El Primer Ministro, Mangue m´Obama, asume las funciones de defensor del consumidor frente a las compañias aéreas y de telecomunicación.

Malabo 8 de enero de 2006.-

El pasado dia 4 Ricardo Mangue m´Obama convocó a los responsables de la compañía de telecomunicación GETESA y les exigió que pusieran fin al mal funcionamiento de los servicios. Estos se habían degradado ultimamente según varias quejas recibidas de la administración y de las empresas.
GETESA es el operador que en régimen de cuasi monopolio gestiona los servicios de telecomunicación. El estado guineano tiene el 60% de las acciones de GETESA, mientras France Telecom tiene el 40% restante. Sin embargo el director general es un francés, Daniel Dauchat, cuya familia al parecer tiene unas relaciones estrechas con la familia Obiang.

Daniel Dauchat aduce que el mal servicio es debido a la saturación de los equipos ya que han aumetado los usuarios sin que al parecer se hubiera incrementado el numero de equipos instalados. De ser cierta esta saturación, Daniel estaría violando las normas básicas de gestión que dictan que los equipos de telecomunicación se han de calcular en función del tráfico, asegurando siempre una calidad de servicio mínima en condiciones normales, es decir para una demanda de tráfico medio.

Mangue m´Obama no pidió a GETESA que le explicaran los planes de expansión de la empresa, que debieron ser aprobados en la última reunión anual de accionistas en las que se repartieron los dividendos. Es seguro que esta reunión que obliga la ley de sociedades anónimas no tuvo lugar a lo largo de 2006 ni tiene lugar nunca. Y solo se trata de dos socios: el estado y la empresa francesa France Telecom.

Si Mangue m´Obama quiere que se aplique la ley tal como él prometiera en su toma de posesión, debe exigir al ministro del ramo, o sea, al de Transportes. Eso sería así si Ricardo fuera realmente jefe de gobierno, es decir, si los ministros ”le reportan” y dependen de él. Parece que muchos ministros siguen reportando a Obiang que es el verdadero jefe de gobierno -si gobernara-. Los ministros fueron designados por Obiang no para que funcione nada sino como un mecanismo de premios compensatorios entre las tribus y entre los distritos. Si un ministro no ha sido nombrado por el primer ministro, es difícil que deba rendir informes a éste. Si un ministro desobedece al primer ministro, éste no tiene capacidad para echarle del gobierno. Guinea no es un régimen parlamentario sino presidencialista y el primer ministro es, como muchos dicen con razón, un vicepresidente de facto sin grandes atributos.

En todo caso es el ministerio de transportes, a través de sus servicios de inspección técnica de los operadores de telecomunicación, quien debe vigilar y sancionar en su caso a las empresas de telecomunicaciones que no cumplan dos aspectos: el contrato con los usuarios de los servicios -que cae en el ámbito del derecho civil pero el estado viene obligado a defender los intereses de los usuarios- y el contrato con el estado cuando éste le cedió la explotación de los servicios de telecomunicación, los cuales eran entonces de titularidad estatal.

Pero incluso resulta paradójico que una empresa que es estatal -porque el estado tiene la mayoria de las acciones- en lugar de que el estado utilice los mecanismos de control directo a través de sus representantes en el consejo de administracion que controla, se tenga que llamar a los responsables para pedirles explicaciones. Ricardo tenia que llamar al presidente del consejo de administración, que es nombrado o debiera ser nombrado por el estado guineano y pedirle cuentas o cambiarle. Pero seguro que ese presidente, si existe como mandan las leyes, fue nombrado por Obiang y es un pariente suyo.

El estado guineano no acab de ser organizado como tal ya que Obiang entiende que el estado es su grupo de familiares que se ven a la hora de comer o de cenar en su casa. Los demás que trabajan para el estado son trabajadores de Obiang y él les premia con unos salarios. O sea que en definitiva el estado guineano es propiedad privada de Obiang Nguema. Con esta mentalidad nada se puede hacer.

