No entiendo nada y me empieza a preocupar muchísimo, no tanto porque volvemos a ser lo que siempre hemos sido, sino que la locura que se ha desatado en Guinea Ecuatorial ya se hace mella en los modos y maneras, y de formas de hacerse notar. A muchos paisanos, digo paisanos porque soy de Guinea Ecuatorial, éste país donde en los últimos años proliferan locos por las bocacalles, locos de verdad, esos de atar, se les va la olla. No me extraña, que en 2020, año que esos desalmados predican el advenimiento de la prosperidad, sea paradójicamente, el año en el que la miseria regresará en las casas de estos desquiciados, por si alguna vez no fueron tan miserables. Dicho de otro modo, SE ACABA EL PETROLEO, GRACIAS A DIOS. Pero como nos revela este maravilloso segundo artículo de Fernando, demuestra cuan desequilibrados son esos que han gestionado, si se puede llamar así, el petróleo y la economia de Guinea Ecuatorial, como si fuera una finca privada. Como sólo ha vivido durante largos años en la opulencia una familia y las 99 en la miseria absoluta, mejor que se acabe ese rollo de petróleo y todos volvamos a la selva a cazar monos. Con tantos ineptos y miserables, sólo se espera tribulación. Esto sólo es la punta del Iceberg.
Soy consciente que estoy muy perdido, de verdad, YO ya no sé quién es el bueno y quién es el malo en ese largometraje guineano. Demasiados locos para tan poca esfera, eso se ha convertido en el patio de monopodio, un tugurio donde cada asqueroso es un pulido escrupuloso. Ya me entienden, locos incompetentes de ideas malévolas y muy retorcidas, con una educación demasiada mezquina. Esos locos son auténticos eruditos a la violeta. Sinceramente no me estoy exagerando, que lean a guineanos de los de verdad (Fernando Abaga Edjang es uno de ellos y otros…) y que visiten Guinea Ecuatorial. Algunos que leen mis artículos dirían que es cierto, toda la razón, los locos guineanos son locos de atar, van sin ajuar paseándose por las calles con toda impunidad y las vergüenzas al descubierto. Guinea Ecuatorial se ha convertido en un lazareto psiquiátrico, una especia de nave de locos, sin psiquiatras, sin atención médica y sin cadenas para atarlos.
Siempre tienen una mirada violenta e irritante, vomitan palabras encendidas e inflamadas de bilis y rabia, realzan ademanes intimidatorios y amenazantes. Son de verdad locos, créanme. Son auténticos locos de aullido que asaltan a la gente en las oficinas, en las calles, en los aeropuertos, en los bares, en las carreteras, en tu casa, en las iglesias, en los colegios, en las universidades, en los mercados, en los bancos; algunos de estos locos, los más difíciles, los profundos disponen de metralletas con municiones en manos y siegan cada instante una vida y no les importa un bledo y siguen su locura. Te persiguen y te persiguen hasta que te maten y no se cansan y la huida del guineano se ha convertido en una permanente huida; el guineanos siempre huye y huye de todo, en parte justificado por esa persecución de estos locos de atar.
Muchos guineanos ya se alimentan de ese albuminoide encharcado de todo tipo de heces ensangrentadas con el que edifican una historia muy falsa y desgraciadamente peligrosa para Guinea Ecuatorial fantaseando con todo tipo de elucubraciones, que si horizonte 2020 y más mentiras. Unos desalmados de estos, se atreven a escribir aquí y se enzarza en insultos y con una compulsiva mentira e invenciones sobre los cables de Wikileaks sobre los avances de la dictadura, un loco de atar y otros muchos locos que deambulan en esa red. Critican a Celestino Okenve, que administra esta red, qué curioso, esos locos quieren hacer propaganda de la dictadura en la web de uno que ha dejado parte de su vida en la lucha contra la dictadura. Sólo una mente enferma puede pretender eso, no una persona normal. No se contentan con el circuito cerrado que el chalado del ministro de información les tienen montado en guineaecuatorialpress o en las minucias de Malabosa.com; así han construido una sociedad enferma y paranoica, estancada, ensimismada, incapaz de dejar circular las ideas y las personas, desamparado ante la crudeza de un régimen loco, ante la injusticia, ante el despotismo, ante la arbitrariedad, ante la iniquidad, ante la violencia, ante la indecencia. Ahora se les agota el petróleo, ya veremos que harán entonces.
