Por: Dr. Samuel Mbá Mombé (Médico)
El anuncio ”oficial” sobre la celebración de las elecciones legislativas en GE para el próximo año 2008, dá pábulo a ciertas reflexiones. La experiencia de los casi 16 años del defectuoso proceso bautizado de democratización, nos obliga hacer algunas puntualizaciones respecto a éste proceso que pudo haber sido el inicio de una verdadera andadura hacia el camino de la Reconciliación Nacional. Sin embargo, los actuales dirigentes perdidos en sus conceptos prehistóricos de autoridad y de supremacia tribal, lo han convertido en un instrumento propagandístico para afincarse en el poder.
Como se ha podido comprobar a largo del tiempo que nos separa desde el inicio del proceso de “apertura política” en GE, las cosas tal como se hacen en nombre de la democracia (la Ley Fundamental de 1991, las leyes Electorales, etc. etc.) es previsible que el Pueblo caiga en la apatía y se automargine al sentirse ligado con un proyecto que nó comparte y que le es hostil; de esta forma lo único que quedará asegurado sería la continuidad de la dictadura bajo otros presupuestos conocidos por democratura. Esta hipótesis cobra más fuerza cuando vemos la superficialidad con la que son tratados temas de envergadura nacional; de lo frágil que son las instituciones encargadas de establecer y regular las normas de convivencia ciudadanas. Por ejemplo, la Constitución de 1991, las elecciones legislativas del 21 de noviembre de 1993, las municipales de 1995 y las presidenciales de 1996 y otras que seguido después.
Se sostiene que la democracia es tridimensional, compuesta de tres elementos principales:
1. Elementos políticos, que entrañan la participación popular en las actividades políticas del Estado a través de la libre expresión del pensamiento, del sufragio universal (derecho a votar y a ser votado), de la militancia en partidos políticos, el acceso a los medios de comunicación sociales, etc. etc.;
2. Elementos económicos y sociales de la democracia implican la equitativa distribución de la renta nacional y el acceso popular a los bienes y servicios, tales como el bienestar, la cultura, la educación, el trabajo, la seguridad social, la salud, la recreación, etc. etc. Porque nó es libre sino el que tiene los medios económicos necesarios serlo, y sin seguridad económica nó existe para la persona humana la posibilidad de realizarse, ni es factible la formación de una sociedad de derecho, fraterna, dinámica y en paz. Por lo que es necesario erradicar el nepostismo, la dominación política y económica de un determinado clan o grupo étnico. Luchar contra la marginación social, las discriminaciones étnicas, la intolerancia religiosa, los previlegios y desigualdades, el ingreso económico que nó se debe al trabajo y en general, contra toda otra manifestación antidemocrática que menoscabe la libertad y la seguridad económica y social del ente humano.
Es dentro de ese contexto que se supone que el respeto a los Derechos Humanos nó se opone a los cambios estructurales de la sociedad que posibiliten un desarrollo socioeconómico acelerado y que mejoren la calidad de vida del Pueblo guineoecuatoguineano. Se sostiene además que la justicia social y libertad son elementos complementarios de una sociedad moderna y progresista en la cual, las personas tengan medios materiales para que puedan ser libres y vivan con dignidad.
La mare magnum de irregularidades que caracterizan el bochornoso proceso de democratización nó deja lugar a dudas que el objetivo del régimen presidido por el autonombrado General Teodoro Obiang Nguema, es perpetuarse en el poder a través de unos presupuestos políticos erróneamente bautizados de ”elecciones democráticas”.
En conclusión, la democracia es una forma de organización de la sociedad, es decir, algo más que una forma de gobierno, algo más que la ordenación de las magistraturas públicas, dentro de la cual se dan métodos eficaces y concretos de participación popular nó solamente en la toma de decisiones políticas dentro del Estado, sino en algo más que en nuestro tiempo resulta, tal vez más importante: el disfrute de los bienes y servicios generados por el trabajo individual y colectivo. Y nó necesitamos llamar al sistema democracia participativa, ni nada que se le parezca, porque la Democracia es participativa; puesto que lo que define y distingue a la democracia, es la participación popular.
Fuente: LD
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