El rey moro está en Guinea Ecuatorial para afirmar una docena de acuerdos, eso dicen los que saben de estas cosas. Pero lo cierto es que, los que discurren afirman que el año 2009, es el 711; donde los moros invaden Al-andaluz con el general Tarq a la cabeza; hoy disfrazado de Mohamed VI está al alza la nueva dominación de los musulmanes en el sur de África.
Cabe destacar que los moros donde llegan dejan huellas y en ocasiones indelebles. Cuando en 711 los moros invaden el sur de España, ese mismo año, los árabes ya dominaban toda la costa oeste de África y otros ejércitos habían invadido el Asia Menor y las islas griegas, poniendo en peligro a Constantinopla.
No nos puede resultar tan sospechoso que mientras Abderrahman o Mohamed VI, como se llame, tiene abrumado al pueblo Saharaui sumido a la más absoluta privación de las libertades; este energúmeno rey esté paseando por encima, esta vez, de una ‘alfombra negra’ de la piel de los guineanos que el día de ayer pasaron tragando calor y hambre en la larga espera al ‘rey’ y a su nutrido grupo de moros; que tendrán esos días apesadumbradas a nuestras hijas, hermanas y esposas en Guinea Ecuatorial.
Si las comparaciones son odiosas, lo son todavía más las diferencias. Porque cuando los moros conquistaron el sur de la Península Ibérica, era una cultura avanzada en ciencia, matemáticas, arte, literatura, y arquitectura; construyeron grandes palacios, fortalezas y mezquitas. Las más famosas son La Alhambra de Granada y la Mezquita de Córdoba. Sus edificios tenían mucha ornamentación con diseños geométricos. Por todas partes se veían azulejos detallados, pero esa cultura de ensueño se quedó atrás, a lo que hoy es la cultura alauí. Lo que queda es la constante inmigración de niños, mujeres y ancianos en pateras huyendo de la miseria y hambre por la maltrecha política de uno de los gobiernos más corruptos del mundo, para arrimarse a las costas españoles, algunos exhaustos y extintos.
¿Qué tiene los nuevos moritos que empiezan a mirar hacía el sur? ¿Qué seguridad tiene maruecos para ofrecer a los países? Marruecos no está ni por asomo en la lista de los países más industrializados ni más seguros del mundo; figura con más frecuencia en la lista de los países más corruptos, intransigentes y totalitarios del mundo. Dar tanta expectación la visita de una persona como esta, no hace sino acrecentar nuestra fama de un país que no respeta los derechos humanos.
Dios los cría y ellos se juntan; ¿Nunca habéis visto a un grupo de personas que comparten risas aunque cualquiera que oiga sus chistes no entiende nada? Pues estamos muy cerca de realizar esta ridiculez, sólo nos antoja que en un par de años, el árabe sea la cuarta lengua oficial de Guinea Ecuatorial, ¡tan políglotas seremos!, por si alguien tiene alguna duda, os recuerdo que ya son tres: español, francés, portugués… ¿árabe, chino, ingles? Como hoy nos esparcimos a gusto, a quien Dios no le da hijos, el diablo le da sobrinos. Nos han salido sobrinos del diablo, los moros que hace una década fueron expulsados de Guinea Ecuatorial, por violar y asesinar a nuestras hijas y hermanas, regresan triunfantes con el zar a la cabeza y los negritos esparcideos en los aledaños; pero el tiempo siempre nos juega malas pasadas y viene el olvido, cuando el río está revuelto, ganan los pescadores; así que, hay alguien que estará sacando una buena tajada de estas visitas e inversiones de unos y de otros.
Nos queda la pregunta de si habrá que ir aprendiendo a rezar ya el coran, ajustar los cataplines para la Sharia, atestiguar que no hay más Dios que Alá y que Mahoma es su profeta; ¿seremos capaces de orar cinco veces al día repitiendo textos del Corán, inclinándose en dirección a la Meca?, ¿Tendremos coraje de no tomar cualquier tipo de bebida desde que sale el sol hasta su ocaso? ¿Dónde sacaremos el dinero para dar limosna? Habrá que empezar ahorrar para peregrinar a la Meca. Sólo me consuela saber que en esta nueva guinea musulmana no habrá alcohol en los bares ni en establecimientos público; por si se despierta la inteligencia de los guineanos que vive en letargo desde hace más de cuarenta años.
Veremos en este nuevo juego de Mohamed-Obiang Obiang-Mohamed, quién pierde; porque dicen que quién juega por necesidad, pierde por obligación. Creemos que no será la nueva invasión de los moros, porque no los quisimos y nadie quiere que vuelvan; porque suelen entrar por arrimados para salir como dueños. A buen entendedor pocas palabras.
Fuente: PROPIA
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