Sigo diciendo y muy convencido, que Guinea Ecuatorial es un país de locos, de verdad, no porque alguna vez se llaman tal o cual, sino porque necesitan psiquiatras para establecer la frontera muy simple y sencilla del bien y del mal. Qué ocurre, que algunos han tenido que abandonar este psiquiátrico, otros asesinados por querer cortar este perpetuo disparate. Un país, Guinea Ecuatorial, donde los desequilibrados mentales dictan las normas, los lobos pastorean a las ovejas, unos psicópatas administran la cosa pública. Cualquier persona normal que quisiese amenazar este estado de esquizofrenia es perseguido y ejecutado, así actúa ese enjambre de locos. Para cualquier persona de juicio sano y mente despejada, no le es fácil transitar en la mente de estos desquiciados mentales.
desgraciadamente, no se quedan cortos estos otros, que al parecer contagiados con el mismo síndrome, se sitúan en la esfera de las etnias y provincias, distritos; y el loco ese de Evita Ika o como se llame, pide a los Fang fundar un partido, pero ¡qué talados mentales!, ¿Ya no se contenta con su partido Ndowe o Combe? ¿Y tiene la osadia de dictar lo que los Fang tenemos que hacer y dejar de hacer?; por si fuera poco tanta esquizofrenia se adaptan a la lucha de bubis y fang pregonados por algún tiempo no lejano en las luchas distritales: Mongomo y otros; parece que el delirio de los locos llega lejos, y por eso aplican la política de divide y vencerás, si allí está la piedra filosofal para deshacerse del gran loco derrochador, bienvenida sea, pero sólo digo que también sepan unir después de vencer. Si sólo es una estrategia guineana de evadirse de todo, entonces estamos ante un paisaje de locos autómatas que sólo andan con la nostalgia del pasado colonial
Sinceramente, no sé yo si porque la “dictadura guineana se ha recrudecido”, por eso la actividad política de este matorral de locos está estancado. La oposición que está allá o aquí construyendo un sobrevenir imposible, que nos lleva poco a poco a la dinastía del Tercer Reich o mejor dicho Tercer Nguema, sin estrategia, ni creatividad para parar esto, sin petróleo y sin agricultura, sin educación y sin sanidad, peor advenimiento no se puede pronosticar. Mientras que tenemos una orquesta que canta con una voz desafinada y arrítmica en las ultratumbas estamos predestinados al fracaso ante esta imponente nave de desquiciados.
¿Cómo es posible que estos de la oposición no han tenido coraje para deshacerse de las diferencias y desbancar a éste que ha pedido al papa un obispo particular en su Akoakam natal y una diócesis para su distrito de Mongomo, y que pueda su santidad visitar Guinea Ecuatorial en breve, antes de que la muerte les pille a los dos?
Lo cierto es que la dignidad es mucha dignidad y pesa como una losa, por tanto hay que quedar en las parafernalias de que si combe, que bubi, que si fang, que si de Mongomo, que si de Basakato; por si no fuera suficiente, nuestros protectores, más para algunos que para otros, atraviesan muros para subsanar el automatismo, por eso un loco se ha erigido en agradecimientos a Gómez no sé qué, que es un embajador del Reino de España que está en Malabo, por haber gestionado la libertad de Marcos Manuel Ndong, y los 162 firmas ¿Quién es ese Manuel Gómez no sé qué más, para gestionar la libertad de un guineano? Mucha espuria. Cuando a esos locos les entra el delirio de persecución, encarcelan a quién sea; luego le sueltan cuando se les entra las ganas y en cualquier momento le pueden volver a detener y toruturar y nada pasa; nada de Acebo ni 162 firmas ni gaitas, son mentiras. Pero como la gracia es gratis y vende enteros, aparece aquél con sus delirios mentales para gradecer a su coterráneo de misionero de la orden Mercedaria (es una Orden religiosa católica, fundada en 1218 por San Pedro Nolasco para la redención de los cristianos cautivos en manos de musulmanes), en las misiones de Fernando Poo, sinceramente patético. Más desgraciados son aquellos que les hacen caso de su enfermiza presencia. ¡Menos mal que se nos acaba el petróleo y su maldición!
De verdad termino, muy mal humor aunque me parece genial que no sepamos quién es el bueno y quién el malo, porque, por lo visto, queremos torcer la realidad. O que juguemos a estas recreación psicológicas que nos lleva a embadurnar el mal y verlo como algo bueno y de paso anestesiar el dolor, las injusticias y las idioteces e imbecilidades de unos deslamados. Pero lo que siento por dentro es que estamos perdiendo el tiempo en mentiras, locuras y engaños diciendo y haciendo lo que realmente no sentimos; mientras que se descompone vertiginosamente el bien común.
Crispín Mba Eyaga. (articulista)
Fuente: propia
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