La situación de inseguridad generalizada que se vive en Guinea Ecuatorial desde el 17 de febrero es un punto de inflexión importante que no deberá dejar indiferentes a los distintos analistas de la realidad socio-política guineo-ecuatoriana, a las empresas multinacionales del sector petrolero y del gas; a opositores radicales y exiliados; a los falsos y cobardes opositores aliados de manera voluntaria o involuntaria con el régimen dictatorial, y finalmente, a algunos gobiernos occidentales, que han brindado de manera continuada su apoyo incondicional al régimen tiránico de Malabo durante las tres últimas décadas (España y Francia ), a pesar de los hechos y realidades que aconsejaban y aconsejan lo contrario.

Una de las primeras consecuencias manifiesta, es que el tirano ha asumido él mismo la cartera de seguridad nacional y ha colocado a un ” testaferro ” ( Nicolas Obama Nchama ) como ” ministro virtual ” encargado de ejecutar las directrices de la nueva ” estrategia de terror” diseñada por el tirano en persona para capear el ” temporal” hasta la eliminación total de los posibles responsables de la nueva inestabilidad política que se ha adentrado hasta su palacio y está llamando de manera insistente a las puertas de sus aposentos, para ajusticiarlo.

Durante muchos años, el tirano mantuvo las carteras de Defensa y Seguridad Nacional en su ámbito de competencias gubernamentales, simultáneamente con la responsabilidad de presidente de la república ilegitimo. En cuanto fue tomando cierta confianza en la estabilidad de su régimen, le designó a Melanio Ebendeng Nsomo de Vice-Ministro de Defensa y a su tío Manuel Nguema Mba, Secretario de Estado para la Seguridad Nacional. Los buenos resultados cosechados por Manuel Nguema Mba en la represión política desatada contra los partidos políticos y a la población en general entre 1991 y 1997, le valió el ascenso a Ministro Titular de Seguridad Nacional. Pero los problemas acumulados en el seno del ejército, donde Melanio Ebendeng Nsomo no era respetado ni obecido por los oficiales y altos mandos de los Estados Mayores, Jefes Militares, oriundos de wele nzas....le convenció al tirano de colocar a su hermano Antonio Mba Nguema, que asciende directamente a Ministro de Defensa y llamado a poner orden entre los hermanos de tribus, primos, sobrinos etc, que estaban en los escalafones más altos del ejército. Por la sencilla visión tribalista y la concepción del poder como un asunto de familia, tribu y clan, la presencia de Antonio Mba Nguema en cualquier escenario o en cualquier cuartel, es considerado como la presencia del mismo tirano.

Con ese sencillo procedimiento, el tirano pensó haber ” articulado ” de manera permanente la estabilidad de su régimen y con esa estructura pudo ” ahogar ” y ” deshacer ” el grupo de los primos y sobrinos descontentos que tenían el control de la Región Continental, fundamentalmente, de la ciudad Bata, y que estaban preparando un ” golpe de palacio ”. Todos fueron barridos sin piedad. Las razones de fondo eran del reparto de las riquezas del País, y por más increíble que parezca, por situaciones relacionadas con las ” faldas de algunas esposas de las víctimas ”.( No queremos ser excesivamente explícitos). Los primos, sobrinos y otros parientes de tribu del tirano encargados de mantener bajo control la situación en la Región Continental se quejaban de que eran discriminados en el reparto del pastel, a pesar de realizar los trabajos más sucios del régimen totalitario. El asunto fue tan grave, que desembocó en la práctica desaparición de todos los jefazos militares y de la seguridad del régimen en la Región Continental: Agustín Ndong Ona, Cipriano Nguema, Cayo Ondo Mba Angué, Diosdado Nguema Eyí, Máxima, Comisario X, y un largo etceterá de oficiales, policías y mandos de la seguridad purgados y forzados al exilio por su amistad y parentezco con todos los que eran fulminados por la ira del tirano y sus hermanos, entre 2003-2008.

