GUINÉE EQUATORIALE | LIBERTE DE LA PRESSE
PREMIER RAPPORT 2005
ASSOCIATION POUR LA LIBERTE DE LA PRESSE
ET D’EXPRESSION EN GUINÉE EQUATORIALE
ASOLPEGE_Libre
La oposición ‘democrática’ también mira con malos ojos a la libertad de prensa
I. Introducción
Si en los países de democracia plural, fundamentada en Estado de Derecho, existe algo así como un consenso en torno a la defensa de las libertades fundamentales, de las cuales la libertad de prensa representa el primer barómetro, en el África de dictaduras salvajes e impunes, como Guinea Ecuatorial, los ciudadanos se ven obligados a luchar cotidianamente contra numerosos obstáculos que se entrecruzan en el camino de la democracia y de las libertades públicas, una lucha compartida con la prensa, la cual, como previsible actor privilegiado, es el blanco de los atentados por parte de los que gobiernan o pretenden gobernar, es decir, los partidos de la oposición ‘democrática’. Estos, sin lugar a dudas, también, o, sea, al igual que la dictadura, miran con malos ojos a la libertad de prensa al no estar seguros si ésta aceptará su punto de vista cuando alcancen el poder, lo cual constituye otra amenaza, sin duda, la más insidiosa, para la libertad de prensa en este pequeño país petrodictatorial.
Guinea Ecuatorial, un país en el que proliferan partidos políticos de dudosa credibilidad democrática, es un claro ejemplo de cómo la oposición se muestra abiertamente inmisericorde contra la libertad de prensa, de opinión y de expresión, aprovechando la situación caótica impuesta por la dictadura en plaza, que reserva, como reconoce Reporteros Sin Fronteras, un “clima irrespirable a la información no oficial”.
La oposición guineana, aferrada, durante catorce años, en una lucha sin rumbo y minada por un antagonismo sin precedentes entre ellos mismos, ha comenzado a enviar mensajes de alerta de su vocación dictatorial, el odio hacia la libertad de prensa y de expresión, utilizando incluso los mismos métodos liberticidas que la oligarquía de turno, como la intimidación y las amenazas a los profesionales nativos que desde 1994 luchan por la instauración, promoción y defensa de la libertad de prensa y de expresión.
Desafortunadamente, el hasta ahora considerado como principal partido de la oposición interna, Convergencia para la Democracia Social, CPDS, es un “discreto” aliado de la inmovilización de la prensa independiente guineana, cuyos proyectos ha venido obstaculizando cínicamente desde 1994, cuando apareció el primer periódico independiente, EL SOL. Una postura, si no menos, que ha sido confirmada tras la creación, en la diáspora, del periódico independiente EL MUNI, editado en el Reino de España por la Asociación para la Libertad de Prensa y de Expresión en Guinea Ecuatorial, ASOLPEGE_Libre, desde mayo de 2004.
En 1994, poco después de la aparición de EL SOL, algunos sectores españoles que colaboran con CPDS, mostraron su interés en financiar la nueva publicación y tras consultas con sus consocios socialistas de Guinea Ecuatorial, estos se opusieron drásticamente, bajo la excusa de que sus cofundadores eran “periodistas independientes fuera del control de su partido”. Algo similar si no idéntica se registró tras la creación de EL MUNI, que los socialistas guineanos han negado la cobertura financiera de sus consocios españoles por el temor a que sus cofundadores tampoco están bajo control de CPDS.
Más drástica todavía, cuando en tan poco tiempo, desde la aparición de EL MUNI, el órgano informativo ha recibido ataques más directos y reiterativos por parte de los dirigentes de CPDS que de ningún otro partido de la oposición, incluido el gobernante PDGE del dictador Teodoro Obiang. Los socialistas guineanos recriminan a EL MUNI por su política editorial independiente, cuando periodísticamente ha cuestionado la cohabitación del que fuera principal partido de la oposición con la dictadura, sobre todo, tras admitir el fraude electoral de las últimas legislativas, con la toma de dos escaños en el parlamento controlado por el Gobierno con 98 escaños.
