El Ejército repelió el ataque a la residencia del presidente guineano.
Calma total. Esa era casi la única coincidencia en las confusas informaciones que llegaban ayer desde Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial, horas después del fracaso de una intentona de asalto al palacio presidencial en ausencia de el Jefe, el presidente Teodoro Obiang, que gobierna la antigua colonia española con mano de hierro desde 1979. Pero muchas preguntas aún no tenían respuestas claras.
El asalto de una veintena de hombres armados a la residencia de Obiang --que no estaba en Malabo sino en Bata, capital de la región continental, desde hace días-- fue repelido por el Ejército y las fuerzas de seguridad tras más de tres horas de intercambio de fuego. Al parecer, los asaltantes habían llegado de madrugada en dos lanchas fuera borda al puerto de Malabo, a cinco kilómetros del palacio. Una de las lanchas fue destruida, y el ministro del Interior, Clemente Engonga, confirmó la muerte de al menos un soldado y un miembro del comando.
El Gobierno guineano acusó del ”ataque terrorista” al Movimiento de Emancipación del Delta del Níger (MEND). ”El MEND no está involucrado para nada. La gente está paranoica”, respondieron los rebeldes en un comunicado a Reuters. La hipótesis de un intento de robo de las riquezas que se supone que el presidente almacena en su palacio era plausible. Aunque también la de un golpe de mano de mercenarios vinculados a intereses excluidos del reparto de la tarta petrolera guineana, como el encabezado por el británico Simon Mann en el 2004.



Fuente: diario de navara

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