Los Estados africanos nacieron de forma traumática al convertir los enclaves de explotación trazados con escuadras por Europa en “Estados” donde no existían naciones o las naciones estaban desarticuladas y divididas.

La ideología victoriosa de la Segunda Guerra mundial proclamaba la libertad de los pueblos y naciones y sirvió de base para las reivindicaciones de los africanos por la libertad. Pero la libertad de los pueblos se interpretó como la libertad de los enclaves coloniales y por extrapolación se decidió, sin un debate profundo, que la forma de dar libertad a los pueblos africanos era proclamando la independencia a esos espacios acotados geométricamente en la Conferencia de Berlín, acotaciones que nada tenían que ver con los deseos de los africanos ni con su Historia.

Así nacieron los estados africanos, que no eran Estados-nación como los estados europeos. El estado africano por tanto y desde esta perspectiva es un resultado de la Europa colonialista, es fruto de la historia Europea, aunque la lucha fuera llevada por los africanos. Los africanos lucharon y lo que consiguieron no tenía el sello de los mismos africanos sino el sello de Europa. Si hubiera tenido el sello de Africa, los africanos deberían haber diseñado los nuevos espacios geográficos de acuerdo con los antiguos espacios donde convivímos antes de la colonización.

Cierto es que en Europa hubo situaciones semejantes como las ocupaciones napoleónicas. La derrota de las tropas napoleónicas en Rusia, Prusia y otros estados e imperios, supuso el retorno a las antiguas fronteras, aunque hubo que remodelar un poco el mapa europeo para ajustarlo a las fronteras reales de las naciones europeas subyacentes y esta remodelación se hizo a veces de forma traumática con guerras. Napoleón invadió imperios y naciones históricamente establecidos desde antes y a su marcha Europa recuperó sus antiguas fronteras nacionales en un proceso que podríamos llamar natural. Esas naciones con el tiempo se convertirían en Estados al triunfar la ideología capitalista, finiquitando los antiguos regímenes monárquicos-feudales. Los estados europeos nacen por tanto como resultado de un proceso natural, léase endógeno, de sus naciones y de sus pueblos que lo conforman.

Esta nota que diferencia el nacimiento del estado europeo y el del estado africano explica que hoy las cosas sigan marchando bien, de forma natural para Europea, siendo la Unión Europea el paradigma de este proceso natural y progresivo y, en contraste, tenemos la orgía de violencia de todo género que se vive en Africa con guerras, hambres y tiranías ignominiosas como la de Guinea Ecuatorial. Los africanos por error dieron por válido lo que les dejó Europa: las fronteras artificiales y la economía colonial productora de bienes para Europa.

La frontera y la economía de Africa es un legado de Europa y no una conquista de Africa. Las consecuencias de este parto anatural, bendecido incluso por organizaciones como la OUA que prohíbe mover las fronteras, son las guerras, el hambre y la miseria, consecuencias que van a permanecer lastrando nuestro futuro hasta que los africanos refundemos el ESTADO NATURAL MODERNO AFRICANO.

Tal es la labor de destrucción de la capacidad creativa africana que cuando muchos demostramos lo anatural de las fronteras de los “estados” y lo antinatural que es producir bienes y servicios no usados por los africanos sino por los europeos, muchos se rasgan las vestiduras temerosos del futuro incierto e inestable que representaría la adopción de estrategias políticas y económicas afines a nuestros descubrimientos de un Estado imposible. Ni siquiera algunos africanos podemos crear porque las mentes africanas mayoritariamente están modeladas con la ideología colonial que sigue imperando y esta modelación es mayor entre las capas que se dicen “formadas”.

Las guerras sin fin en Africa son el clamor que anuncia un fracaso, pero pocos quieren analizar en profundidad sus causas. Las dictaduras sin fin son el clamor de un fracaso pero nadie quiere analizar dónde están los grupos nacionales –lo que quede de la etnia y del clan primigenio o solidarizante- que pueden dar apoyatura a un Estado moderno africano. Por ahora las etnias y los clanes sólo constituyen el fundamento del mercadeo político para manejar la aritmética de los votos en elecciones que tienen lugar dentro de estados que son en el fondo y en la superficie una enorme falacia. Las etnias han perdido sus fundamentos basados en la solidaridad tribal y los dictadores y políticos nefastos sólo extraen de ellas los sentimientos más primitivos basados en el corporativismo, cuando deberían extraer sus fuerzas solidarizantes para, mediante un pacto interétnico, reconstruir las naciones africanas (nación fang, nación bubi, nación basa, nación bamileké, etc.) que puedan fundar el MODERNO ESTADO AFRICANO, que sí sería esta vez un Estado suma de landers nacionales y por tanto natural, desde el cual pueda construirse el progreso de los hombres africanos.