Cuando France Telecom adquirió el 40% de la empresa de telecomunicacion antigua, pagó directamente a Obiang el 40% del valor estimado de lo que habia sido los servicios de telecomunicacion (dos centrales telefonicas regaladas por los chinos, diverso material procedente de cooperaciones internacionales, mas los restos de la antigua empresa Torres Quevedo) y no se realizó ninguno contrato al amparo de ninguna Ley sobre el sector público o sobre las telecomunicaciones. Posiblemente ni siquiera se inscribió la sociedad. Durante el proceso formal de reparto de dividendos, el 60% de las ganancias de Getesa deben ir al tesoro público pero esto nunca se ha hecho. En los presupuestos del estado nunca ha aparecido el sector de las empresas estatales (o el porcentaje estatal de las empresas privadas). ¿Quien se queda con los dividendos de las empresas estatales?: Obiang Nguema y su familia.

Hace poco se ha aprobado una ley que en teoría liberaliza el sector de las telecomunicaciones. Pero el sector permance sin estar organizado al menos en lo que toca al estado. No se sabe cómo utiliza el estado el 60%. Se debe crear un gran holding como fue el caso del INI español, que sea el poseedor de las accionesdel estado en cada empresa participada por éste. Y desde esa empresa holding estatal es donde deberia diseñarse e implementarse la verdadera política industrial del estado, no desde las cenas de la familia Obiang.

Ricardo se reunió con los responsables de Getesa para expresar sus quejas, pero este no es el mecanismo correcto sino una continuación de la anarquía que encabeza su jefe Obiang Nguema. La conclusión es que hasta ahora Ricardo no usa los PROCEDIMIENTOS.

El viernes de la semana pasada Ricardo se reunió con los representantes de cuatro compañías aéreas europeas que vuelan a Guinea. Les dio un plazo de 15 días para que mejoren sus servicios. Para Ricardo Mangue Air France y KLM son excesivamente caras y utilizan aviones pequeños, Swiss tenía tarifas abusivas teniendo en cuenta la distancia recorrida que es similar a la de las demás vuelos europeos mientras que para Iberia y Spanair, además de las tarifas abusivas éstas daban un trato vejatorio a los viajeros guineanos con pérdidas frecuentes del equipaje sin compensación y la negativa al exceso de equipaje. Mangue m´Obama les ha dado a las compañías un plazo de 15 dias para que presenten las alternativas, cambien los aviones y revisen sus tarifas.

Está claro que las compañías aéreas que vuelan a Guinea son privadas y no pueden ser objeto de intervención en sus tarifas o en el tipo de aviones siempre que estos últimos cumplan las normas de seguridad. En cuanto al mal trato que reciben los guineanos en los aviones españoles, esto debe ser objeto de queja formal ante el ministerio de transportes. Hay que recordar que el torturador Ondo Nkumu humilló a Iberia al exigirle que recibiera todo su exceso de carga so pena de no poder volar a Guinea. Lo cierto es que Iberia ultimamente ha empeorado la calidad de sus servicios.

Algunos sospechan que las amenazas de Ricardo a las empresas aéreas europeas tienen como trasfondo la famosa lista de la Unión Europea en la que se prohibe volar en territorio europeo a los aviones registrados en Guinea. Ricardo estaría así siguiendo las instrucciones de su jefe pero incumpliendo las normas básicas organizativas. Nunca un gobierno puede exigir a una compañía a usar unos aviones ”acordes al rango del país”, tercer productor subsahariano de petroleo. Ni a mantener unas tarifas que proceden de un mercado que no es monopolista, salvo que alguna norma firmada lo contemple.

De nuevo Ricardo vuelve a suspender en procedimientos. El estado de Derecho se basa esencialmente en los métodos o formas, que cunplen una función de garantía.

Guinea aprobó el vuelo de las compañías europeas mediante un decreto, mejor dicho, debió aprobarlo mediante decreto. En ese documento debía contemplarse cualquier exigencia sobre el tamaño o calidad de los aviones y es ese documento el que ha de servir de base para cualquier decision de la administración. O una norma de rango superior a las concesiones de vuelo, que al parecer no existe. Lo demás sería ejercer al margen de la ley, es decir, una pura arbitrariedad, el mismo estilo que su jefe Obiang acostumbra a utilizar.

Terminada la flatulencia de la lucha contra la corrupción, ahora toca hacer de defensor del consumidor para ganarse a una población cansada de arbitrariedades y que no ha visto un avance significativo desde que Ricardo llegó al cargo de primer Ministro.



Fuente: propia y agencias

¡Nota importante!
El contenido de los artículos publicados no refleja necesariamente la opinión de la redacción de guinea-ecuatorial.net
Véase también la declaración sobre el uso de seudónimos