Humberto Riochí, portavoz del MAIB
11 de enero de 2010
”Murió el año 2009 con millones de penas y escasas glorias para la liberación de las miles de almas que se encuentran en el infierno creado por Obiang. Los sueños de libertad, sin acciones, han quedado congelados.. Todo ha seguido casi igual que el día primero de enero del año fenecido: NADA. Y la nada de la incapacidad y de la falta de programación ha estado siendo suplida con una cansina verborrea repetitiva, semejante a la catequesis recibida cuando decían prepararnos para la Primera Comunión: Obiang es un dictador, un impresentable, un cleptócrata…., muchas cosas más. Las propuestas para seguir soñando se quedaban, mientras, en un limbo creado artificialmente por la intransigencia y los protagonismos desmesurados.
El 2009 recogía también en su regazo y sin solución de continuidad, la anécdota de otro asalto al reino de Alí Babá Obiang, produciendo un voltaje medio de calambrazos en el sistema. Dos altos cargos cesados fulminantemente por cobardes, pero que pronto serán recuperados para no quebrar las convenciones del reino. Después del susto, Obiang y su Gobierno al completo hacen su muda procurándose los mejores espacios al sol continental de Río Muni, libres de ataques sorpresivos. Total, NADA. Aquella fue flor de un día con una autoría no aclarada, mientras algunos se siguen adjudicando pomposamente su paternidad.
Antes, durante y después de aquella escaramuza, el credo ha seguido siendo el de siempre: La ansiada libertad nos tiene que llegar llave en mano, sin esfuerzos; siempre desde el presupuesto inapelable de nuestra guineanidad. El calibraje de los desmanes de Obiang y los suyos, parece insuficiente como para que la cordura y la sensatez campen entre las decenas de candidatos a presidente de Guinea Ecuatorial. Y la fidelidad a la nueva moda: “entre bomberos, veamos quien pisa más mangueras” para dejar en dique seco al contrario, no deja un segundo a la reflexión.
En verano, tal vez por el languidecimiento de la mega idea de la “alianza de civilizaciones”, el canciller español se empeñaba en visitar algunos países, entre los que se encontraba Guinea Ecuatorial. En este enclave, el señor Moratinos y su séquito dejaban al descubierto las bases de la política exterior española para con el único botón de muestra de la hispanidad en el continente africano. Se trataba de un juego con regates en corto, algún que otro pase al fichaje más longevo de los seleccionados y oponente de toda la vida, para dar la sensación de equipo. Los centros eran para el empresariado encargado en este caso de meter los goles de la ignominia. Casi NADA al aparato.
Así moría el año 2009 en lo toca a nuestra relación con España y la confianza de los guineanos puesta en “mamá patria”, con las promesas huecas de Moratinos convertidas por enésima vez en estrepitosos fracasos para un Estado español que en su política con Guinea Ecuatorial no da puntada con hilo. La esperanza novedosa y último grito sobre esta cuestión parece estar en el hallazgo del sustituto del canciller español en la empresa de encontrar la cuadratura del círculo. El señor De Arístegui, tal vez futuro inquilino del Palacio de Santa Cruz con Rajoy, ha arrancado motores para lidiar el toro del desembarco español con Obiang en el poder, para completar la labor del canje de derechos humanos de negritos por petróleo. ¡Alá agbá!, que dirían algunos. Menos mal que España solo recibió 28051 kma cuadrados en la conferencia de Berlín…Con una política exterior tan brillante, si se hubiera quedado con los 200.000 que se le atribuyeron en un primer momento, parte del continente africano estaría carbonizado.
Obiang, con nocturnidad y alevosía convocaba elecciones aprovechando la agonía del 2009. La predicción del resultado de las mismas no ha necesitado de los servicios de Aramis Fuster. El 95,37% de los sufragios supuestamente emitidos tenían que ser asignados por decreto al decano de los dictadores de África. Hasta aquí, todo normal. La noticia de la convocatoria ha estado en el rol asumido por los oponentes que han pretendido competir con Obiang. Aquellos grupos han estado por y para darle espaldarazos al vitalicio, poniendo en cuarentena verdades axiomáticas irrefutables: sin democracias no hay elecciones democráticas. Guinea Ecuatorial es la antidemocracia. Total, lo que nos han querido vender ha sido un vodevil de una sola persona, acompañada de un grupo de estómagos agradecidos, con la tristeza como fondo de unos pueblos dejados a los pies de los caballos.
Y el resultado de todo el proceso por parte guineana está en que, la oposición interior se ha creado patentes de corso con su “legalidad otorgada” esperando que la exterior se enmohezca. La exterior por su parte, se ha especializado en denostar a la interior, negándola algunos reconocimientos indiscutibles. Con estas fórmulas, la conjunción de ambos bandos, o si se quiere, la suma de unos y otros es cero. Estamos ante una oposición atomizada, con un nano valor en el mercado político, atacada por el virus del presidencialismo étnico. Y mientras esto sucede, la crisis que asola Europa, especialmente España, va haciéndole el proselitismo gratuito a Obiang, aumentado su nómina de conversos. Y ante tanta inoperancia, los pueblos de Guinea Ecuatorial van digiriendo y metabolizando estoicamente su realidad, al tiempo que desarrollan un síndrome de Estocolmo colectivo para poder sobrevivir.
Visto lo visto, está prohibido soñar con España y su semestre de la presidencia europea. Obama de momento está más sordo que una tapia tal vez por el ruido de los petrodólares del crudo que reciben sus multinacionales. La Unión Africana y otras agencias anejas, parecen seguir fieles a la máxima de no morder la mano que da de comer. La clave está en nosotros, en los guineanos y sobre todo, en el papel que podemos asumir para crear estabilidades, programas y proyectos capaces de concitar apoyos que permitan un cambio político en nuestro país. Veremos lo que nos depara el recién nacido 2010, de momento y ante la incertidumbre de cómo finalizará, FELIZ AÑO 2010.
Fuente: bosila
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