Guinea Ecuatorial es un país en el que al delincuente Ela Me Min se le considera “un hombre de paz”; en el que va a la cárcel aquel que defiende su casa, su terreno, su mujer y su familia; mientras aquél que atropella mortalmente a un peatón y se da a la fuga vive sosegadamente en su barrio y zanganea su maleante efigie delante de los familiares de la víctima. Un país en el que se multa a un comerciante por no responder en fang ante las preguntas del maleante policía de turno, que no sabe expresarse en castellano, y ni siquiera se le llama la atención al que lo hace, no es de extrañar que tenga más derecho de un solar ajeno un carirredondo del gobierno, que el legítimo propietario.

Un alto funcionario de la ciudad de Bata, acaba de declarar que es partidario de la usurpación de terrenos legítimos de aquellos que no aparecen en las listas de comunidades de base del PDGE y que no responden con la consigna de hermano militante (forma con que se conocen a los del partido del gobierno). Espíritu, que por cierto, es muy común en los mandamases de nuestro país. País en la que la ocupación y usurpación de propiedades privadas, bienes y muebles está al orden del día y no supone ningún delito.

Está claro que si a un ministro, o alto funcionario del gobierno de Guinea Ecuatorial le entra las ganas de construir una casa personal y encuentra un solar a la que no le esté dando uso diario su dueño, sabe el dueño que no va a tener más remedio que poner las manos en la cabeza y llorar durante lo que dure esta arbitrariedad, porque el funcionario de turno, sin consultar con nadie procederá a construir aquello que le viene en gana en el patio ajeno.

Se da frecuentemente el caso de aquél que ve cómo un tractor comienza a cavar tu propio solar que acaba de comprar, o cómo tu casa es reventada por los colmillos de un Caterpillar sin previo aviso. Por si esa dificultad fuera poca, los jueces y legisladores ayudan a cualquiera que no sea hermano militante a que su expediente fuera rechazado bajo el peregrino y endemoniado argumento de “nuevas infraestructuras para el horizonte 2020”

Guinea Ecuatorial, que Dios me libre, es un país que no vale un duro; porque se da la indeseable casualidad de que sus gobernantes cuestionan el sagrado derecho a la propiedad inviolable, mientras dan suprema importancia a la infraestructura (palabra muy de moda ahora en Guinea) que a las personas. Increíblemente, se está cerrando lo que se anuncio a bombo y platillo de las viviendas sociales, que hoy ya no se habla y que cada cada ministro y los altos funcionarios del gobierno acaparan más de 20 viviendas cada uno. Antes de que algún intelectualoide, de estos que no se quieren escapar de la mediocridad, se lance a la arena de la demagogia más barata poniendo en circulación la propuesta más imbécil del mundo mundial “Horizonte 2020”, siento mucho decir que nadie en su sano juicio debería albergar esperanzas en estos mediocres que la historia nos ha regalado.

La caradura de un gobierno vulgar, en buena medida, responsable de que prolifera la corrupción, el robo de solares, las usurpaciones, violación de todos los derechos humanos, consiste en hablar de un horizonte del cuento, que permite llevarse el dinero a esos países occidentales que critican todos los días. Si usted tiene un solar o algo que te pueden quitar, sepa que antes o después te quedarás sin nada. Pero habrá que esperar que algún día la justicia brotará como un manantial y los bienes robados serán recuperados.

Si mañana se instala por la cara un grupo de estos delincuentes con los popos de antorcha para arrebatarte cualquiera de tus bienes: solar, tu mujer, tu trabajo, tu vida, etc. no pierda el tiempo en avisar a ningún juez, a ningún policía o a ningún gobernador: son ellos los actores y ejecutores de la misma maniobra, no pierda el tiempo en contemplaciones legales porque va a ser que a usted sea a quien metan en la cárcel pidiéndote que demuestres que eso es suyo y que está ocupado ilegalmente: el modo de la dictadura es el que es y pueden pasar muchos meses antes de que encuentre un juez libre de corrupción y de manos atadas que se digne a mandar a la cárcel a estos idiotas, misión casi imposible en la Guinea Ecuatorial de hoy. Pero el guineano habrá que preguntarse a sí mismo, hasta cuándo quiere seguir viviendo así, claro si son muchos los que padecen esa injusticia, pueda que a muchos de los nuestros o casi la mayoría le viene mejor esta situación que estamos viviendo y por eso no merece la pena luchar por nada; yo diría que no es verdad. Vivimos mal, cuando realmente podríamos vivir mucho mejor, somos peores en todo comparado con nuestros vecinos africanos, sin ir más lejos. Nuestro dinero está en las manos de unos pocos, y ese dinero que nos dan en migajas nos corresponde por derecho y en grandes cantidades.

