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Durante los acontecimientos del mal llamado golpe de libertad,Don José Biyogo Mbaga, le quiso dar un contra golpe. Tuve que cumplir con mi deber salvándole la vida. publicado por: Aquilino Nguema Ona Nchama el 14/12/2021 22:13:29 CET
HISTORIA DE LA VIDA DE MANUEL OSA MBA Autor, M.O.M.B. Yo, Manuel Osa Mba, soy Hijo de Juan Mba Beluy y de Juana Mikue Ebang: que en paz descansen. Natural y vecino de Belelaba Onvang concentrado, del municipio de Ayene, distrito de Añisok, provincia de Wele Nzas, de la región continental de la Republica de Guinea Ecuatorial.
Al empezar mi historia, quiero relatarles un poco de la historia de mi difunto padre Juan Mba Beluy.
Fue un antiguo capataz de obras publicas y el ayudo en la construcción de la carretera localizada entre Ncue Efulan hasta Valladolid de los Bembiles. Mi padre era el segundo Jefe de la tribu Onvang del distrito de Añisok antes, Valladolid de los Bembiles de la Guinea Española.
Con mucho respecto y afán, les informo que mi padre fue uno de los antiguos luchadores por la liberación de nuestra querida patria del yugo colonial, tanto como los demás conquistadores de la independencia de Guinea Ecuatorial.
Mi padre lucho junto con Enrique Nvo Okenve, Acacio Mañie Ela Salvador Ndong Ekang y fue uno de los que contribuían económicamente para la descolonización de nuestro país.
Juan Mba Beluy fue unos de los líderes de nuestro contorno, incluso de nuestro distrito al nivel nacional.
Como todos los nacionalistas Guineo- ecuatorianos mi padre apoyo la candidatura del primer presidente de la Republica de Guinea Ecuatorial, Don Francisco Macías Nguema, por utilizar la política panafricana o por lo menos esto es lo que aparentaba, porque los guineo-ecuatorianos ya estaban cansados de la dominación colonial española.
Después que Don Francisco Macías Nguema accedió al poder, no se acordó de todo lo que mi padre, hizo por él durante la campaña presidencial.
Durante la campaña, mi padre le prometió a Don Francisco Macías Nguema de que en caso de ganar dicha campaña, su hijo es decir el que suscribe, estaría al servicio de su guardia de honor, cosa que cumplí honrando la palabra que mi padre que dio a este último.
IMPLEMENTACION DE LA PALABRA DE MI PADRE. Después de mis estudios primarios y secundarios seguí el consejo sabio de mi padre de ingresarme al servicio militar de nuestra joven República de Guinea Ecuatorial. En 1971 me ingrese en el llamado “Academia de los Quinientos” o los “Mogollones” cuyos instructores fueron solicitados por el presidente electo Don Francisco Macías Nguema de la Organización de la Unidad Africana (O.U.A.).
En aquellos momentos Somalia y Etiopia se encontraban en guerra, y estos son los que fueron enviados para nuestra formación militar, juntamente con los guineanos graduados de la academia militar de Zaragoza España.
Estos primeros fueron enviados como brigada disciplinaria, por la (O.U.A.) porque se había prohibido a los países Africanos de combatirse entre ellos.
En la “Academia de los Quinientos” mis profesores graduados de la academia militar de Zaragoza España, fueron los siguientes: Don Salador Ela Nzeng, director de reclutamiento y academias, y capitán de la primera sección de la segunda compañía en Bata. Don Melanio Ebendeng Nsomo teniente de la guardia nacional con destino en la 1ª sección de la 3ª Compañía en Niefang. Don Celestino Mensogo Nsi, Teniente de la guardia nacional con destino 1ª sección de la 2da, Compañía Bata. Don Pedro Onga alférez de la guardia nacional con destino en la 2da, sección de la 4ta, Compañía Mongomo. Sr. Don Terencio Aseco alférez de la guardia nacional con destino en la 1ª sección de la 3ª Compañía Niefang. Don Clemente Mba Bitege brigada de la guardia nacional, con destino en la 1ª sección de la 3ª Compañía Niefang. etc.
