Una duda metódica o retórica puede estar transitando en mi mente y es, quién realmente hace que Guinea Ecuatorial, haga lo que haga, tenga una imagen negativa en el mundo. Si quiesiera que el abanico que despeja esa duda fuese mucho más amplio, voy a complicar un poco más las cosas con una doble pregunta. ¿Quién es realmente el enemigo de Guinea Ecuatorial? Si las cosas van tan bien, como siempre afirma el gobierno, ¿Por qué cada día aumentan las críticas en los medios internacionales?

La sobreactuación y la áspera teatralidad con la que el gobierno, los partidos políticos que están en el interior de Guinea Ecuatorial y Jerónimo Osa Osa Ekoro se han disfrazado de inflexibles para responder al manifiesto de la CORED (Coalición para la Restauración Democrática en Guinea Ecuatorial), da muy mala imagen a Guinea Ecuatorial, da mala imagen al gobierno y, sobre todo, da mala imagen a los que escriben estos pergaminos y los cuelgan en redes sociales para que todo el mundo los lea. Tanto en la forma, como en el contenido se ve con mucha claridad cómo se activa la autocracia en un aparente condición angelical democrática. El presidente de la república, el secretario del PDGE y los diversos grupos de la oposición interna muestran que en Guinea Ecuatorial, lo que persiste es el totalitarismo. Yendo más allá con un lenguaje tendencioso fuera de cualquier principio democrático. Estas cosas haciéndolas así, confirman que en Guinea Ecuatorial lo que gobierna es el sistema de Partido Único.

Recordemos algunas heroicidades de Guinea Ecuatorial en los cinco últimos meses: un grupo de militares con sus regentes roban y secuestran empresarios en Bata. José Manuel Obama teniente de Fuerza Aérea de Guinea Ecuatorial asesina a sangre fría a una niña de 13 años en Bata, la justicia guineana no actúo. Muere el ministro de trabajo don Miguel Abia Biteo, en situaciones misteriosas, y el gobierno lo complica mucho con sus torpes explicaciones. Meses más tarde muere el viceministros de telecomunicaciones, don Carmelo Modu en situación inverosímil, el gobierno se limita a anticipar el suicidio como causa sin previo análisis forense. Detienen a dos periodistas del ‘Finalcial Times’ y les confiscan los materiales en Malabo, el gobierno no dice nada al respecto. Un activista político, de nombre Weja Chicampo, desea regresar a Malabo después de estar unos meses en España, es impedido su entrada al país por las fuerzas de seguridad del estado, sin ninguna nota que aclara los hechos, hoy en día está en Malabo y nadie por qué no pudo entrar la vez primera (cosas de Guinea Ecuatorial). Sale la noticia del secuestro de un exiliado político de nombre Cipriano Nguema Mba, por las fuerzas de seguridad del Estado guineano y dicen que podría estar muerto; el gobierno ni lo afirma ni lo desmiente. Ocho condenados a muerte son ajusticiados el 30 y 31 de enero, cuatro en Evinayong: Tadeo Mitogo Alo, Amadou Tamboura, Mariano Nguema Ela y Abraham Ndong y otras cuatro ejecuciones se realizan en las mismas fechas en Malabo; mientras todo esto transcurría, el ministro de derechos humanos Alfonso Nsue Mekuy defendía en Ginebra que en Guinea Ecuatorial la pena de muerte está abolida.

¿Ante este panorama seguirán preguntando el por qué Guinea Ecuatorial tiene mala imagen fuera y dentro del país? ¿Cuáles son los principios que maneja el Gobierno de Guinea Ecuatorial, el PDGE y los partidos que le secundan?

Demasiado decoro para recibir alabanzas. Los extraños mecanismos que utiliza Guinea su gobierno y oposición que está a su favor impiden que Guinea Ecuatorial pueda ser visto desde fuera como un estado serio en transición democrática. Antes de exigir respeto fuera, hay que empezar desde dentro. El gobierno de Guinea Ecuatorial y los que hacen política sobre Guinea Ecuatorial deberían fumigar sus intenciones y derogar esta doctrina marra que hace que hagan lo que hagan sólo recibirán despiadadas crítica. Con dinero no se lava la imagen, sino que lo ensucia, lo siento. Cubrir semejantes disparates con sumas de dinero es, sencillamente, una grosería. El enemigo está en casa


Fuente: Política

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