Intervención de Nicolás Mangué Meñana, responsable de CPDS en la Región Continental, en el congreso del PDGE

Señores dirigentes y militantes del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial

Apreciados delegados e invitados a este V Congreso ordinario del PDGE

Una vez más asistimos a un congreso del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial, y lo hacemos movidos, como siempre, por el convencimiento de que, tras más de una década del proceso de democratización de nuestro país, sólo el diálogo constante entre las fuerzas políticas de Guinea Ecuatorial y el respeto mutuo entre todas ellas pueden conducir al feliz término que todos anhelamos.

Los dirigentes y militantes del PDGE coincidirán con CPDS en que la experiencia ha demostrado que los países, pueblos y, en definitiva, las sociedades humanas, sólo pueden desarrollar sus capacidades y avanzar cuando los individuos que los componen se desenvuelven en libertad. Y ello ocurre únicamente en un país democrático, en el que se respetan escrupulosamente los derechos y libertades de las personas. Uno de esos derechos es el derecho a expresarse libremente, a tener una opinión política distinta a la del otro, sin miedo a represalias.

Desde este punto de vista, queremos recordar que, por expresar libremente su pensamiento y opiniones políticas, el Secretario de Relaciones Internacionales y responsable de Derechos Humanos de CPDS, el doctor Wenceslao Mansogo, lleva dos meses privado de libertad sin ninguna base legal ni jurídica que justifique su situación, lo cual pone en duda la credibilidad del proceso de democratización en curso en nuestro país. Queremos pedir, y así lo hacemos desde aquí, la puesta en libertad del compañero Mansogo, entre otras razones porque, después de un juicio sin pruebas concluyentes contra él, su permanencia en prisión no puede obedecer sino a motivaciones políticas.

Compatriotas y delegados al V Congreso ordinario del PDGE, la democracia es un bien común y genuino que no admite ambigüedades ni etiquetas decorativas. Una de las características de la democracia es permitir que los ciudadanos puedan ser gobernados por aquellos a quienes ellos mismos hayan elegido mediante un proceso libre y transparente y homologable a los de los demás países democráticos; lo que es antidemocrático en un país, no puede ser democrático en otro, y viceversa. Otra característica de la democracia es la posibilidad de que los ciudadanos puedan elegir otros gobernantes si los anteriores, en lugar de buscar el beneficio general, actúan en función de sus intereses particulares. Es decir, la democracia lleva inherente un pacto, un contrato político en virtud del cual los ciudadanos eligen al gobernante para que este cumpla sus obligaciones, y si no las cumple, votan a otro. Es la alternancia en el poder, sin la cual no podemos hablar de democracia.

Cuando se ha tomado la determinación de hacer reformas políticas, hay que ser valientes para llegar al final y no tener miedo al cambio. Quienes hoy están en el poder, mañana pueden estar fuera de él, y pasado mañana otra vez en el Gobierno, y así, sucesivamente. El miedo a perder el poder o, lo que es lo mismo, el miedo al cambio, conlleva la obsesión por destruir al adversario, no importa con qué medios. En este sentido, queremos invitar a la reflexión al Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) sobre la necesidad de afrontar con valentía, y sin temores al cambio y a la libertad, el reto de la democratización de nuestro país.

Apelamos nuevamente al entendimiento y respeto mutuo entre los partidos que componen el panorama político nacional, en especial al PDGE. Desde Convergencia para la Democracia Social, no nos parece éticamente aceptable que el partido gubernamental, para sentirse más fuerte y seguro, destine esfuerzos a la desestabilización de los partidos políticos de la oposición. La historia nos ha demostrado, en todo momento, que no es más fuerte quien se cree poderoso venciendo a los débiles, sino el que, en batallas en igualdad de condiciones, sea capaz de vencer a sus pares.

La tentación de destruir al adversario, en aplicación del dicho de Nicolás Maquiavelo de que “el fin justifica los medios”, suscita mucha inquietud tanto entre los demócratas de la oposición, como dentro del PDGE, en el sentido de que despierta los viejos fantasmas del pasado con un peligroso y desesperante retorno al sistema de partido único, de triste memoria.

Estimados compatriotas, no podemos concluir esta intervención sin agradecer sumamente la gentileza del PDGE por habernos invitado a su V Congreso ordinario, y recordar a todos los aquí presentes, y especialmente al conjunto del pueblo ecuatoguineano, que Guinea Ecuatorial es un Estado Republicano. Sus gobernantes y los representantes de los ciudadanos en las instituciones, asimismo republicanas, han de ser elegidos por el pueblo. Todos los ciudadanos, sin distinción de sexo, etnia, región ni ascendencia, tienen derecho a la igualdad de oportunidades, y deben ser valorados y tratados únicamente en función de su capacidad y preparación, y no por su origen social. De lo contrario, no estaríamos hablando de una República.

¡¡¡VIVA LA DEMOCRACIA!!!

¡¡¡ARRIBA LA REPÚBLICA DE GUINEA ECUATORIAL!!!

MUCHAS GRACIAS

* ¿Qué más hay que decir a Obiang para que cambie? ¿Cuando van a dejar de dividir a los partidos, quitar trabajo a los que no son de su partido, robar las riquezas de los guineanos y mostrar su incapacidad para que el pais funcione mínimamente? ¿Y cuando van a dejar de mentir llamando democracia lo que es una brutal DICTADURA que produce demasiados sufrimientos a la gente?. Lo que dijo Nicolás delante de vuestras narices mientras estabais borrachos de una falsa euforia, es lo que todos los guineanos quisieran deciros una y otra vez. Obiang sufre de autismo, consecuencia de su forma de ser y del síndrome de la Moncloa que padece.
DEBE CAMBIAR EL PAIS A LA DEMOCRACIA Y QUE SE RETIRE DEL PODER, EL Y SU FAMILIA.


Fuente: CPDS

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