Después de la clausura del curso que fue el día 2 noviembre de 1971 un mes después, volvimos a Bata la capital de la región continental, para continuar con los servicios, juramento de la Bandera Nacional y esperar los destinos. Juramos la Bandera nacional el día 01 de enero 1972, y el 2 de febrero del mismo fui con destino a Malabo Bioco norte antes Santa Isabel de Fernando Poo. Allí obtuve las formaciones Rusa, y sus armamentos. Me especialice en los vehículos blindados de reconocimiento, artes marciales, e instructor de combate cuerpo a cuerpo.
Yo prestaba mis servicios en la guardia de honor presidencial hasta el 03 de agosto de 1979, fecha del golpe de Estado en que accedió al poder el actual presidente de la Republica de Guinea Ecuatorial.
Durante los acontecimientos del mal llamado golpe de libertad, su primo hermano el brigada de la primera compañía de la escolta de honor motorizada Don José Biyogo Mbaga, le quiso dar un contra golpe. En ese tiempo fui el guarda espalda del actual presidente de Guinea ecuatorial, Don Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, por ser el oficial más graduado, y viceministro de las fuerzas armadas; Así que tuve que cumplir con mi deber salvándole la vida.
Entre el recién salido del penitenciario de Black-Beach, el capitán Don Salvador Ela Nzeng, y el que suscribe fuimos los que defendimos dicho contragolpe. En compensación, el capitán fue nombrado vice presidente segundo del consejo militar supremo, y yo, su primer ayudante del campo.
Durante la actualización de tropas, recibí otras formaciones: de la legión extrajera española, y la guardia pretoriana Marroquí. Había estado en la guardia permanente durante un mes y quince días sin relevo, el presidente vio la necesidad de mi descanso, tuvo que agregar a los demás compañeros y a pesar de los cuales, yo era imprescindible. El día 15 de agosto 1979 fueron recibidos en audiencia los embajadores Español, Francés y Chino por el recién presidente del consejo militar supremo, el teniente coronel Don Teodoro Obiang Nguema Mbasogo. En dicha audiencia, me tocó acompañarle solo, porque los demás compañeros como Don José Mezeme Nguema, Don Pancracio Behe Ebang, Don Antonio Mba Nguema Mikue y Don Santiago Eneme Ovono todos ellos habían salido. Esta salida les costó una advertencia mientras para mí fue un elogio y comparación ejemplar.
Durante la audiencia el embajador Francés pidió al presidente de quedarse a solas con él por tener algo importante que decirle.
Salimos juntos de la estancia, yo y el jefe de protocolo Don Manuel Nze Sogo; Encontramos frente a la puerta de la audiencia al antiguo diplomático Don Carmelo Nvono Nka, el recién Jefe del gabinete civil Don Martin Nka, el capitán y vicepresidente segundo del consejo militar supremo, Don Salvador Ela Nzeng, y el que estuvo de centinela en la puerta principal fue Don Cosme Oyono Mbega. En la otra parte de la acera, se encontraba sentado encima del cerco de metal, el hermano del presidente y actual General y Director de seguridad presidencial Don Armengol Ondo Nguema, que regresaba de la fuga de la hermana Republica Gabonesa, durante los momentos difíciles. Después de recibir el último embajador que fue el chino, y despacharse con dichas personalidades, fuimos a la residencia del presidente. El me dio permiso de ir a descansar. Al volver a la mañana siguiente, encontré que me estuvo esperando el alférez Sr. Obama Owono Nchama que nada más llegar, me pidió darle las armas con que prestaba los servicios. Le pregunté del porqué y me respondió que era orden de la superioridad.
