Esta muletilla forma parte del argot dominguero del PDGE (Partido democrático de Guinea Ecuatorial de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo), que tiene sus elongaciones en otras muchas a las que me dedicaré tiempo para criticar. Este canto coral es muy parecido al ¡Heil Hitler! (”¡Salve Hitler!”) de los nazis alemanes, con una única diferencia, que los nazis eran hombres y mujeres cultos e inteligentes que querían dominar Europa y el mundo con su macabra ideología de raza aria, los otros (PEGEistas) son una banda de analfabetos que han superado a ellos mismos en la idiotez.

Pero dejemos aparte los nazis y nos vamos directamente a los pedegeistas. Es mucho más benigno hasta comprensible que una manada de imbéciles desean la salvación a un asesino, pero lo que no cabe ya en ninguna cabeza, es que se le reconozca como el ÚNICO HOMBRE. El ruido que acompaña cualquier reunión, tertulia, encuentro del PDGE es este canto coral que los militantes del gubernamental partido vociferan antes durante y después de los encuentros del partido democrático del fundador. Algún tonto dirá que Crispín gusta insultar y faltarle el respeto a la gente, no diré que no, pero sobre todo cuando me encuentro con un enjambre de subnormales, que reniegan a ellos mismos; hombres todos y ataviados de trajes de popo con una fisionomía, la de Obiang Nguema el ÚNICO HOMBRE que hoy existe en Guinea Ecuatorial.
Me gustaría realizar un estudio con los encéfalos de estos militantes, varones del PDGE, para arrojar luz sobre el nivel de idiotización que hayan alcanzado nuestra población masculina en estos años, para soltar a voz en grito una consigna como esta. ¿Qué pasa en la cabeza de un macho cuando grita diciendo: ¡Un hombre! ¡Un solo hombre! Obiang Nguema Mbasogo?. ¿Es que en Guinea Ecuatorial, sólo existe un solo hombre? ¿Y los demás qué son? ¿Cómo un ser humano puede llegar hasta tan baja autodestrucción de sus emociones? El PDGE ficha a imbéciles y los consagra.

SER del PDGE es genial, pero fácil, ya lo dije en otras ocasiones. Tiene que pasar el día hipotecando tu personalidad y la de los demás. PDGE ha ido diseñando un día sí y otro también un perfil de guineano atolondrado, irreflexivo, aturdido e inconsciente, que nunca pregunta el por qué de las cosas, sino que asume todo sin ningún mínimo criterio de deliberación, este partido ha creado el decálogo ineludible de todo buen guineano engatusador, inseguro y siempre sospechoso de los demás, y ha establecido asimismo, las penalidades que supone apartarse de una simple verdad como que en Guinea Ecuatorial no hay centros educativos, ni hospitales, ni agua potable ni luz y este país sigue apareciendo en la vergonzosa lista de los países más pobres del mundo, a pesar de tener una riqueza per cápita que le sitúa en las esferas de Japón, Reino Unido y Suecia. Así es que el buen Pedegeista debe ser un buen embustero farsante y patrañero y debe aprenderse al dedillo el rosario de corrupción que está extendida como manta de aceite en todo el país y que ha condicionado a Guinea Ecuatorial en todos sus ámbitos y sectores sociales.

Educados muchos en las trincheras de la peor dictadura de Francisco Mesie Menguema (Juventudes en Marcha con Macias), las nuevas generaciones del PDGE no dudan en afirmar públicamente que ser estúpidos e imbécil es lo más ventajoso para militar en PDGE. La perversa ideología de estos inscritos y sus ayos ha ahogado y sigue ahogando y reprimiendo, mediante la fuerza y sangre, la libertad del resto de ciudadanos de Guinea Ecuatorial condenándolos a vivir en la absoluta miseria. Así todos los días.

¿Cuál es el futuro del PDGE?. No tiene futuro, pero los militantes de este partido aunque en peor de los casos, son recuperables. A nadie, hasta el más cretino recalcitrante de este partido, sabe que una etiqueta no se borra, sino que se desclava. Si hoy el PDGE apesta, imaginamos qué pasará cuando a este hombre que proclaman como ÚNICO ya no estuviera presente entre ellos. Quedará como el dicho fang “si desamarras la presa, se desalojan las hormigas”. No debe ser agradable, que una sombra del dedo pulgar esté continuamente señalando a uno como asesino e idiota. Nuestra historia no es tan abultada para olvidarnos del carnet del PUNT (Partido Único Nacional de Trabajadores), que muchos quemaron sin contemplaciones. Los militantes del PDGE ya pueden ir emigrando ideológicamente hacía otras realidades aconsejables justas y con futuro. Después de consumir tanta vida, la honradez, la justicia, la personalidad y haber implantado una ideología perversa en medio de la sociedad guineana, Obiang Nguema y los suyos están todavía a tiempo de enmendarse, de tomar una dirección justa. Tiempo hay todavía para rectificar y pedir perdón al pueblo de Guinea Ecuatorial.


Fuente: opinion

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