Dentro de cierta lógica, el haber ” purgado” con métodos propios de los régimenes totalitarios a sus personajes más duros, sádicos y decididos en la represión política, indirectamente, debilitó al propio régimen, conviertiéndolo en un régimen más vulnerable. El grupo de los responsables militares y de la seguridad de Malabo, se inició en los negocios, animados por el propio tirano para compensarles de sus sucios servicios a la estabilidad del régimen, y ” comprar ” sus lealtades.

Con el ataque del 5 de diciembre de 2007 a las entidades bancarias en la ciudad Bata y la nula reacción de las fuerzas de seguridad, policiales así como del ejército, se procedió a la detención de varios oficiales y soldados, así como a la separación de servicios de otros muchos, empezando por Mba Asumu, sobrino del tirano.

El asalto del 17 de febrero le ha dejado tocado al tirano y él mismo ha tenido que asumir la cartera de seguridad nacional y está desempolvando las antiguas técnicas y tácticas de terror del régimen maciista, cuyo centro de la estrategia era que nadie estaba a salvo. Los constantes mensajes de que ” hay guineo-ecuatorianos- metidos en la preparación y ejecución del asalto al palacio del tirano y dada la arbitrariedad con la que se están llevando a cabo las detenciones y los interrogatorios salvajes e inhumanos en los que están sometidos los detenidos, demuestran que el régimen y su tirano o no saben lo que está ocurriendo o tienen miedo de la verdad constatada y la están ocultando, como siempre.

La composición actual del ejército y de las fuerzas de seguridad del régimen del caos no ofrece ninguna garantía de defensa real, tanto del País como del propio régimen. Según nuestras fuentes, se han producido desmayos entre los marroquíes que forman parte de la guardia pretoriana del tirano y de algunos parientes encargados de su seguridad personal , días posteriores al asalto del 17 de febrero y en actos oficiales. Cuando se desmayan las personas encargadas de la seguridad de un tirano, pocos días después de sufrir su residencia oficial un ataque planificado, muy mal deben estar las cosas.

Las explosiones en las residencias de los responsables de la seguridad del régimen así como los disparos que se producen de manera reiterada en la ciudad de Malabo desde hace tres días, es un indicio bastante inconfundible de desorganización, miedo, falta de preparación psicológica de las fuerzas de seguridad para afrontar situaciones de ” fuego real y enemigo” y prácticamente, podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos, que el tirano y sus nuevos ” tres mosqueteros ” del ministerio de la seguridad, han tomado la firme decisión de que en caso de otro ataque, y antes de entregar la ciudad a los asaltantes, acabarían a tiros con la población civil de Malabo, por más inocente que sea, y destruirían la ciudad a cañonazos y fuego de granadas.

Esa decisión criminal no deja a nadie a salvo. Los duros del régimen tribalista sospechan de todo el mundo: Estados Unidos y sus Petroleras; España y sus opositores exiliados; Francia y Gabón por el petróleo de Mbañe ( intercambiarían el sillón del tirano con las Islas de Mbañe y cocoteros, con cualquier político exiliado guineo-ecuatoriano que se preste al juego ) y sus posibles contactos con Adolfo Bikó y algun lobby americano que quiere meter mano en las riquezas petroleras de Guinea Ecuatorial; Camerún que quiere un libre mercado y un trato comercial preferencial, para dar salida a su excesiva masa de parados y a sus productos manufacturados en época de crisis internacional; Nigeria, un gigante con serios problemas, controlado por ” mafias ” políticas y económicas de alto vuelo, que tiene bajo control las prospecciones petrolíferas de Sao Tomé y Príncipe y que no verían con malos ojos repetir lo mismo en Guinea Ecuatorial. El abanico de ” enemigos externos del régimen ” es bastante amplio. Incluye Estados, personas físicias y jurídicas. El tirano y su hijo se han dejado por el camino de sus múltiples negocios muchos enemigos dispuestos a vengarse por las malas. Y la situación socio-política interna tampoco ofrece visos de calma y tranquilidad.

