La Guerra Civil que se desarrolla actualmente en Francia ha puesto de manifiesto la falsedad y las enormes deficiencias del sistema representativo político francés.
Resulta que el Primer Ministro, el tal Villepin, acaba de concretar (¿ahora?¡ahora!¿Por qué no antes?)) medidas ”sociales” para dar respuesta a las exigencias del otro bando en guerra, el de los jóvenes inmigrantes de origen africano y demás clases marginadas y menos favorecidas ni representadas en/por el sistema político francés.
Ahora el Villepín promete nuevas becas y la rehabilitación de esos olvidados barrios periféricos despersonalizados. Y lo hace ahora, DESPUÉS de la violencia, en plena Guerra Civil. Si no hubiera habido violencia extrema, si no hubiera habido Guerra Civil ¿qué hubiera hecho la clase política francesa y sus medios de comunicación? NADA. La vida seguiría igual, es decir, extrema violencia con ese colectivo de jóvenes hijos y nietos de inmigrantes, sin salidas, sin formación, sin futuro, ...sin esperanza.
¿Es que antes el sistema político no recibía las señales de las necesidades de estas poblaciones jóvenes hijos y nietos de inmigrantes, de sus, problemas, de la falta total de perspectivas, de su marginación, de la extrema violencia de que estaban siendo objeto por parte del sistema político francés?
¿Quién recogía sus aspiraciones, sus necesidades, sus dificultades, sus problemas?
NADIE DE LA CLASE POLÍTICA INSTALADA, POR LO VISTO.
Los partidos políticos en Francia están tan faltos de democracia interna como en España. La prueba es su apoyo a criminales dictadores como Obiang o Mohamed VI. De puertas a dentro, no son mejores aunque sus medios de comunicación afines, les laven la cara; les laven la cara a la clase política instalada, una oligarquía que, ...ha quedado claro, clarísimo, ...NO representan a TODOS. Y por supuesto, nunca a los jóvenes hijos y nietos de inmigrantes, como puede que tampoco representaran a los inmigrantes.
La lucha de los jóvenes, hijos y nietos de inmigrantes de origen africano, nos están demostrando que el sistema político francés es escasamente representativo o, por lo menos, no representa para nada a colectivos importantes, como es este que se ha levantado contra el sistema. No se puede marginar a nadie, no se pueden obviar los problemas de nadie, no se puede dejar en la marginalidad como única salida al futuro a un colectivo importante de la juventud. Eso sí que es extrema violencia.
Y el que a hierro mata, a hierro muere. El que impone una situación violenta -como el sistema político francés - es lógico que reciba una respuesta violenta. No hay otra posibilidad de dialogo y de captación de necesidades y problemas, por lo que se ha visto. En otro caso, no se hubiera dejado que la situación pudiera derivar en lo que ha derivado, una Guerra Civil ya abierta. Los coches ardiendo, el fuego, nos dicen, en este caso, que hay una deficiencia importante. Nos dice que la felicidad de unos, no puede sentarse sobre la infelicidad de otros, de otros marginados y sin futuro. Eso, junto con la no representatividad del sistema político, es violencia, violencia extrema cuando deja sin salidas a los jóvenes y, por lo mismo, genera violencia.
El fuego no señala a los jóvenes, señala al sistema político francés. Un sistema no democrático ni representativo, con partidos con falsa o nula democracia interna o que no saben captar las necesidades reales de los que tendrían que ser sus representados. Un sistema que apoya a criminales dictadores en África, donde imponen su terror y su miseria.
Consecuencia: violencia, GUERRA CIVIL, la Guerra Civil en la misma Francia..
Que sigan jugando los franceses con los africanos en África. Sin sus perros asesinos, en Francia la cosa cambia. Parece que como si hubiera que volver a llamar con fuego y reactivas y desempolvar los grandes principios de la República, Igualdad, Libertad, Legalidad, ...para TODOS, incluso para los marginales barrios periféricos y su colectivo de jóvenes.
Carlos Jorge de Moganda
Liga Espartaco
Fuente: Medios varios y propia.