Los miembros del abultado, multitudinario, corrupto e incompentente gobierno de Guinea Ecuatorial han sido ” agraciados ” esta semana con un ” regalo de lujo” por parte del dictador: vehículos todoterreno automáticos de última generación, marca mitsubishi de la gama pajero gls, adquiridos en Bélgica.

Esos vehículos, cerca de 80, han debido costar, incluyendo el transporte , cerca de 35.000 euros cada uno. Hechas las cuentas, se han gastado, aproximaamente, 2.800.000 euros, en un país donde el 80 % de la población sobrevive con menos de 1 dólar al día, y donde faltan los servicios públicos más elementales y los índices de desarrolo arrojan cifras escandalosamente bajas.

Se gastan 2.800.000 euros en adquirir vehículos de lujo en un país donde el servicio sanitario y los hospitales están prácticamente en estado de ruina absoluta; los funcionarios cobran salarios bajos y miserables; en las escuelas de la enseñanza primaria y los institutos de Malabo y Bata, así como en el resto del país, carecen de pupitres y material escolar; muchos departamentos oficiales carecen hasta de sillas, máquinas de escribir, ordenadores, papeles, ...; la escasez de alimentos y otros bienes esenciales es tan elevado, que sus precios son incluso superiores que en los países superdesarrollados como el Japón o Singapur. Es país está sumido en un baile de contradicciones entre la supuesta abundancia de liquidez por los ingresos del petróleo y la realidad de la miseria, presente en todas las esquinas de la geografía de Guinea Ecuatorial, y en todos los aspectos de la vida social y económica.

Se producen situaciones de un absurdo incomprensible, en el sentido de que algunos de los nuevos miembros del gobierno, ” agraciados ” con los vehículos de lujo, viven en chabolas, en barrios periféricos de la ciudad, lo que de vez en cuando causa problemas de vecindad entre los nuevos poderosos y la humilde población de dichos barrios, ya que no disponen de sitio de ” garaje” para aparcar sus vistosos vehículos.

Nos imaginamos que esos vehículos servirán a sus propietarios en las próximas campañas electorales. Y nos imaginamos también que deberán emplearse a fondo sus propietarios en la estrategia del fraude, la intimidación y de las actuaciones ilegales para ser ” merecedores ” o ” dignos ” del ” regalo ” recibido y alzarse el PDGE con la ” victoria ” del 100 % de los votos, como de costumbre.

Para comprar voluntades el dictador se ha convertido en una verdadera autoridad experimentada. Está más que claro para quiénes gobiernan esa gente: para sí mismos.



Fuente: MBO OBA

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