Los ” enemigos internos ” , también indeterminados y ocultos, según el régimen, no ofrecen tranquilidad al sistema. Todos están dispuestos a reventar el invento del régimen del caos por las bravas y a ver qué viene después.

La Administración de la dictadura, según nuestras fuentes, está prácticamente paralizada. El hecho mismo de que sea la cúpula del ministerio de la seguridad de la dictadura quien mantiene una reunión con las empresas que tienen sus actividades en Malabo, ya es una muestra clara de que las dificultades del régimen para sostenerse son bastante serias y el avance del movimiento del derrocamiento del tirano, va muy en serio. Dicha reunión , en condiciones normales, la debería presidir el primer ministro o el ministro del ramo. Pero con esas actuaciones, el propio régimen está infundiendo desconfianza y mostrando de forma manifiesta que no tienen la situación bajo control y sus días de existencia ya pueden contarse en el calendario del año 2009.

La gente está sencillamente harta de tantos gobiernos embusteros y con el que nombra dichos gobiernos. Pasan los años y las supuestas ” grandes realizaciones y obras de infraestructuras ” y las ” grandes transformaciones del País ” se limitan a un enriquicimiento descomunal e incontrolado de una élite tribal y clánica , en perjuicio del bienestar y la prosperidad del resto de la población.

Esa es una de las razones de la estrategia de ” exterminar ” a la población civil en caso de que en un próximo ataque armado se vean las fuerzas de seguridad en dificultades para mantener en pie al régimen. La fórmula, en si misma, extremista hasta no poder, serviría después para acusar a los asaltantes de la responsabilidad de las masacres.

El tirano y su círculo duro de la seguridad se han armado hasta los dientes para sembrar la muerte y la destrucción en Malabo y Bata antes de que se entreguen o antes de emprender la huida. Y en esa criminal estrategia nadie está a salvo: el embajador español se sorprenderá quizás cuando le despierten en una madrugada y que le pequen cuatro tiros por parte de sus ” amigos actuales” del régimen. Si en público se declaran mantener excelentes relaciones y España apuesta por la continuidad del tiranio en el poder, por contra, estos no albergan ninguna confianza hacia los españoles y no lo ocultan en sus reuniones internas del clan: culpan a España de ser el origen de sus problemas.

Sería bastante prudente y aconsejable que los españoles y españolas residentes en Guinea Ecuatorial tomen la decisión de abandonar dicho País, al menos , temporalmente, hasta que se aclaren las cosas.

Y la misma población guineo-ecuatoriana debería empezar a tomar medidas de auto-protección. Las ciudades de Malabo y Bata son muy inseguras e inestables y son los lugares donde el régimen criminal está focalizando su ira. Aconsejamos a todos y a todas, y más todavía a los padres de familia, alejarse de dichas ciudades y volver a sus poblados. Habría que extremar las medidas de seguridad y, aunque la situación económiva es dificil para muchas familias hay que empezar a aprovionarse de alimentos, porque nunca se sabe. Los residentes de las ciudades de Malabo y Bata deben reducir al máximo sus salidas y desplazamientos en horas nocturnas. Habría que circular siempre acompañado o en grupo, de noche.

Con tanta confusión reinante, las posibilidades de morir bajo fuego amigo (es decir, de las mismas fuerzas armadas y de la seguridad del gobierno ) son cada vez más altas. Y cualquier pretensión de aparentar normalidad es mucho más imprudente aún.

El tirano sólo tiene una salida: iniciar él mismo el proceso pacífico de abandono del poder, empezando primero por convocar a todos los actores políticos exiliados, para sentar las bases de la disolución pacífica del régimen del caos, bajo los auspicios de países democráticos que no tengan intereses económicos o políticos en Guinea Ecuatorial.

Todo lo que se haga al margen de esa iniciativa no tendrá aceptación popular y la inestabilidad política se va agudizar hasta llegart a situaciones desagradables e indeseables, que todos sabemos que se pueden evitar, encaminadas a la disolución por la fuerza del régimen del caos.

Fuente: MBO OBA

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