El viernes día 8, según información de la Oficina guineoecuatoriana de información, el Jefe de Estado de Guinea Ecuatorial y Presidente de turno de la Unión Africana (UA), Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, pidió una “amnistía” para el líder libio, el también dictador Mouamar el Kadhafi, y condenó la intervención de la OTAN en Libia.
Para Obiang, se le debe conceder la amnistía al líder libio y a su familia y buscar la forma de materializar las reformas en la que los libios deben participar.
En dicha conferencia de prensa celebrado en Malabo, Obiang dijo que la UA condena la intervención de la OTAN en Libia, al mismo tiempo manifestó su desacuerdo con la acción de Mouamar el Kadhafi de utilizar las armas contra su pueblo.
Obiang en el poder desde 1979, pide la amnistía para su amigo Kadhafi, después de que el pasado día 27 de junio, los jueces autorizaran la orden de arresto de este, cursado por el fiscal de la Corte Internacional (CPI), Luís Moreno Ocampo, que investiga los crímenes en Libia desde el pasado mes de marzo, después de que el Consejo de Seguridad de la ONU le remitiese el caso con una resolución tomada de forma unánime.
Posiblemente, Obiang sea el único jefe de Estado africano que esté convencido que el líder libio Mouamar el Kadhafi deba continuar en el poder. Es evidente el nerviosismo de Obiang, ante el efecto considerable que pudiera tener la caída del líder libio en el continente africano, envalentonando a las poblaciones a sublevarse contra los dictadores incluido el propio Obiang, donde los críticos a su régimen son secuestrados de manera sistemática, torturados, asesinados haciendo desaparecer los cadáveres y donde el dominio del partido gubernamental (PDGE), es tal que el acercamiento de algunos de sus miembros causa un auténtico pavor entre los ciudadanos.
Sin embargo, como ha sido costumbre Obiang, no aclara a quién va dirigida su petición de amnistía y por qué. Obiang no dice nada sobre si su petición de amnistía va dirigida a los EE.UU., la ONU, la OTAN, o a los libios, etc…
Y es que, una amnistía supone la extinción de la responsabilidad penal de un delito. Este acto jurídico suele ser dictado por un poder legislativo y afecta a una pluralidad de individuos que, anteriormente, han sido “declarados culpables” de una violación de la ley.
Nadie entiende por eso que, a pesar de que el líder libio no ha sido detenido, juzgado y condenado, sigue amenazando con sus discursos incendiarios contra Occidente, y sin embargo Obiang se apresura a pedir su amnistía. La amnistía actúa siempre sobre el delito mismo (se perdona el delito, no la pena). Por eso debe entenderse que esta petición de amnistía por parte de Obiang, se basa en su forma particular de entender la justicia y las responsabilidades civiles y penales de un jefe de Estado, ante las atrocidades cometidas y tiene como único objetivo que la misma se convierta en una vía más a la impunidad practicado y acostumbrado por Obiang.
Obiang considera que con una operación de maquillaje y retoques, unos pequeños cambios sin cambiar nada y unos cuantos millones de dólares se pueden solucionar el problema de Libia, más bien la situación de su líder Mouamar el Kadhafi.
Este es el sentido del Estado que tiene Obiang, que tras casi 43 años en el poder ha asesinado o mandado a asesinar a más ciudadanos guineoecuatorianos, que los dos siglos de colonialismo.
Con estos actos y estrategias, Obiang está demostrando un nerviosismo inusual ya que parecía estar por encima del bien y del mal. Ya no dicta las normas, las debe cumplir. Se sabe hoy que Obiang ha ordenado sacar todos los fondos del Estado de la entidad bancaria “Societé General de Bank”, único banco francés que opera con cierta seriedad en Guinea Ecuatorial, que en otros momentos ha servido también a los intereses del régimen en Francia.
Obiang está agónico, observa con desesperación cómo los presidentes de Gabón y Nigeria adquieren notoriedad ante los EE.UU., mientras él se esconde y defiende a los dictadores a capa y espada.
Desde hoy, solo queda un mensaje claro: adelante jóvenes, mujeres y hombres guineoecuatorianos. El tigre está herido y quiere refugiarse en su cueva de Alí-Baba, con sus ladrones. A por ellos sin miedo y sin piedad.
Tenemos que hacer realidad las palabras del Presidente de los EE.UU. Husein Barak Obama, en Ghana, “si los africanos quieren pueden liberar a sus pueblos de la tiranía”
“Unidos podemos”
Gregorio F.F. Oyé
Vuestro fiel servidor
Profesor de Instituto


Fuente: fantomas

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