El escrito en guinea.net, firmado con el alias, supongo, de ”Elías Bombero” aunque en portada figura como Clemente Nguema, me ha sobrecogido y retrotraído a momentos puntuales e importantes de mi experiencia como responsable de la Emisión para Guinea de REE.

De una forma más o menos técnica incluída la redacción, Clemente, lanza un grito de advertencia sobre las elecciones futuras con la certidumbre de que se van a celebrar con las mismas garantias (ninguna) de las precedentes.

¡Cuántas veces he escuchado esta misma lamentación de guineanos indefensos, impotentes ante el fraude electoral repetido sistemáticamente (todo lo malo en Guinea es sistemático) por un régimen que para ello ha contado con la complicidad interesada de una comunidad internacional, muda, sorda y ciega!

Puedo asegurar que la opinión que vierte el escrito de Clemente es compartida por una gran mayoría de guineanos. Es un exponente de lo que siempre esperaron, temieron y comprobaron en reiteradas ocasiones. Nada para ellos ha cambiado desde que se iniciara el mal llamado proceso de transición a pesar de los intentos del règimen en demostrar lo contrario a sus ”autistas” colaboradores internacionales.

En estos días se celebran elecciones presidenciales en Francia y los españoles estamos convocados para dentro de unas semanas a elecciones autonómicas y municipales. Me pregunto qué ocurría si se observaran irregularidades en el censo, ¿se pertimitirían sin haberlas corregido previamente? En Guinea, no se trata de unas determinadas y puntuales irregularidades, sino en la propia elaboración de un sempiterno inexistente censo que se engorda de electores fallecidos, inventados, etc, a favor del fraude.

En las elecciones europeas a las que antes me he referido ¿se permitiría que el elector no gozara del derecho de que su voto sea secreto y para impedirlo se utilizara la intimidación, amenaza y otras violaciones? ¿Se desarrollaría desde el partido gobernante la previa declaración jurada de compromiso-fidelidad (con fotografía incluida del elector) para que vote a su favor?. ¿Se puede y debe concurrir (aparte de lo anterior señalado) a unas elecciones donde a excepción del partido en el poder ningun otro disponga de un tiempo justo para explicar su programa en los medios de comunicación estatales (en el caso de Guinea gubernamentales) y sin libertad de desplazamiento, celebración de mítines, etc, para la oposición?

Estas y otras conductas serían imposibles de realizar en el marco de la comunidad europea. Entonces, cabe preguntarse por qué los dirigentes de esa misma comunidad son tan permisivos y poco exigentes cuando se trata de un país como Guinea, cuando desde 1993 se vienen reproduciendo sin alteración alguna dichas conductas, otras no señaladas, pero la clara evidencia de que se trata de fraudes electorales sin que provoquen un solo pronunciamiento internacional en contra de las mismas. ¿Cuáles son las causas para que esto se permita? ¿No se trata del llevar el sistema democrático a todas las partes del mundo? ¿No se han justificado embargos, sanciones y hasta ocupaciones de paises con esta excusa?

El ciudadano medio occidental ya no vive engañado por esta falacia de los políticos que si no te la meten por un lado lo hacen por otro justificando la presencia de tropas de sus paises amparándose en cualquier estratagema.Pero eso será motivo de otro comentario.

Centrándome en Guinea la cuestión es eminentemente económica y eso lo sabe hasta un niñaɔ de corta edad. Lo cual no deja de producir un estado de abrumadora impotencia y rechazo. Y lo que es más, una preocupación de que ese pueblo, el guineano, ante las reiteradas evidencias y pruebas de su indefensión y dependencia eterna a un régimen tiránico pueda escoger una vía hasta ahora no utilizada: la violencia. Una sociedad degrada e intimidada como la guineana que ha mostrado hasta el momento como cierto pesimismo/desaliento en la consecución de sus reivindicaciones de libertad y justicia, pero nunca la aceptación del régimen dictatorial. Es como una olla a presión sin que se pueda predecir por dónde y de qué manera puede a salir el vapor. Y este riesgo siempre resulta peligroso y poco deseable.

Los gobernantes del mundo ”mundial” que se muestran tan preocupados y defensores de los derechos en sus discursos deberían tener muy en cuenta un procedimiento que no practican en la mayoría de los casos (no exentos de intereses como siempre) cuando se trata de sociedades atenazadas por la injusticia y falta de libertades: la prevención de conflictos, que conllevan la violencia indiscriminada.

Tenemos, desgraciadamente, muchos ejemplos. Por mencionar algunos continentales africanos, el de Ruanda, que en nada es parecido a Guinea pero al que no se le prestó en su momento adecuado la debida atención y ayuda; el ex-Zaire manteniendo en el poder a un sátrapa hasta que otros intereses ajenos al humanitarismo le depusieron con un Kabila ( otro parecido) nada adecuado a crear una situación equilibrada y falta de violencia. Para muestra, su hijo y sucesor en la presidencia viene demostrando su ”capacidad”, solo tenemos que leer las nada alentadoras informaciones procedentes de la ahora República Democrática del Congo; Liberia, Sierra Leona, Somalia, en todos ellos la sangre derramada ha seguido siendo un signo de distinción así como las materias primas robadas a sus pueblos, esquilmadas y manchadas con ella y que salieron y salen de esos paises.

Las elecciones en Guinea Ecuatorial se pueden equiparar (salvando las distancias e importancia) a un sorteo amañado donde con antelación ya se tienen previstos los números premiados o como un combate de boxeo con tongo incluído. No hay sorpresas para sus realizadores, pero sí frustración para los que concurren y en el caso de Guinea desesperación ante el fraude cometido.Me encantaría equivocarme y que en esta ocasión no sucedieran las las abultadas y antidemocráticas irregularidades de anteriores ediciones. Pero, un país que celebra unos comicios sin poner a los presos de conciencia en libertad, sin promulgar un amnistia general garantizada para los exiliados y sin legitimar los partidos que llevan mucho tiempo solicitando reiteradamente su legalización sin obtener respuesta, salvo la persecución hacia sus componentes, pocas trazas de transparencia reúnen.

Pero todo esto está por venir. El tiempo y los hechos darán o quitaran argumentos. Aunque debemos tener en cuenta los precedentes se celebraron y ahí quedaron para siempre las suficientes pruebas de haber sido unas elecciones fraudulentas y exentas de las más elementales garantías democráticas y de limpieza.

Y ante reacciones poco respetuosas hacia el escrito de Clemente he de aclarar que lo importante es que los guineanos puedan aprovechar la existencia de un medio para opinar y ejercer ese derecho en libertad y tan perseguido e imposible en su país.
Rafi de la Torre.



Fuente: guinea.net, Foro y propia

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