La dictadura de Guinea está en su fase final. Su fin debería ser el fin de todo lo antinatural y anatural que existe en Guinea Ecuatorial como entidad supraétnica. Si en el pasado original no hubo pacto interétnico para solidarizar a los pueblos que vivían dentro de las fronteras artificiales trazadas en el Tratado de Paris, al finiquitar ahora la tiranía debería refundarse el estado guineoecuatoriano mediante un pacto que cierre un capítulo de inestabilidad política y abra las perspectivas de un proceso de cooperación con el resto de los pueblos del Africa Central. Ese proceso de cooperación unificaría pueblos separados, revalorizaría pueblos que se han sentido oprimidos –opresión en sincronía con las crisis del estado- mediante una gestión política descentralizada y establecería una región natural -espacio convivencial- en lo económico y en lo político que sirva de base a la unidad económica y política de Africa entera.

En esa línea de refundación de un espacio de convivencia pactada se inscribe el proyecto DECAM. La plataforma no es sólo un instrumento de lucha contra la dictadura sino que además, y quizá lo más importante, es un proyecto de creación natural de un modelo de ESPACIO POLÍTICO Y GEOGRAFICO DE CONVIVENCIA PACTADA. Tiene en cuenta la situación actual de Guinea, que es una dictadura criminal y salvaje a la que hay que liquidar cuanto antes, y tiene en cuenta a dónde hemos proyectado llegar para que nuestros hijos y nietos pueden convivir de forma solidaria y pactada para emprender nuevos desafíos de construcción africana.

Todos aquellos que han pactado y siguen pactando acuerdos en DECAM, acuerdos que en cierto sentido son el esqueleto de un CONTRATO de ESTADO, asumen como suyas todas las ideas y metodologías que en tales pactos se contienen. El contrato es por tanto vinculante y todos los firmantes esperan que en el futuro todos y cada una de las partes cumpla el contrato. Otra cosa no se puede esperar.

Entre los firmantes de los pactos de DECAM figuran entre otros el partido FDR y el MAIB. Estas dos formaciones tienen unas singularidades que las han hecho merecedoras de una atención especial por parte de los guineanos.

El MAIB está integrado mayoritariamente por la etnia boobe, de la que han recelado hasta ahora el resto de los guineanos por sus reivindicaciones otrora separatistas. MAIB es una pieza fundamental del pacto que establece un nuevo estado para los pueblos de Guinea Ecuatorial, lo que significa que se han modulado las reivindicaciones mayoritarias del boobe para, satisfaciéndolas, reclamar de ellos la solidaridad que es consustancial al estado moderno. Nadie con buena voluntad debe, a partir de ahora, adoptar actitudes negativas contra una etnia que ha decidido convivir con las demás dentro de un nuevo y moderno estado que ha de ser democrático, libre, autonómico y solidario.

Fuerza Demócrata Republicana FDR es un partido formado en su mayoría por gente del distrito de Mongomo, que al comienzo dieron su apoyo a la dictadura de Obiang. Los de Mongomó descubrieron al paso del tiempo que la solidaridad que les demandó Obiang, lejos de ser el núcleo para construir un verdadero estado que extrapolara esa solidaridad al resto de los guineanos difundiendo el bienestar, era una forma de utilizar negativamente el apoyo regional para construir la mayor aberración de poder personal que se conoce actualmente en el mundo.

Si los pueblos africanos fueron vaciados de sus contenidos africanos –la solidaridad para el bien de todos- durante la esclavitud y la colonización, a la hora de gobernar los nuevos estados artificiales africanos faltó el elemento que los uniera en un proyecto común –como fue el Estado de Bienestar en Europa- y casi todos los gobernantes africanos recurrieron a su tribu, a su región o a sus compañeros de estudios para construir el núcleo de poder que pudiera resistir la disolución natural del estado malnato. El partido único no pudo tampoco resistir el proceso de disolución y parecía que otras formas como la tribu podían garantizar el mantenimiento de ese regalo envenenado que legó Europa llamado estado africano.

