Guina ecuatorial - Francia : la cólera de Teodoro Obiang Nguema

Jeuneafrique.com

03/05/2012 à 18h:50 Par Pascal Airault

Guinea Ecuatorial no digiere el caso de los ”bienes mal adquiridos”. Y amenaza a París con represalias diplomáticas y comerciales.

¿Teodoro Obiang Nguema tiene muchas caras? Por lo menos tres en el caso de los ”bienes mal adquiridos”, que ha visto a la oficina del fiscal de París, autorizar la emisión el 4 de abril, de una orden de arresto contra su hijo, Teodorín. En primer lugar está la cara que muestró en Mongomo, su ciudad natal. Obiang expresó su ira, en lengua Fang, en contra de una ”decisión injusta”, motivado por ”celos”. Como dijo en la emisora France 24, su hijo trabaja y es propietario de varias empresas de las que obtiene sus ingresos.

Luego está la cara que presenta a Francia, a quien le pidió frenar el proceso judicial, antes de publicar comunicados de prensa en los que sugeria una posible ruptura de relaciones diplomáticas y represalias contra las empresas francesas. El 19 de abril, en un discurso incendiario pronunciado en la apertura del congreso del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) en Bata, Obiang acusó a Europa de querer recolonizar África. Por último, está la cara que acompaña el discurso tranquilizador que valora a sus socios económicos. ”Ustedes están a salvo”, repitió a los responsables franceses. El Presidente ha pasado instrucciones a sus compatriotas para que no ataquen a los franceses o a sus empresas. A veces unos pocos funcionarios celosos de su trabajo complican los procedimientos administrativos, pero nada alarmante en realidad. Una sola manifestación, muy orquestada y supervisada, puso en la calle a 2.000 personas frente a la embajada de Francia para exigir una explicación.

Admirador de Mitterrand
De hecho, Obiang Nguema seguramente no ponga en peligro lo que él ha construido pacientemente. Un admirador de François Mitterrand, en el poder desde 1979, ha sacado a su país - el único país africano hispano - del aislamiento. En 1983, se unió a la Unión Aduanera y Económica del África Central (UDEAC, antepasado de la Comunidad Económica y Monetaria del África Central, CEMAC) y en 1998 hizo del francés el segundo idioma oficial.

Grandes grupos.
Empresas francesas se han asentado en el país desde mediados de la década de 1990. Veinte filiales de grandes grupos están presentes hoy en día. En la construcción, Bouygues, Sogea Satom y Razel comparten contratos anuales de aproximadamente 500 millones de euros. ”Nuestros contratos no se ven afectados, dice uno de los empresarios. En cambio, el jefe de Estado a veces nos da la obra de las empresas chinas cuando la ejecución no le conviene.”

Muchos subcontratistas, como Egis International, una firma consultora encargada del plan de desarrollo urbano de la nueva ciudad de Oyala, se encuentra en la cresta de la ola de grandes proyectos. Air France vuela todos los días a Guinea Ecuatorial, donde residen 700 franceses. Accor ha construido dos Ibis y dos Sofitel. También está el grupo Castel (vinos, cervezas y licores), empresas de alquiler de coches (Europcar y CFAO) o la empresa de servicios petroliferos Schlumberger. En la distribución de hidrocarburos, total es el número uno. Y SGBGE, una filial de Société Générale, es el segundo banco más grande. Malabo exportó 600 millones de dólares a Francia en 2011, principalmente productos derivados del petróleo, e importó 270 millones. Sin embargo un diplomático dice que ”El clima actual no es propicio para la firma de contratos importantes”.


N.T. Obiang presenta varias caras como nota dominante de su personalidad inquietante. No actua mas que en interés de conservar su puesto, a toda costa y por tanto decir que ”Obiang Nguema seguramente no ponga en peligro lo que ha construido pacientemente” carece de valor. Ha regalado a empresas francesas contratos para estrechar sus relaciones con Francia y blindarse. Si sus amenazas y chantajes a Francia no surten efecto, tomará más represalias contra los intereses freanceses en Guinea y si se ve en peligro, expulsará a los franceses de Guinea.


Fuente: Jeune Afrique

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