La Unión Africana pierde credibilidad con Obiang
31 de Enero - Sorprendentemente, la Unión Africana (UA) nombró ayer presidente de turno al dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang. Como promotora de los derechos humanos y la resolución de conflictos, no es fácil entender cómo puede la UA puede estar liderada por uno de los más crueles dictadores de África.
El dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, fue nombrado ayer nuevo presidente de turno de la Unión Africana (UA), para un mandato de un año, durante la 16ª Cumbre de la organización que se celebra en Addis Abeba, Etiopía.
Obiang ha sustituido así al jefe de Estado de Malaui, Bingu Wa Mutharika, siguiendo el sistema de rotación que cede el puesto a los candidatos propuestos por cada región. Así, Obiang fue propuesto por la región de África Central, y su candidatura aprobada también por representantes del resto de las naciones que forman parte de la UA.
Una vez que la elección se hizo pública, Obiang se dirigió a los presentes para asegurar que ”cumpliría su misión como jefe de la organización continental con humildad, y que trabajaría para incrementar el desarrollo socio económico de África y, la unidad, la paz y la solidaridad entre las naciones del continente”.
“La crisis de los valores de la cultura Africana está reduciendo la unidad y la solidaridad entre nuestros pueblos. África debe centrarse en el diálogo para una solución pacífica y negociada de los conflictos que asolan a nuestros pueblos”, sentenció Obiang.
De este modo, por primera vez en la historia de la Unión Africana, el único país de habla hispana de África, Guinea Ecuatorial, asume la presidencia de la organización. Pero con ello, la UA vuelve a sus antiguos orígenes en los que la entonces denominada Organización de Unidad Africana (OUA) estaba liderada por los más brutales dictadores de África.
En los últimos años, y a excepción del líder de Libia, Muammar Gaddafi, la Unión Africana ha estado presidida por líderes creíbles en su defensa de los principios que defiende la organización, como ha sido el caso del sudafricano Thabo Mbeki o el mozambiqueño Joaquin Chissano.
Pero la elección de Obiang no puede dejar de soprender, especialmente en un momento en el que varios países África se enfrentan a rebeliones populares que desean acabar con regímenes autoritarios y dictatoriales.
El propio Teodoro Obiang, entonces teniente militar, se hizo con el poder en Guinea Ecuatorial a través de un golpe de Estado en 1979, en el que asesinó al anterior dictador guineano: su propio tío. Desde entonces, Obiang ha liderado el país con mano férrea, asegurándose de que prácticamente no haya oposición política en el país y promoviendo las detenciones arbitrarias de opositores.
El dictador también se ha asegurado de limitar la libertad de expresión en Guinea Ecuatorial, siendo la prensa independiente completamente inexistente y controlando los medios de comunicación estatales. La población ecuatoguineana no tiene acceso a información independiente y, según las últimas estadísticas, tan sólo el 5% de la población tiene acceso a Internet. Reporteros sin Fronteras (RSF) califica a Obiang como uno de los mayores depredadores mundiales de la libertad de prensa.
Para mejorar su imagen internacional, el dictador intentó crear el pasado año un galardón internacional para promover la investigación científica, denominado Premio Obiang y bajo el auspicio de la Unesco. Pero la iniciativa tuvo tantas críticas internacionales por parte de intelectuales y científicos que no querían verse relacionados con el nombre del dictador, que hasta la Unesco ha optado por dejar la idea.
Repetidamente, numerosas organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos, como Human Rights Watch o Amnistía Internacional, vienen denunciando las sistemáticas violaciones a los derechos humanos por parte del régimen de Obiang. Y especialmente, se denuncian las torturas sistemáticas en las prisiones de Guinea Ecuatorial.
También sus detractores denuncian el enriquecimiento personal de Teodoro Obiang y su familia, el denominado ´clan de Mongomo´. Un informe de 2004 del Senado estadounidense documentaba la acumulación de propiedades y cuentas en paraísos fiscales por parte de los miembros del clan de Mongomo, incluyendo al propio presidente y algunos de sus familiares más cercanos.
Otro informe del Departamento estadounidense de Justicia de 2007 desvelaba ”las extorsiones y el robo de fondos públicos y otras modalidades de corrupción” atribuidos a su hijo, Teodoro Nguema Obiang, más conocido en el país como ”Teodorín”, actual ministro de Agricultura y Bosques, y a quien muchos ven como el próximo dictador del país.
Fuente: afrol News
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