La represión de CPDS contra EL MUNI, se ha notado más en los últimos meses, cuando este periódico ha cuestionó la excesiva inclinación del partido hacia una política marcadamente neocolonialista del Gobierno socialista español hacia Guinea Ecuatorial, utilizando a CPDS como trampolín en la ‘normalización’ de las relaciones hispano-guineanas y la participación del Gobierno español y sus multinacionales en el botín petrolífero.
Una denuncia de corrupción institucional, siempre bajo la cohabitación del régimen, aparecida en la sección de confidenciales de EL MUNI (Focos), fue utilizada por CPDS como excusa para intimidar y amenazar al editor de este periódico, Pedro Nolasco, al que los socialistas guineanos han declarado persona ‘non grata’. Desde Malabo, ordenaron a los suyos para que así lo transmitieran verbalmente. Si no ha pronunciado oficialmente como lo hiciera en ocasiones anteriores, pero su Ejecutiva desde Malabo recomendó a sus representantes en España transmitir al editor de EL MUNI de que “desde CPDS ya no queremos ni verte”.
El comportamiento de los dirigentes de CPDS reafirma claramente el cinismo y el odio que se esconde tras muchos partidos de la oposición que, como se ha dicho anteriormente, miran con malos a la liberad de prensa al no estar seguros si ésta aceptará su punto de vista. No en vano, un emérito periodista guineano ha dicho, tras los ataques de CPDS a EL MUNI y su editor, que “... hasta los demócratas, o gente que se presupone que deberían tener una mente más abierta, se ofuscan y reaccionan como analfabetos, o como niños pillados en falta”. “Las actitudes dictatoriales son contagiosas y no se circunscriben a tipos como Teodoro Obiang. Nadie soporta la crítica, todos desean recibir loas y parabienes. Su concepción del periodismo es pobre, creen que sólo estamos para hacerles propaganda, ... pero nuestro único norte es informar, explicar a nuestros lectores la realidad, tal y como es...”.
II. Peor que hace cinco años
La grave situación de la libertad prensa, de expresión y de opinión, no hace más que deteriorarse en Guinea Ecuatorial. Si hace cinco años se dio un ‘discreto’ respiro con la aparición de nuevas publicaciones independientes, en la actualidad el escenario es prácticamente desértico. La dictadura ha terminado, por fin, con cualquier ápice tendente a cristalizar el nacimiento de una prensa libre e independiente, mientras mantiene institucionalizada si no secuestrada a la única asociación del país en materia de libertad de prensa, ASOPGE.
En una férrea campaña contra los núcleos urbanos y rurales que intentan hacer uso del artículo 20 de la Constitución sobre la libertad de opinión y de expresión, la policía política sigue recriminando con toda brutalidad a los individuos que abierta o encubiertamente levantan la voz contra el régimen de Teodoro Obiang Nguema. Las detenciones arbitrarias, seguidas de farsas de juicios por inverosímiles golpes de Estado atribuidos a militares, siguen siendo el principal método de la dictadura para amedrentar y silenciar a las voces discrepantes.
En medio de la complicidad internacional y la traición de los partidos políticos internos que creen que han ganado posiciones para sobrevivir en medio de la opresión política reinante, el resto de la sociedad guineocuatoriana lleva una batalla sin progreso, que les ha conducido a la resignación, al infortunio y a la desesperación absoluta. Los horribles abusos de violación de derechos humanos y de las libertades fundamentales, siguen siendo moneda de curso legal ante los ojos perplejos de los países democráticos occidentales, como Estados Unidos, Francia y España, que se han rendido ante el “Kuwait de África”.
Esta situación se ha hecho notar igualmente en la cobertura mediática de la prensa occidental, que únicamente tiene las miradas puestas en las ventajas comerciales del pequeño Estado petrolífero centroafricano, en detrimento de los innumerables abusos de violación de derechos que se registran diariamente, escándalos de corrupción y terrorismo de Estado, con consecuencias incluso en los países limítrofes, donde el régimen ha secuestrado a diversos políticos exiliados en lo que va de este año 2005.