Sin ofrecerme resistencia, le entregué las armas. Esperé más de una hora. Después, fui llamado por el presidente. Se encontraban en la estancia, su hermano Armengol, el alférez Obama Owono y el presidente Teodoro Obiang Nguema. Él me preguntó qué es lo que estuvimos hablando el capitán Ela Nzeng yo durante la audiencia el día anterior. Respondí que no sabía de qué me hablaba. Él le dijo a su hermano que explique de qué me acusaba. Este ultimo dijo que si él me vio con el capitán hablando el día anterior durante dicha audiencia. Le expliqué que se me acercó el capitán para preguntarme ¿quién es el que se quedó con el presidente dentro de la oficina? Le respondí con el embajador Francés.
Cosa que le hizo enfadar al presidente Obiang regañando a su hermano Armengol Armengol Ondo Nguema. Añadió que eran acusaciones iguales que han ocasionado muchas muertes durante el llamado “Régimen de triste memoria”. Ordenó que me devuelvan las armas para continuar con los servicios, incluso juró que iba a disolver lo de los distritos y las provincias porque esto era lo que originaba la discriminación y las rivalidades de la gente, que no debía extrañarme aquello, que así él mismo había sufrido las rivalidades de los miembros del gobierno de Macías, sobre todo, él nos dio el ejemplo de cómo le acusaba Don Daniel Mba Oyono Ayingono; que era así como la gente se comportaba frente al Jefe de Estado, que gracias a Don Saturnino Obama Ndong, un administrativo militar, él recibía ayuda con los documentos. Dos años cinco meses después, es decir el día 21de octubre 1981, juntamente con otros 97 alumnos, fui agraciado para profundizarme en materia de protección de altas personalidades en la G.E.O. grupo especial de operaciones en Toledo, Reino de España.
En nuestra salida hacia España, fuimos despedidos por el mismo presidente que nos dijo textualmente lo siguiente: “Yo no estoy obligado agradarle a nadie. Los ascensos dependerán de las notas que cada cual consiga durante el curso. Yo conozco el centro, y los entrenamientos que les serán sometidos. Muchos podrán perder miembros de sus cuerpos, algunos podrán perder incluso sus vidas, así que manos a la obra. Del numero uno al treinta, serán compensados.” Yo que no tenía vinculación familiar con el presidente, tuve que apretarme los codos, porque no esperaba ningún favor de su parte.
Las únicas ventajas que tenía sobre ellos, era que las armas que vimos durante nuestra formación en España, eran las mismas que había utilizado durante los servicios prestados. Y como entrenador de artes marciales, que también pertenecía a la federación Nacional de boxeo, así que fue simple repaso para mí.
Recuerdo que los primeros días de nuestra llegada a Toledo los profesores nos enseñaron qué se debía hacer para mandar el uniforme a la lavandería; nos dieron a cada uno de nosotros su correspondiente número en cada uniforme, así se identificaba el uniforme de cada cual, y nos dieron un marcador en cada escuadra; el primero que tomó el marcador fue el estudiante policía Leoncio Fama, el cuñado del presídete Obiang. Él marcó su uniforme y cuando me tocó marcar, le pregunté por el marcador el me respondió que no me lo iba a dar porque es de su propiedad. Fui a preguntar al profesor Don Juan Carlos Tome; el me dijo que los marcadores no eran de la propiedad de nadie, sino de todos los que querían marcar su uniforme. Así volví a este primero y le repetí lo que el profesor me había dicho, al no hacerme caso, le saqué el marcador a la fuerza. Después nos armamos la gorda él quería hablarme de una forma despectiva yo también le canté las cuarenta para que se enterara.
