SEMBLANZA DE LA VIDA DEL FINADO D. RICARDO NVUMBA BINDANG.
Nuestro amado finado padre, D. Ricardo Ndong NVUMBA BINDANG (NDONG ABESO), había nacido en Midjimitom-Ngüeñ, Añizok, en la década de los treinta del pasado siglo XX. Tras finalizar su educación básica, se trasladó a Bata, a principios de los años cincuenta, para continuar su formación estudiando contabilidad en la Escuela de Artes y Oficios. Después inició su desempeño laboral, trabajando a cuenta de Transportes Reunidos, en la ciudad de Bata. Tras contraer matrimonio, la pérdida de su segunda hija determinó el destino que le conduciría a trasladarse y establecerse en Santa Isabel, hoy Malabo, en el año 1961. En la capital, finalmente encontró trabajo en Comercial Frapejo, importante firma de la época de la que acabaría siendo ascendido a Gerente.
El compromiso del finado con la dignidad y la libertad, le llevó a implicarse en la lucha por la emancipación de las personas y los pueblos entonces sometidos a la colonización española, involucrado en el Movimiento de Liberación de G.E., MONALIGE, del que fue uno de sus representantes en el interior. En dicha calidad, en el camino hacia la Independencia del país participó en la Conferencia Constitucional, celebrada en Madrid el año 1967, formando parte de la comisión de representantes del MONALIGE.
Tras el acceso del país a la Independencia y la posterior instauración de la dictadura de Francisco MACÍAS NGUEMA, iniciándose así el secuestro, hasta hoy ininterrumpido, de las libertades individuales y la soberanía de los Pueblos de la joven República de G.E., el finado Ricardo Nvumba Bindang, como tantos otros de sus correligionarios que habían luchado por la Independencia, fue represaliado injusta e ilegítimamente, durante once años, con la privación de libertad en los terribles penales de Ngolo y Black Beach, intercalada con periodos de confinamiento en su aldea natal, hasta dos días antes del Golpe de Estado capitalizado por TEODORO OBIANG NGUEMA MBAZOGO, el 3 de agosto de 1979, quien le liberó y nombró su administrador personal.
Seis meses le bastaron a nuestro amado y recordado padre para constatar que el nuevo mandatario no se ajustaba en su acción a los principios, referentes y motivaciones que le habían llevado a comprometerse en la lucha por la libertad y la emancipación de los Pueblos colonizados de G.E. Consecuentemente dimitió de la responsabilidad que le había confiado el nuevo Presidente, encaminado a constituirse en otro dictador, para ceñirse profesional y laboralmente en el desempeño en el sector privado. Desafortunadamente, la impresión de que el régimen instaurado tras el Golpe de Palacio de 1979 se asemejaba en demasía a la dictadura precedente se hizo una triste y palpable realidad que conllevó que, una vez más, D. Ricardo NVUMBA BINDANG, se viera comprometido a la lucha por las libertades y la emancipación, a costa de su propia libertad y destino. De nuevo conoció la privación de libertad, la marginación social y, finalmente, a finales de la década de los ochenta, un nuevo confinamiento en su aldea natal, tras ser interceptada por la policía política del régimen dictatorial una misiva de protesta dirigida al entonces Presidente gabonés Omar Bongo, por haber permitido la instalación en su territorio de una delegación del PDGE, partido único del régimen gobernante en G.E.
Al inicio de la década de los noventa del pasado siglo Teodoro OBIANG NGUEMA MBAZOGO, hubo de implicarse en una maniobra de lavado de imagen y de distracción política, con la formal instauración del pluralismo político, compelido por el marco y las exigencias de la llamada Comunidad Internacional, definidos tras la caída del muro de Berlín. Nada ejemplariza mejor esta dinámica que la acción desarrollada en esta época por el añorado embajador de los USA, acreditado ante el gobierno de Obiang Nguema, Sr. Bennett. Esta situación ofreció la cobertura que permitió que D. Ricardo NVUMBA BINDANG recobrara cierta libertad de movimientos y pudiera retornar y reinstalarse en Malabo.
No podía quedar el finado Ricardo NVUMBA BINDANG al margen de la nueva oportunidad para la definitiva libertad y emancipación de los Pueblos de G.E., que ofreció la coyuntura política nacional e internacional. Así, de nuevo se implicó activamente, bajo las siglas de CPDS, ideó y se orientó en la articulación de una gran coalición de partidos políticos comprometidos en la lucha por la democratización. Dicha coalición salió a la luz como la Plataforma de Oposición Conjunta, POC. Sólo el finado, Ndong Nvumba Bindang, tenía la experiencia, el perfil, la credibilidad y la capacidad de aglutinación para conseguir unas negociaciones y diálogos exitosos en que participaron personalidades tan importantes y trascendentales en la historia de G.E., como los hoy también recordados y finados D. Andrés Moisés MBA ADA y D. Justino MBA NSUE, entonces Presidente y Secretario General de la Unión Popular, UP, junto al resto de los líderes de los partidos políticos entonces operativos en el interior del país.
La edad en avance y la inconsistencia de los partidos políticos de la oposición, evidentemente justificable, entre otros motivos, por la decepción del eterno y vacío pseudo-proceso de transición democrática, la realidad de la primacía de los intereses económicos sobre la vigencia de los Derechos Humanos y la intransigencia de régimen dictatorial, hicieron que D. Ricardo NVUMBA BINDANG dedicara los últimos años de su vida a estar en su casa en Malabo y viajar con frecuencia a España para visitar a su prole exiliada, además de recibir atenciones médicas.
A lo largo de su vida, nuestro amado y añorado padre nos dio ejemplo de su mentalidad abierta y acogedora, la base sobre la que cultivó la amistad y la relación con todo tipo de personas, sin distinción de origen, condición social o género. Hasta el punto que en todo momento mantuvo abierta la puerta de su casa, incluso para aquellas personas con las que no compartía ideas y modos de hacer, si bien siempre manifestó sus opiniones en un constante alarde de consistencia ideológica y libertad de pensamiento, incluso en las situaciones más comprometidas. Jamás objuró de sus principios y convicciones.
Deja una abundante prole que ha de asumir el desafío de mostrarse digna descendiente de una persona que hizo de la HONESTIDAD Y LA INTEGRIDAD UN MODUS VIVENDI. DESCANSE EN PAZ.
José Luis NVUMBA MAÑANA. Barcelona, abril del 2011
Fuente: propia
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