Carta de Honorato Maho, presidente del MAIB, a Teodoro Obiang Nguema

Madrid, 30 de Octubre de 2010

Excmo. Señor Don Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.

Jefe de Estado y Presidente de la República de Guinea Ecuatorial.

MALABO (GUINEA ECUATORIAL)

Señor Presidente:

El Movimiento para la Autodeterminación de la Isla de Bioko (MAIB), Organización comprometida con los valores de la dignidad de la persona humana y de la defensa de los conculcados derechos del Pueblo Bubi en Guinea Ecuatorial, se dirige a su persona con vocación de paz, y desde el convencimiento de que el dialogo y la concertación son los mejores métodos para llegar a soluciones eficaces ante los problemas con los que se enfrenta la humanidad.

Desde la última carta que le enviamos directamente, hacen ya dos años y haciendo una mirada retrospectiva de la historia política reciente de nuestro país, nos gustaría poder felicitarle por los objetivos alcanzados en pos del desarrollo de los pueblos de Guinea Ecuatorial. Desgraciadamente nuestros deseos se quedan en agua de borrajas, toda vez que, siendo sinceros con nosotros mismos, nos vemos obligados a reconocer que son casi inexistentes los logros alcanzados por su Gobierno de aquel tiempo a esta parte. Y de manera significativa en lo que hace al respeto de las libertades públicas, la regresión ha sido la nota dominante.

Señor Presidente, como representante político de esta magna Organización me dirijo a su digna persona, como ya lo hicieran otros líderes de la misma, para recordarle que el MAIB nació con la voluntad de resolver los problemas con los que se enfrentan los Pueblos de Guinea Ecuatorial, originados por la concesión de una independencia mal concedida, agravada posteriormente por una gestión calamitosa que ponía el acento en la etnicidad discriminadora y que finalmente ha volatizado un enorme potencial económico y amenaza a una rica diversidad cultural que actualmente esta cabalgando por la senda del enfrentamiento étnico.

Y lo anterior es resultado de los desgobiernos que en cuarenta y dos años de independencia, han dirigido su predecesor y usted. En todo este tiempo -en su caso hablamos de treinta y dos años-, no ha habido la más mínima intención de llevar a cabo políticas de integración para que las dos regiones y sus diferentes pueblos puedan vivir en paz, sin odios, rencores y sin diferencias sociales, étnicas ni culturales.

La Constitución que Vd. mandó sancionar que establecía una igualdad teórica entre todos los guineo-ecuatorianos, nunca ha sido cumplida. Especial mención merecen el Preámbulo en el que se invoca “La Declaración Universal de los Derechos del Hombre de 1.948, y el principio de la Libre Determinación de los Pueblos”. En la misma se consideran como valores del Ordenamiento guineano, la unidad, la paz, justicia, libertad e Igualdad; además de afirmar que “la soberanía reside en el pueblo”. Deseos convertidos en papel mojado.

Señor Presidente, a la vista está que todos y cada uno de los aspectos concernientes a los derechos humanos y las libertades fundamentales, en la práctica diaria son pura entelequia. La población se muere de miseria y de patologías que en la época colonial estaban controladas, al tiempo que el contagio masivo de otras enfermedades endémicas y del sida, se hacen descomunales y superan a la población. Ni que decir tiene del las escandalosas cifras de mortalidad infantil, de la cortedad prefabricada de las esperanzas de vida, de un sector educativo bajo mínimos y en condiciones alarmantes,…

Con un currículum tan lúgubre, no es de extrañar que su gobierno haya tenido por el mundo una cosecha tan amplia de varapalos, especialmente en los últimos meses . Y así lo atestiguan la reciente suspensión-rechazo que ha sufrido ante la UNESCO del premio que Vd. quiso llevase su nombre; la rechazada solicitud de integración de Guinea Ecuatorial en la Comunidad Lusa; la exclusión de Guinea Ecuatorial del seno de la Comunidad Hispánica, en la que debió ser miembro de pleno derecho y siquiera se ha contado con su participación como oyente; de su papel de convidado de piedra en la Comunidad de habla Francesa, de su inminente paso por algunos tribunales internacionales a raíz del acaparamiento despiadado que hace de los recursos del país, además de la expulsión razonada de su persona, que no de Guinea Ecuatorial, del seno de la EITE.

