Estimado Presidente de la República,

Ignoro qué pasa por la cabeza de un hombre que gobierna un estado como Guinea Ecuatorial. También desconozco lo que experimenta ese mismo hombre cuando una ciudadana guineana es capturada, esposada, secuestrada y tortura de forma sistemática, alevosa y calculada por sus propios hermanos y hermanas. No estamos en los recovecos de Afganistán, ni en alguna enramada de Colombia. Estamos en Mongomo, en Guinea Ecuatorial y se trata de una hermana nuestra, ¡por favor!

Mi pregunta sigue buscando qué siente usted, qué espera que le suceda a esa mujer allá en estas mazmorras en que vive ella en Mongomo con la sóla ayuda de su enjuta madre y la constante presencia amenazante de sus verdugos. Los policias del estado.

Yo lo ignoro todo y de momento no me interesa saberlo. Lo que ahora deseo es sentirme solidaria con ella con su madre y su familia desde su dolor, su sufrimiento, y no me queda otro sentimiento que pedirle su pronta liberación.

¡Sr. Presidente líbera a esa mujer!. ¿Es que usted se ha olvidado que es una mujer y además está enferma? ¿Usted se olvida que detrás de esta indefensa criatura estás muchos rostros humanos? ¿Qué beneficios pueda obtener el presidente de un país cuando provoca lágrimas de desesperación en una madre, sentimientos de aturdimiento en una población en una mujer que predice su muerte?

Sr. Presidente, le emplazo a escuchar las palabra de Clara Nsegue (Lola) colgadas en la pagina del español Eugenio Perdomingo (espacios europeos y por facebook). Escúchalas, siente su voz, mide sus palabras, releer su situación y piensa en fracción de minutos, en alguna de su hermana, en su sobrina, en su propia hijas y poco diría en su propia mujer Dña. Constancia Mangue e invierte el orden del sufrimiento de esta pobre mujer. Piensa cuánta gente lloran al escuchar la voz de desesperación de Clara Nsegue (Lola), cuánto dolor inasumible. Sr. Presidente no sea uste un hombre insensible al dolor, que el odio no le cierra los resquicios de remordimiento y la capacidad de apelar clemencia a su pueblo, que sólo sabra olvidar y perdonar.

Sr. Presidente, en política no se odia con tan furor incendiario. Ese odio que tortura, encarcela y mata a mujeres y a niños. ¿Cómo un hombre que asesinó a Macías Nguema, ese mismo hombre es capaz de asesinar a una indefensa mujer? No se odia hasta eliminar físicamente a los oponentes políticos, por el simple hecho de crear un partido político opositora. Si a estas alturas se encarcela, se tortura a una mujer por crear un partido político, ¿Por qué y par qué tenemos el PDGE? No se odia de esta manera que se ciega completamente a la razón, un modo de odiar que envía a las cárceles a niños y mujeres, una forma de odiar contumaz y persistente.

Sr. Presidente, usted siempre alude al periodo de la “Triste memoria” pero ¿En qué se diferencian el secuestro, la tortura y el encarcelamiento en tiempos de Macías Nguema (Triste Memoria), con el secuentro, la tortura y encarcelamiento de Clara Nsegue en tiempos de Obiang Nguema, de lo que supone “Alegre Memoria”? Da la sensación de que no se ha salido del circuito cerrado, no ha habido manera.

Sr Presidente, a los muertos se les entierran, pero a los vivos se les salvan. Está uste a tiempo de salvar la vida de Lola y evitar una barbarrie. LE PIDO LA INMEDIATA LIBERACIÓN DE CLARA NSEGUE LOLA.


Fuente: Op

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