Continuamos con los entrenamientos cuando me llamó en su habitación el Jefe del curso Don Alfonso Milama. Me preguntó qué es lo que hablaba con los profesores porque le había llegado muchas acusaciones de mi persona sobre las informaciones que estaba yo dando a los profesores Españoles. Esto no lo consideré antes, me dijo el Jefe del curso Don Alfonso Milama, porque eres mi concuñado por eso tenía que preguntártelo antes de tomar cualquiera medida. Le conteste que usted mismo es testigo de que nadie de nosotros anda solo que siempre vamos en grupo. ¿Dónde, cómo y cuándo les doy esta información a los profesores? También me llamó un cuñado mío Don Mariano Mico Ntutumu haciendo la misma pregunta también le di la misma respuesta que aquello era una imputación, que no tenía sentido. Yo le pregunté quién me acusaba de traición, y le dije que si la persona quería confrontarse conmigo que lo haga cara cara porque siempre las falsas acusaciones se hacen detrás de la gente y no de frente y le pedí que me muestre la persona cosa que no quiso hacer por miedo a las represalias, de estos porque eran personas de mucha influencia por ser familiares del presidente.
Llegó el entonces director general de seguridad de Guinea Ecuatorial Don Isidoro Eyi Mozui Andeme a España, nos repitió el mismo mensaje de parte del presidente de buscar formas de superar el curso e hizo la pregunta de cómo nos iban el curso. Don Alfonso Milama, que fue el jefe del curso, se levantó y dijo lo siguiente; “Los mimos Españoles, tienen muchos conocimientos de protección, pero no nos quieren enseñar. Y los únicos que reciben la enseñanza, son los que revelan los secretos de Estado guineano a los profesores Españoles.” Y COMO LAS CALIFICACIONES ERAN UNICAS TANTO OFICIALES SUBOFICIALES CLASES Y TROPAS CLASES Y TROPA. Que dicha acusación fue dirigida a mi persona y a otros dos compañeros, esto significó el fin de mi carrera militar, junto con ellos.
El director le preguntó ¿quiénes eran esos? Como no podía responderle aquella pregunta directamente, salieron de la estancia de la sala de actos. Los cuatro oficiales fueron los siguientes: Don Alfonso Milama, Don Santiago Eneme Ovono alias Alandi, José Nguema Mokui alias Pepe Incha, Florentino Mezui Mba alias Popo. Para confeccionar una lista de solo tres personas. Nuestros profesores Españoles tenían que venir con nosotros para no perder las facultades durante las vacaciones navideñas.
En la salida, del aeropuerto internacional de Barajas, Madrid, España, el Sr. ministro Español de Asuntos exteriores recibió del embajador de España en Malabo un telegrama notificándole de los movimientos sospechosos en el aeropuerto de Malabo. El Sr ministro lo puso en conocimiento al General Santana este a su vez dio la orden al comandante de los GEO. Y el comandante dio la orden a los profesores.
Los profesores nos dijeron que habían recibido una orden superior de no venir con nosotros, porque el Embajador había registrado unos movimientos sospechosos en el aeropuerto de Malabo, por parte de la seguridad presidencial, Así que ya no vinieron con nosotros.
Al regresar a Guinea Ecuatorial, encontramos al presidente Obiang en la conferencia de Jefes de Estado en Libreville, Gabón. El dejó a su hermano mayor, el teniente coronel Don Fructuoso Mba Oñana Nchama para la investigación de lo que se nos imputaba; quien a su vez, dio la orden al mismo Director general de seguridad que sirvió de transmisor del mensaje del Sr. Milama al Presidente, y fue el que se encargo de darnos la bienvenida, y el orden de arresto de mis dos compañeros y yo: Benjamín Santos Muñongo un Balengue del distrito de Mbini Litoral, Santiago Mbuel Tanga un Bisio del distrito de Bata litoral y yo Manuel Osa Mba respectivamente. Fuimos encarcelados y enviados a la celda sin cargos, ni juicio alguno. Después de cuatro meses consecutivos, nos dejaron en libertad.
Solicité la audiencia al entonces Jefe de protocolo, Don Manuel Nze Nsogo. Él me aconsejó de escribir al Jefe de Estado, cosa que hice sin resultado. Me vi personalmente con el entonces Director de seguridad presidencial el hermano del presidente Armengol Ondo Nguema. Él también me aconsejó de remitirle una carta al presidente, lo mismo hice, sin resultado.
CONTINUARA
Fuente: MANUEL OSA MBA
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