Desde el exilio al que nos ha condenado vivir a la mayoría de los guineo-ecuatorianos, estamos observando con mucha preocupación cómo la situación se le está yendo de las manos, pese a los ingentes medios económicos de que dispone para reconducirla. De hecho, nuestro país, que debería ser un paraíso africano y mundial por sus riquezas naturales y por la calidad humana de sus ciudadanos, se ha convertido en proyecto colectivo fracasado. Aún así, nosotros, conscientes de nuestra responsabilidad como representantes legítimos de la voluntad política del pueblo Bubi, y, como responsables de los destinos históricos de nuestra población, estamos convencidos de que nuestro problema tiene solución. Y desde este convencimiento seguimos luchando para que el Pueblo Bubi encuentre la paz, la tranquilidad, el desarrollo y la convivencia con otros pueblos y comunidades del país que conocen y respetan los derechos humanos, la familia, la propiedad privada y la identidad, en todos los aspectos.

Señor Presidente, los contratos que en su día firmó con el prestigioso Señor Lanny J. Davis, en su búsqueda de asesoramiento para enmendar la situación, suscitaron el apoyo de los Gobiernos Español y de los Estado Unidos de América, según Informes emitidos por el Departamento de Estado, a los que hemos tenido acceso. Al respecto pensamos que no estaba mal encaminado. Pero, hemos constatado también que, a pesar de contar con dichos apoyos, personalmente se ha empeñado en demostrar que no le interesan las políticas de integración para superar los desencuentros intercomunitarios creados por usted y su tío Macías. Una vez más, y con hechos, ha evidenciado su incapacidad de llevar a cabo políticas de reconciliación nacional y transparencia que marquen el inicio de un nuevo tiempo, en el que la riqueza de que dispone el País en todas sus vertientes pueda ser compartida de manera pacífica, entre todos los guineo-ecuatorianos.

Finalmente, Seño Presidente, desde nuestro espíritu cooperativo nos gustaría hacerle algunas recomendaciones que, seguro le ayudaran a salir del impasse en el que se encuentra, al tiempo que creemos servirán para mejorar su imagen y le granjearán algunos enteros de buena gobernanza, para el bien de los Pueblos de Guinea Ecuatorial en General y del Pueblo Bubi en particular. Y nuestra propuesta se resume en los siguientes pasos:

1.- Sentar las bases para afrontar los retos de su Horizonte 2020 y del milenio en Guinea Ecuatorial, convocando una Conferencia Internacional en la que estarían representadas de manera paritaria todas las nacionalidades del país para diseñar un nuevo marco Jurídico-Político capaz de adaptar el actual estado artificial a la pluralidad de los Pueblos que lo conforman. Esta conferencia internacional se celebraría bajo la supervisión de la ONU, UA, UE, y ONG’s defensoras de los Derechos Humanos.

2.-Aprobar una ley de Amnistía para el retorno de los refugiados políticos.

3.- Constituir un Gobierno de Unidad Nacional entre todos los pueblos, con un Consejo de Garantías Democráticas que se encargaría de vigilar la acción de Gobierno de Unidad Nacional.

4.- Constituir una Asamblea Constituyente que elabore, junto con la Comunidad Internacional, una nueva Constitución desde la que todos los Pueblos de Guinea Ecuatorial que así lo quisieran, tuvieran la oportunidad y el derecho a un autogobierno en sus respectivos territorios históricos.

5.-Tras el cumplimiento del punto anterior, Convocar unas elecciones libres y democráticas supervisadas por la Comunidad Internacional que den paso a una Guinea Ecuatorial de todos sin discriminaciones étnicas, sociales, religiosas, políticas, ni de cualquier otro signo, como ocurre en la actualidad.

Reciba señor Presidente un cordial saludo en compañía de los suyos, al tiempo que le recordamos que Guinea Ecuatorial no es, per se, un mundo aislado sino que forma parte de una realidad globalizada en la que vivimos y nos movemos todos.

Fdo. Dr. Honorato Maho Chuaha

Presidente Ejecutivo del MAIB


Fuente: bosila

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