En el peor de los casos, el régimen está incursionando con tal impunidad hasta en los países occidentales para secuestrar y asesinar a los políticos del exilio, sin que ello en ningún momento haya adquirido la dimensión necesaria. Uno de ellos, el Reino de España, mantiene, sin embargo, un silencio sepulcral cuando se producen intentos de secuestro y de asesinato en su suelo, a manos de sicarios pagados y dirigidos por la dictadura de Malabo. Empero, la vieja metrópoli está más cerca de la represión que del clamor de los guineanos exiliados y refugiados en su país, muchos de ellos están siendo amenazados por el Ejecutivo socialista de replantear su condición de asilo y otros, con expedientes en trámite, corren el riesgo de vivir en la ilegalidad y ser expulsados sin demasiadas complicaciones si no devueltos silenciosamente al país.
III. Violación de libertad de la prensa
En Guinea Ecuatorial, la situación en sí es de extrema violación de la libertad de prensa, cuando el régimen ha reducido al silencio y al exilio al reducido número de periodistas independientes y los órganos independientes obligados al paro técnico-profesional por los obstáculos económicos impuestos por la dictadura. A pesar de esta situación ya de por sí tan cruel, sin embargo, como dice Reporteros Sin Fronteras, el régimen “continúa metiendo en cintura a una prensa, ya muy debilitada por un mercado agonizante”, como ocurrió el día 9 de junio con la incautación de 200 ejemplares de “LA VERDAD”, órgano informativo de CPDS.
En el aeropuerto de Bata, segunda ciudad más importante del país, la policía embargó sin explicaciones los paquetes que contenían 200 ejemplares del periódico, destinados a ser distribuidos en la parte continental del país. No han sido devueltos, a pesar de la insistencia del partido cerca del ministerio del Interior. Una actitud, si no menos, que muestra una vez más el control del régimen sobre cualquier medio que no participa en su propaganda ideológica. CPDS, es considerado como el principal partido de la oposición, con dos escaños en el parlamento gubernamental, tras las fraudulentas elecciones de abril de 2004.
El control gubernamental sobre la información no oficial no solo se limita en el interior del país. La dictadura, utiliza todos los medios a su alcance para reducir igualmente al silencio a los medios de comunicación social dirigidos por los guineanos de la diáspora. Tras fracasar en su intento de controlar la página virtual “GUINEA-ECUATORIAL.NET”, considerado como el principal si no el único foro de debate sobre la caótica situación sociopolítica del país, pronto se interesó en hacer lo mismo con el periódico EL MUNI, en su publicación “one line” con la agencia panafricana “afrol News”, que edita desde Noruega.
El 11 de abril, Pablo Gracia Sáez, Redactor Jefe del servicio español de afrol News, recibió una llamada telefónica amenazante del portavoz de la presidencia de la República, Miguel Oyono Ndong Mifumu, quien acusó violentamente a Afrol News de estar efectuando una campaña contra Guinea Ecuatorial. El portavoz se escandalizó de esta forma, porque los despachos estaban recogidos de EL MUNI, periódico editado por el exilio guineano en España, e integrado en la red afrol News.
Este es el “clima irrespirable”, como denuncia RSF, que la dictadura guineana reserva a todos aquellos medios de comunicación social que, dirigidos por guineanos, no comulgan con su política de violación flagrante de derechos humanos.
Sorprendentemente, esta forma de concebir la libertad de prensa ha sido imitada por la oposición. El principal partido de la oposición interna, que hace ilusiones entorno a una alternancia ‘tranquila’ liderada por ellos, mantiene una política de acoso, de difamación e intimidación contra EL MUNI y sus profesionales. Recientemente, a finales de agosto, amenazaron verbalmente a Pedro Nolasco, editor de EL MUNI y presidente de ASOLPEGE-Libre, simplemente porque el periódico había publicado un confidencial que pone al descubierto cómo CPDS y su máximo dirigente, Plácido Mikó están abocados en la corrupción institucional.
La CPDS está habituado a que la prensa le trate como un partido ejemplar y salomónico del tibio proceso de transición democrática del país e intenta levantar un muro de silencio en torno a su cohabitación con las instituciones dictatoriales y a la política neocolonialista que mantiene con el gobernante Partido Socialista Obrero Español, PSOE, su principal sostén económico e ideológico.
