Por : Dr. Samuel Mbá Mombé, médico

Que la oposición se olvide de España, Francia, Estados Unidos y de la llamada Comunidad Internacional en la solución de los problemas que azotan a nuestro país. Soy tan pesismista que considero una ingenuidad creer que la tiranía impuesta en Guinea Ecuatorial desaparecerá con la intervención de la Comunidad Internacional o de los países llamados democráticos siempre que esos últimos sólo están interesados en las riquezas de nuestro suelo y subsuelo.

La oposición democrática debe centrar su atención en la elaboración de estrategias comunes a fin de enfrentar con determinación la situación de miseria política, moral y económica que el oprobioso régimen de Teodoro Obiang Nguema ha impuesto a nuestro pueblo desde su accesión al poder através del golpe de Estado palaciego mal llamado de libertad.

La oposición debería ser consciente ahora más que nunca de su gran responsabilidad moral y patriótica ante nuestro pueblo y dejar por una parte el lloriqueo ante la llamada Comunidad Internacional o ante los países llamados democráticos y por otra, de hacer la política del ruido para dar la sensación de que algo se mueve.

La actual visita del dictador Teodoro Obiang Nguema a Madrid, es una clara manifestacion de la apuesta del Reino de España por la dictadura en detrimento de las sanas aspiraciones de nuestro pueblo a la democracia, libertad, justicia y ley. El pasado de España en Guinea Ecuatorial fue un rotundo fracaso y podemos ya celebrar que el presente y el futuro también serán otro fracaso.

El único interés de España en Guinea Ecuatorial es querer como otros, comer en la cocina de Teodoro Obiang Nguema. Poco, por no decir nada se puede esperar de España en el proceso de normalización política en nuestro país. En 38 años, España ha sido incapaz de adoptar una posición clara en su política respecto a Guinea Ecuatorial.

Todo ha sido desaciertos y despropósitos que ponen en evidencia la inteligencia y el tácto político de los dirigentes españoles que no se enteran que el chantaje es el arma que utiliza Obiang para bloquear toda manifestación a favor de una apertura democrática creíble y transparente en Guinea Ecuatorial. Pues, la estrategia de Obiang está cosechando sus frutos y la invitación del Gobierno español a visitar España es el botón de muestra de la claudicación ante el chantaje y no ante la razón.

Es pura ilusión pensar que España vendrá a resolver nuestros problemas. Dejemos de ser ilusos y ponernos a trabajar. El lloriqueo nos ridiculiza ante propios y extraños. Demostremos al mundo lo que somos capaces de hacer para producir el cambio que reclama nuestro pueblo y si no somos capaces, mejor que nos retiremos de la escena. La política del ruido y de levantar el humo sólo pone en evidencia nuestra capacidad de poder vertebrar un proyecto de cambio que inspire confianza. El pueblo ya está cansado de declaraciones de buenas intenciones . Ya es momento de pasar de las palabras a las acciones porque el tiempo apremia.



Fuente: LD

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