguantando estas fechorías? Za djama dabobo ana? Akieeeeeeee!

No soy nada. Soy un pobre hombre, sin espalda ni vientre, no tengo ningún hermano ni padre ni madre. Sólo un tronco, como un tronco de árbol sin ramas. Sólo hablo por hablar. Si me engañas tú, ¿Engañarás también a Dios?
Hasta el próximo viernes.
Okukut Mbot.


Fuente: Okukut Mbot

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