Los ataques contra la libertad de prensa y de expresión, las intimidaciones y amenazas a los profesionales de la prensa, vengan de donde vengan, constituyen una calara violación de la libertad de prensa y del artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, en este sentido, el principal partido de la oposición interna ha entrado en la lista de los “monstruos y predadores de la libertad de prensa” elaborada por ASOLPEGE-Libre en 2003 y que encabeza el propio dictador guineano, Teodoro Obiang Nguema.
La ASOLPGE-Libre, como única organización guineana que promueve y defiende la libertad de prensa, muestra el gran temor de que muchos de los partidos políticos que hoy proliferan en la oposición respeten la libertad de prensa y de expresión una vez alcanzado el poder, cuando su comportamiento desde la oposición está siendo claramente hostil contra el libre ejercicio del periodismo.
IV. Conclusión
Después de catorce años de un proceso de transición democrática que nunca hubo, Guinea Ecuatorial sigue siendo el único país cuasi-democrático de África negra incapaz de articular un solo órgano de prensa independiente regular. Pero, hablar de una transición democrática en ausencia de una prensa independiente, libre y pluralista, es tan ilusorio como creer que en los países comunistas de partido único se respeta la libertad de información. El régimen y el Gobierno en plaza tienen la culpa de haber liquidado todo intento de cristalizar una prensa independiente en el país, imponiendo todos los obstáculos y barreras a su alcance, y la oposición por temor y por creer más en que se trata de un “arma”de doble filo, antes que en las ventajas democráticas que garantiza la prensa, como el debate público, la lucha contra la impunidad, excesos de poder y comportamientos amorales de los gobernantes de turno.
La Asociación para la Libertad de Prensa y de Expresión en Guinea Ecuatorial, está en condiciones de demostrar ante la opinión pública nacional e internacional cómo algunos partidos políticos de la oposición, por pura malicia, miedo y desinterés, han obstaculizad, como la dictadura, ciertos proyectos que hubieran significado un apoyo sustancial para emerger en Guinea Ecuatorial una prensa libre e independiente, profesionalizada y dotada de los mínimos medios financieros, materiales y técnicos-profesionales para desempeñar su labor.
Después de casi 37 años en el poder, el clan ‘nguemista’ que dirige el país está a punto de entrar en su mayor declive existencial. La viabilidad de una prensa independiente es más que aconsejable en estos momentos en que el debate político y público sobre el futuro del país requiere la mayor transparencia posible para asegurar que en el día de mañana el pueblo no alegue más motivo de ignorancia ni tolere la subida al poder de grupos políticos francamente oportunistas, con más ambición de poder que de resolver los graves problemas políticos, sociales, económicos y culturales arraigados por las dos primeras dictaduras de tío y sobrino.
La ASOLPEGE-Libre, no cesará en su empeño de requerir cerca de los que creen en la grandeza de la democracia y en la viabilidad de esta forma de gobierno en Guinea Ecuatorial a que reconsideren que uno de los componentes esenciales de cualquier proceso de democratización es precisamente la libertad de prensa, que se traduce en la creación y multiplicación de medios de comunicación social independientes, libres y pluralistas, capaces de escapar del control monolítico y de arrojar luz sobre el debate político y público. Sin prensa libre no se puede hablar de una sociedad democrática, moderna, dinámica y pluralista.
Urge por tanto y ahora más que nunca, que los nacionales y aquellas instituciones, personas físicas y jurídicas del extranjero interesadas en la democratización de Guinea Ecuatorial comiencen por brindar los medios necesarios a su alcance para que la instauración de la prensa libre se produzca antes de que los partidos que actualmente luchan por la alternancia alcancen el poder, tonifiquen sus estrategias e impidan de nuevo el libre ejercicio del periodismo y por ende la transparencia del proceso de democratización largamente añorada por el pueblo.
En la diáspora, Septiembre de 2005
POR LA LIBERTAD Y LA SOLIDARIDAD DE LA PRENSA EN GUINEA ECUATORIAL
LA PRESIDENCIA-DIRECCIÓN DE ASOLPEGE_Libre.
Fuente: ASOLPEGE_Libre
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