Guinea Ecuatorial pasará a la historia como un enjambre de ladrones que han hecho del gobierno una cueva de Ali Baba y los cuarenta ladrones. La llegada inminente del primogénito no va a hacer sino que algunos de estos, de teorías tan vacuas como deconstruidas se crezcan ante la inmensa posibilidad de seguir robando y pasar a la historia de Guinea como los grandes defensores del ROBO Y DE LA CORRUPCIÓN. En el fondo se trata de propulsar, como tantas veces hemos visto y escuchado, la idea de que para ser un poderoso en Guinea Ecuatorial hay que ser un ladrón.

Nuestros padres deberían preguntarse qué tipo de educación nos dieron para que un pueblo se convierta en una banda de ladrones y corruptos sin excepción. Ya sabemos que la cosa empezó con el Dictador Macias, ya ha alcanzado cotas inimaginables, pero nunca se sabe hasta dónde llegaremos.

La herencia recibida no puede ser de otra manera. ¿Alguien en su sano juicio puede albergar la esperanza de que el pájaro de Nguema Obiang pueda conducir a ese país?, sinceramente no me opongo a nada, porque en Guinea Ecuatorial todo es posible. Tamaña barbaridad sólo cabe en la cabeza de personas desestructuradas, pero la oposición no debe preocuparse de Teodorín, sino de quién siempre tiene la responsabilidad del precipicio en la que está Guinea Ecuatorial hoy en día.

Sabemos que los arrebatos de Teodorín no dan ninguna posibilidad de gobernar una nación por muy guineana que sea est nación. No soy valedero de Teodoro II, ¡que Dios me libre! Pero el hecho de que muchos están deseando verle como presidente de Guinea Ecuatorial, dice mucho hasta dónde podemos llegar y qué puede ocurrir dentro de poco en Guinea Ecuatorial.

Si el pueblo de Guinea hubiese sido un pueblo formado democráticamente, desgraciadamente no lo es, el hecho de que uno de los bandidos más significativos del continente africano y uno de los grandes ladrones de nuestros recursos, se está preparando para ser presidente de Guinea Ecuatorial, hubiesecho que hoy estemos a las puertas de una auténtica guerra civil, porque damos la oportunidad de que cualquier ladrón y payaso pueda gobernar Guinea Ecuatorial.

Pasamos toda la vida quejándonos del desprecio que nos brindan los blancos, pero nunca somos tan capaces de preguntarnos a nosotros mismo ¿Por qué? No hace mucho llovieron críticas desde España sobre la nueva ciudad de Sipopo, y los guineanos nos pusimos el grito al cielo. De eso se trata, de que un criminal y ladrón asalariado esté próximo a ser presidente de Guinea Ecuatorial en un lugar donde los edificios de Sipopo cuentan con la moderna arquitectura del mundo, y donde los niños mueren de un proceso gripal y el 60% de su población vive en absoluta pobreza. Cuantas groseras contradicciones sin que apenas se levante el bolígrafo del tintero y ningúno se siente capaz de inmolarse para dar fin al suplicio de sus hermanos. ¡Cuánto de egoistas somos!

Las mentes guineanas se han retorcido hasta lo imposible, siento mucho por los que esperan la complicidad del mundo internacional, lo siento por los opositores de todos los colores, lo siento por los que tienen amigos políticos de España, lo siento por los entusiastas, pero también por aquellos que han disfrutado con el Padre y ahora lo van hacer con el hijo, porque esta decisión puede encaminar al país y el mismo Teodorín a la autodestrucción.

Me decía hace unos años un admirado y entrañable amigo que todo aquello que en Guinea empieza por hacer disputado, tiene visos de acabar mal. Hice mías esta reflexión desde esa vez que me desahogué ante éste amigo mío, a sabiendas de que, además de un inestimable hombro de confianza, iba encontrarme bálsamo a la amargura que me produce la situación de Guinea Ecuatorial. Él siempre me decía, que si al año que viene te acuerdas de lo que hoy te hace sufrir, sepa que es algo importante. Pero no Creo que habría que dar mucha importancia a lo Teodorín, porque su presidencia sería la mejor noticia para Guinea y el pronto final de una larguísima agonía del pueblo de Guinea Ecuatorial. Pero sí que empieza hacer importante y preocupante la pasmosa tranquiliad con que el pueblo de Guinea Ecuatorial asume la Injusticia y la arbitrariedad.

Crispín Mba (sólo son reflexiones)


Fuente: propia

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