Acabamos de vivir en directo el espectáculo circense que ha organizado hoy el Presidente Obiang en el Estadio de Malabo para su público favorito: el inocente y engañado pueblo de Guinea Ecuatorial. Tanto el principal actor-Papá Obiang, como sus payasos han presentado un espectáculo que merecería el Oscar del Ridículo. No se ha escuchado nuevo en sus intervenciones que no fuera sus elogios al “Libertador” de Guinea Ecuatorial al que “Dios inspiró llevar los destinos del país”. A estas payasadas se han unido los representantes de la Iglesia de no se sabe qué Dios si el de Israel o de Akoakam. Hay que señalar que muchos de los ministros de culto que han secundado el espectáculo son de sectas que pululan por el país.

Los que somos de la década en que Guinea Ecuatorial obtuvo la independencia si nos dejamos engañar por las manipulaciones de la dictadura de Obiang es porque nada aprendimos de la otra dictadura, la de Macías en la que el actual dictador jugó un papel importantísimo al frente de las Fuerzas Armadas Populares. Los inventos de tentativas de invasión mercenarias a Guinea Ecuatorial nos revelan cómo Obiang Nguema aprendió y aprobó esta asignatura durante la dictadura de su tío Macías. Como botón de muestra, los que somos de la generación de los años cuando Guinea Ecuatorial obtuvo la independencia, recordamos buenamente la tentativa de invasión mercenaria que el dictador Macías anunció a bombo y platillo y que le obligó a recrudecer su represión contra los que se llamaban subversivos o descontentos. Agustín Nze Nfumu, Santiago Nsobeya Efuman, Daniel Mbá Oyono, Alfonso Nsue Mokuy, Severo Moto Nsa y otros se acordarán del texto del comunicado que se difundió en aquel entonces que comenzaba así: “Según fuentes fidedignas, un barco cuya bandera no identificada y con un grupo de mercenarios a bordo, se dedica rumbo a Guinea Ecuatorial…” Pues, la fobia a los mercenarios es una enfermedad que el dictador Obiang viene arrastrando desde la época de Macías y una pesadilla de la que no se librará hasta que se vaya al otro barrio.

Obiang ve enemigos por todas partes y así los fabrica también para luego liquidarlos y así infundir miedo a la población de que es capaz de abortar cualquier tentativa para derrocarlo. Hay que abatir a todo aquel que pueda ser sospechoso y lo ha dicho ahora de nuevo: “las fuerzas navales tienen luz verde para abatir cualquier embarcación fortuita que se asome a nuestras costas” y esto para él es legítimo. En su arenga con ocasión del espectáculo del Estadio de Malabo ha dicho textualmente que “la investigación ha confiscado teléfonos de ciertos individuos que probarán su complicidad” en el asalto de la presidencia y ha añadido que “los asaltantes cuentan con la financiación tanto externa como interna”. De entre los intervinientes el que se ha ido más lejos es el presidente del CLD, Alfonso Nsue Mokuy quien ha pedido la pena de muerte para todos los implicados en la tentativa. Plácido Mico de CPDS ha condenado enérgicamente el acto al tiempo que ha felicitado a las Fuerzas Armadas Nacionales y de la Seguridad del Estado por haber abortado la tentativa y ha instado al Gobierno a mantenerse sereno y evitar atropellos contra nacionales o extranjeros que nada tienen que ver con los hechos.

No sabemos las cifras oficiales de la participación al acto pero para los que lo hemos seguido en directo podemos afirmar que el Estadio de Malabo estaba casi vacío en comparación con lo que fue el mitin electoral del PDGE en las pasadas elecciones legislativas y municipales del mes de Mayo de 2008. El payaso más aplaudido por las chorradas que decía, es el Jefe del Laboratorio del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), el agitador y movilizador de masas fantasmas, Filiberto Ntutumu Nguema. Su arenga parecía más de un mitin político (y es lo que era) para el PDGE, una forma de iniciar la campaña electoral sin elecciones. El culto a la personalidad ha marcado todo su discurso (`para llamarlo de alguna manera).


Fuente: LD

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