LA UNIÓN HACE LA FUERZA.

Si la unión hace la fuerza, ¿cómo se puede estar entonces en contra de ella?
Esta es la pregunta que me hago cuando al parecer algunos dudan de mi apuesta por la unión de todos los que nos declaramos disidentes, opositores, activistas, barrenderas, indignadas, etc. a la dictadura implantada en nuestro suelo patrio.

Es verdad que he escrito y hecho varios comentarios sobre el tema de la unión pero en ningún momento he pretendido ponerla en tela de juicio si se tiene en cuenta que yo, como opositor y dirigente político, siempre hemos formado parte de todas las coaliciones llámese plataformas, pactos que hasta ahora han sido creados en el seno de la oposición, empezando por la Junta Coordinadora de las Fuerzas de Oposición de Guinea Ecuatorial nacida tras el Manifiesto de la Convención de Zaragoza celebrada los días 1,2 y 3 de abril de 1983 y cuyos Estatutos fueron rubricados en Madrid (España), el 15 de julio de 1983.
En Febrero-Marzo de 1988, asistimos y tomamos parte activa en la reunión que se celebró en Madrid tras el anuncio del Presidente del Partido del Progreso de su proyecto “Operación Regreso en Libertad”. ANRD aportó propuestas que fueron apoyadas por la casi totalidad de los asistentes a esa reunión, al tiempo que asumimos la Secretaría de la Junta Coordinadora. La decisión unilateral del Presidente del Progreso de regresar a Guinea Ecuatorial sin el consenso y aprobación de los grupos que secundamos la iniciativa, “La operación retorno en libertad” no se pudo materializar tal y como se había acordado en el encuentro antes mencionado.

Tras la desaparición de la Junta Coordinadora, se crea el “Pacto de Madrid para la Democratización y Autodesarrollo de Guinea Ecuatorial”. En mi calidad de Secretario General de ANRD, asistimos casi en todas las reuniones que se celebraban en vista a dar cuerpo al pacto e implicar a las Fuerzas Políticas españolas para apoyarlo. Efectivamente el Pacto fue suscrito por esas fuerzas políticas y las de la oposición y asociaciones de Guinea Ecuatorial. Mi firma está ahí estampada.

Cuando la dictadura anuncia de forma pomposa la “apertura democrática” con la legalización de los primeros partidos políticos de la oposición, nosotros desde ANRD participamos activamente en los encuentros organizados en España por toda la oposición presentando nuestras propuestas respecto a esta nueva situación y firmamos acuerdos con el Partido Congreso Nacional de los Pueblos de Guinea Ecuatorial de Francisco Ela Abeme conocido como el Acuerdo de Málaga. Es verdad que muchos partidos se precipitaron a regresar a Malabo sin antes haber diseñado un proyecto común en vista a exigir a la dictadura que se cumpla algunas condiciones mínimas para que el proceso de democratización anunciado a bombo y platillo, no se traduzca en un simple lavabo de imagen de cara a la galería.

En definitiva, no se puede forzar la unión ni utilizarla como argumento para no apoyar y ayudar a la oposición guineana.

Hemos cometido errores como ya dijo Donato Ndong Bidjogo, pero otros también los han cometido por eso resulta perentorio que cada uno haga un examen de conciencia sobre sus actuaciones y comportamientos y el mea culpa nos hará retornar a la mesa para diseñar juntos la hoja de ruta de la nueva andadura de la oposición y que cada uno crezca y muestre que en la política debemos ser humildes, honestos, serios, patriotas y así ganar la confianza de nuestro Pueblo que sigue esperando ansiosamente a su Oposición como única esperanza para sacarlo de su estado de postración.

Los protagonismos y ambiciones personales siguen siendo los males que adolecen a la oposición y a los responsables políticos. La humildad u honestidad nos obligan a reconocer que esos males son los que han causado y siguen causando los estragos que hoy en día sufrimos y que hacen que no nos tomen en serio en ninguna parte.


La UNIÓN SÓLO ES POSIBLE SI NUESTRO EGO DEJA DE ESTAR POR ENCIMA DE NUESTROS OBJETIVOS COMUNES.


Fuente: Dr. Samuel MBA MOMBE

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