Lo creible y coherente es no participar, absteniendose.

Madrid 1 de noviembre de 2011.-

El sistema perverso que tiene instalado el dictador Obiang Nguema en Guinea Ecuatorial no admite corrientes en contra. Cualquier intento de disidencia se interpreta como un atentado grave y se reacciona con contundencia feroz. La dictadura esta entrenada para eso y para casi nada más.
Esta dictadura ha llegado a difundir la falacia de que todas las ideas caben dentro del partido único PDGE y no ven la necesidad de otro partido. Y si hay otro partido, éste debe alinearse con el partido unico, en coalición, en caso contrario, que se atengan a las consecuencias.

Lucas Nguema Esono, un tipo que estaría en la carcel en cualquier otra parte del mundo, es el autor de estas prácticas hostiles. Es experto en crear problemas y en saltarse la ley sin rubor. No tiene moral. De ahí que haya sido escogido por Obiang para que junto con Clemente Nguema promuevan el mayor ataque posible a lo poco que quedaba en Guinea de racionalidad institucional. La combinación de ambas personas no podría ser más mortifera para la democracia (RIP).

En los pueblos del interior han concluido que oponerse a la dictadura no tiene por ahora ningún sentido. El dictador no respeta ninguna norma y no permite ninguna ”debilidad”. De modo que hay que regalarle los votos, todos los que quiera y más. Total, las votaciones forman parte del juego macabro instituido por Obiang para hacerles recordar cada cierto tiempo que él manda por la fuerza: la campaña es en realidad un mecanismo de hostigamiento del poder absoluto y no una petición de ningún voto favorable o desfavorable. La presencia en los pueblos y en las calles del partido único, presencia exagerada y agresiva, cumple con este propósito de explicitar la idea de que el poder politico y económico que ellos disfrutan, lo ejercen en monopolio y a ellos, los subditos, se les exige la sumisión. De modo que en los pueblos, para evitar tanta presión, desean terminar cuanto antes con todo esto. El dia final de las votaciones, rellenan las hurnas y a las 10 de la mañana ya está todo hecho para que el delegado gubernativo o de pdge venga a buscarlas y se las lleven. En realidad no entienden el juego, no saben por qué hay que rellenar las hurnas si el que manda va a seguir mandando y haciendo lo que quiere hacer. No lo entienden, pero sufren la presión del poder que les anuncia su poderio y amenaza.

En la Libia de Gadafi no había partidos: la revolución gadafista se movía en el mejor de los mundos, sin oposición aparente, sin fricciones, sin frenos. Y sin embargo mucha población estaba alejada del sistema aun permaneciendo en apariencia sumisa. Así, cuando parte de la población se rebeló, Gadafi no entendia nada ya que ”su pueblo le amaba”. Al igual que Obiang y al igual que muchos tiranos, Gadafi había construido un círculo poderoso a su alrededor, del que salían alabanzas y aplausos, un círculo productor de fábulas.
En Guinea ese círculo está sostenido por el PDGE, verdadera policia política, que actua igual que las SS alemanas. Al mismo tiempo que el PDGE produce ruido de mentiras que le llegan al tirano con actos de movilizacion de masas y emisoras de voces monocordes y monótonas, también ha construido otro círculo que rodea al primero. Es el círculo del silencio, que garantiza que ninguna voz disidente procedente del exterior va a atravesarlo. Para ello despiden a los guineanos disidentes de las empresas públicas y privadas, amenazan a sus familiares, compran a los familiares de disidentes para construir espacios de silencio dentro de las familias, hacen obras inútiles o crean empresas y corporaciones inncesarias con el sólo objetivo de comprar el silencio.

Y todo eso se hace sin rubor. Y es que en Guinea los gobernantes de la dictadura han perdido la vergüenza. Actúan a la luz del dia amenazando, comprando y extorsionando. La moral no va con ellos.

Ante la amenaza de una revuelta, en lugar de buscar remedio a las causas de la disidencia que existe en la sombra, convocan un referendum intimidatorio para aprobar y explicitar su vuelta a las cavernas de la dictadura.

Toda esta situación es conocida por todas las personas que se mueven en la politica guineana. Obiang convoca algo que va a ganar, no con ánimo de consultar a ninguna poblacion, sino con afan de intimidar, cerrar filas y asumir una vez más todos los resortes del poder. Lo lógico ante todo esto es dejarle solo al dictador con sus maniobras intimidatorias. Si quedara algun partido serio dentro de Guinea, que no queda, deberia abogar por la abstención, que es lo lógico. Porque ninguna votación tiene valor en ese infierno de la democracia que es Guinea. En un lugar donde se violan todos los principios de la democracia, de la libertad y de la razón, no cabe expresarse desde ninguna de sus aparentes instituciones, sino apartarse de todo ello, por coherencia y por higiene mental. Cuando ya se tienen los resultados del referendum ¿qué valor tiene votar SI o votar NO?

De hecho ir a votar es jugar al ritmo de la dictadura e ir a votar NO es hacer el idiota haciendo el juego a los amigos de la dictadura que quieren sacrificar a los guineanos mientras ellos cobran del dictador el favor de simular una democracia inexistente.

Y si Obiang, Lucas Nguema Esono y Clemente Nguema Onguene no desean que existan partidos verdaderos sino comparsas del partido único, lo inteligente es abandonar los partidos y constituir una oposición más libre de moverse, porque fuera de los partidos hay oposición posible, como hemos visto en Egipto, Libia, Tunez, etc.

Aquellos que quieran usar a los partidos como medio de vida en Guinea deberían afiliarse al partido único o alinear su partido en la ”coalición presidencial”. Es lo más inteligente. Así cuando se diga que Guiea es una dictadura, que lo es en modo superlativo, se tendrá mas evidencia al observar que no existen partidos politicos. Y cuando desde la clandestinidad la oposición llame a la abstención, el pueblo comprenderá por qué lo hace: no es posible el ejercicio de la politica verdadera dentro de una dictadura sanguinaria.

Por otro lado, si Obiang de verdad desera cambiar su dictadura por una democracia, lo hubiera hecho con su actual constitución, haciendo caso a las peticiones que UP, CPDS y el colectivo de estudiantes, intelectuales y proifesionales le hicieron en su momento. El solo hecho de ignorar estas peticiones sin hacer el menor guiño a la oposición, deja muy claro que las intenciones del dictador son cualquier cosa menos cambiar a mejor.
Y si esto es asi, que lo es, ¿para qué ir a votar si al final el dictador hará su perversa voluntad? Ningún partido decente debe pedir ayuda económica para pedir el NO. Es un juego tan sucio como el que realiza el dictador.

Nadie votará NO porque no estamos en presencia de unas votaciones, sino ante un juego macabro de uno de los últimos dictadores de este mundo.

Abstenerse de participar en ese juego y en consecuencia, de votar, es lo más noble e inteligente que se puede hacer, mientras trabajamos para acortar el tiempo que le queda a esta tirania insensible e intransigente.

Nvo Zang Okenve Mituy
Profesor universitario
Foro Solidario por Guinea Ecuatorial


Fuente: propia

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