Los naturales de Mongomó reaccionaron ante el engaño de Obiang y sus líderes naturales se agruparon en torno a Felipe Ondó Obiang y Guillermo Nguema Elá, entre otros. Las consecuencias de esta disidencia no se hicieron esperar y Obiang mostró su rostro diabólico: los disidentes fueron masacrados y siguen siéndolo, en mayor medida incluso que el resto de los guineanos, hasta el punto de que podemos afirmar hoy que la persecución que ahora sufre Mongomo, una cruel paradoja, reviste las características de un genocidio. El fenómeno es único en Africa, donde la mayor parte de los líderes que se apoyan en la tribu o región para gobernar en la crisis permanente de sus estados artificiales, miman a su gente y reconocen que el poder se lo deben a la tribu o a la región de la que proceden y por tanto tienen en cuenta sus deseos.

Podemos aventurarnos y pensar, en actitud malsana, que el llamado grupo disidente de Mongomo –hoy todo Mongomo es disidente- desea quitar el poder a Obiang y gobernar. En principio nunca podremos conocer los deseos ocultos de la gente, pero cuando la gente firma contratos y pactos, entendemos que han explicitado sus deseos. Desde ahí es lógico extrapolar que los pactos firmados por FDR serán cumplidos y su incumplimiento dará lugar a la penalización que establece el contrato, mientras que por otro lado, FDR, parte del pacto, exigirá el cumplimiento de éste al resto de las partes y, lo más importante, todos adoptarán lo que se espera, es decir una actitud propia de caballeros, que elimina incertidumbres y recelos, dirimiendo los posibles conflictos mediante la negociación. FDR ha apostado como todos los firmantes en DECAM por un futuro democrático.

Lo dicho en este sentido para MAIB y FDR es aplicable al resto de las fuerzas firmantes del Pacto de transición a la democracia. Dentro de DECAM no existen ni deben existir actitudes de desconfianza que menoscaben el proyecto de Estado moderno que ha sido elaborado por los mismos guineanos sin influencia externa. Y por ello debemos considerar como un ataque a todo el colectivo guineano que busca una fórmula de futuro en paz, cualquier idea insidiosa que ponga en entredicho la voluntad manifestada por todos los firmantes del pacto de DECAM, un pacto que es democrático en su elaboración, democrático en su implementación al optar a la transición democrática con reparto de poderes durante esa transición y democrático en sus resultados que persiguen la consolidación de la democracia después de la transición.

Por primera vez los guineanos disponemos de un instrumento que puede abrir el futuro próspero, un instrumento nacido del pacto interétnico e interpolítico porque las formaciones en DECAM son un amalgama de partidos, organizaciones con base regional, organizaciones con base étnica y organizaciones sociales del tipo “sociedad civil” características del sistema social occidental. No se puede pedir menos a la hora de refundar un proyecto de convivencia futuro. Esta amalgama es asímismo un ejemplo de lo que en DECAM se ha previsto en cuanto a representaciones políticas en el futuro: a la par que los partidos tendrán su cuota de representatividad en la Guinea de mañana, también la tendrán las etnias y las regiones mediante una ecuación sumatoria cuyo resultado es un nuevo estado, tanto en su estructura innovadora como en su funcionamiento.

Desde ahora los guineanos podemos crear e innovar, mejorando el proyecto sin miedo al debate. Aquellas voces que pretenden sembrar, desde lo exógeno, recelos, dudas y maledicencias, deben ser interpretadas por los guineanos como continuadoras de aquellos que en el pasado nos esclavizaron, nos desarticularon y nos colonizaron para llevarnos al subdesarrollo actual, mientras Europa continuaba con su proceso de unidad en la diversidad basado en el pacto.

El debate para construir el futuro está abierto para todos los guineanos. Debe ser un debate autocentrado en sus elementos del discurso y centrado en torno a los guineanos. Cuando haya finalizado, entonces y sólo entonces tendrán cabida las fuerzas exógenas que pretenden ayudar a recuperar a los pueblos guineanos el futuro que nos fué robado por los dictadores.

Celestino Okenve Ndo
Coordinador General de DECAM
Presidente de Foro Solidario por Guinea Ecuatorial


Fuente: propia

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