III MANIFIESTO DE LOS INTELECTUALES, PROFESIONALES Y ESTUDIANTES

Los intelectuales, profesionales y estudiantes guineoecuatorianos en el exilio queremos llamar la atención del Gobierno dictatorial instalado en Malabo sobre determinados aspectos de la realidad política de Guinea Ecuatorial. Al mismo tiempo, informar a la opinión pública de nuestro país, a los partidos políticos y a la Comunidad Internacional, de la necesidad de adoptar una postura común, sólida e inequívoca, a la vista de los importantes acontecimientos que se desarrollan en nuestro Continente desde los inicios del presente año.

En efecto, hemos seguido y seguimos con especial atención las revueltas pacíficas de los pueblos del Norte de África, contagiadas a otras naciones del mundo árabe. La firmeza de los pueblos tunecino y egipcio ha cambiado el rumbo de la Historia de sus países, al conseguir arrojar del poder, sin apenas derramamiento de sangre, a una casta dictatorial y cleptómana que desde décadas oprimía a sus sociedades respectivas. En el caso de Libia, especialmente sangrante, el poder totalitario imperante reaccionó bombardeando a los pacíficos ciudadanos que reclamaban libertad y justicia social, actitud recalcitrante que ha obligado a Naciones Unidas, a la Liga Árabe y a la Comunidad internacional a adoptar medidas coercitivas contundentes para frenar la escalada represiva y la deriva genocida del poder constituido en Trípoli contra sus propios ciudadanos.

Dado que las circunstancias que propician el levantamiento de los pueblos norteafricanos se dan con exactitud en nuestro país, donde una minoritaria oligarquía tribal sojuzga a los pueblos guineoecuatorianos desde hace 32 años, creemos que nuestros pueblos deben presionar al poder constituido para que se llegue a una solución pacífica que haga innecesario el recurso a la violencia.

El pasado día 17 de Marzo, el Presidente de la República, general Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, presidente en ejercicio de la Unión Africana, calificó de “justas y legítimas” las reivindicaciones de los jóvenes norteafricanos, añadiendo que las reformas políticas por las que abogan deben producirse “dentro de un orden” para que no se transformen en “rebeldía y desobediencia civil”.

Extraña, sin embargo, que las autoridades del régimen guineoecuatoriano prohíban a los medios de comunicación estatales –únicos existentes en el país- dar información veraz y objetiva sobre dichos acontecimientos. Con ello, se priva a toda la sociedad guineana de un derecho fundamental, el derecho a la información, reconocido en la Ley Fundamental vigente. Tal actitud sólo subraya el carácter represivo del régimen.

Sigue extrañando que las autoridades prohibieran el mitin que el partido Convergencia para la Democracia Social (CPDS) pretendía realizar el 20 de marzo en la Plaza del Reloj de Bata, con argumentos ilegales y absurdos. También extraña que el Gobierno no autorizara –incluso con amenazas- la manifestación pública y pacífica que el partido Unión Popular (UP) solicitó realizar para el día 23 de marzo en Malabo. La prohibición de tales actividades a formaciones políticas legalizadas, la primera de ellas con representación parlamentaria, sólo subraya el creciente autoritarismo del régimen, y no propicia el clima de diálogo necesario para acometer las reformas que necesita nuestro país.

Desde el pasado mes de enero, el Gobierno ha militarizado el país, sacando los tanques a la calle y entorpeciendo la libre circulación de las personas en todo el territorio nacional; medida destinada a aterrorizar a la población. Este clima de miedo y represión -totalmente injustificado y desproporcionado-, tampoco contribuye a crear las condiciones de paz y confianza necesarias para acometer las transformaciones que necesita nuestro país.

El pasado 25 de marzo, el Presidente Obiang convocó a las formaciones políticas legalizadas para anunciarles que “estaba pensando” realizar algunas modificaciones en el sistema político guineoecuatoriano. Entre otras, reformar la Ley Fundamental para introducir el Senado y reducir el mandato presidencial a dos períodos de cinco años; y crear un Tribunal de Cuentas que fiscalice la economía, con el fin de luchar contra la corrupción.

Creemos que estas medidas, demasiado vagas y sin un plazo de cumplimiento, son absolutamente insuficientes, ya que no inciden en cuestiones fundamentales como la devolución de las libertades a los ciudadanos, la democratización de la vida política y la distribución equitativa de los recursos nacionales.

Hemos visto y analizado la “Declaración institucional conjunta de los partidos CPDS y UP”, del pasado 26 de marzo, elevada a la Presidencia de la República el día 28. Encontramos en ella elementos positivos que pueden suponer un principio de solución para los principales problemas que aquejan a nuestra Nación e impiden un avance en el proceso democratizador. Sin embargo, adolece de concreción en un punto fundamental, toda vez que “instan a Su Excelencia el Jefe del Estado a acometer, en los plazos más oportunos, una reforma política profunda…”

Consideramos que deben establecerse plazos y fijar las fechas, y no dejar la realización de tan necesarias y urgentes reformas al albur de la única voluntad del Jefe del Estado. Porque así llevamos 32 años, de promesa en promesa, sin que se cumplan nunca.

Por todo ello, declaramos nuestro apoyo a la declaración institucional de los partidos democráticos del interior (CPDS y UP), con los siguientes cambios:

Primero.-Debe establecerse un plazo breve para que el régimen cumpla las propuestas PRIMERA a TERCERA de tal declaración.

Segundo.-Cumplidas las propuestas primera a tercera y tras un periodo de ejercicio de libertades por parte de la población y de las organizaciones sociales y políticas, que favorezca el debate, se debería ejecutar la cuarta propuesta, que es la convocatoria de una mesa de negociaciones para llevar a cabo una transición a la democracia. La ejecución de las propuestas Primera a Tercera es necesaria para que se ejecute la propuesta Cuarta.

Animamos a los partidos del interior, Unión Popular y Convergencia Para la Democracia Social, a proseguir la lucha en la dirección de recuperar para nuestros pueblos las libertades secuestradas y a establecer un calendario claro y firme para la ejecución de las propuestas presentadas al gobierno guineano.

En el Exilio, 13 de Abril de 2011

Colectivo de Profesionales, Intelectuales y Estudiantes de Guinea Ecuatorial


Fuente: colectivo PIE

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