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La Democracia y la Cuestión Nacional: el socialpatriotismo, un ejemplo a no seguir. publicado por: Carlos Jorge Ruiz el 31/12/2005 13:34:00 CET
La tramitación del Estatuto de Cataluña, como la permanente reivindicación de autodeterminación del País Vasco, no han traído a discusión más que de una manera superficial, la cuestión sobre el tamaño óptimo en la descentralización de las decisiones dentro del anárquico y variopinto panorama europeo, ni tampoco en el del territorio del Estado Español.
Podemos hacernos las siguientes preguntas:
1) ¿El nuevo Estatuto de Cataluña o, incluso, la autodeterminación del País Vaso, acercarían realmente la toma de decisiones al pueblo?
2) ¿Qué decisiones dentro de una economía de mercado y en un contexto europeo?
3) ¿En ese entorno, qué debe primar, ideales de redistribución y Justicia social para todos o ideales de identificación, de identidad, señas de identidad nacional diferenciadas y diferenciadoras en un mundo cada vez más globalizado?
4) ¿En los ideales de identidad, priman aspectos, como por ejemplo, el de la lengua en Cataluña, que se adoptan como un mero trámite administrativo o, por el contrario, son vehículos para la integración y la cohesión social de una sociedad abierta tan diversificada no ya por la integración en Europa, también por la muy importante corriente migratoria procedente de entornos diversos? Esta última pregunta nos lleva a la primera de todas.
Trataré de esbozar algunas cuestiones interesantes relativas a la primera cuestión y, en posteriores artículos, de las siguientes. Marx dijo en cierta ocasión que no hay que juzgar a los partidos políticos por lo que dicen de sí mismos, sino por lo que son realmente. Y aunque según esos mismos partidos políticos, - entre los que se encuentran los socialpatriotas (en la actualidad, por ejemplo, el Prisoe catalán) - el socialpatriotismo era y es un movimiento de la clase trabajadora, al tratar de unir los intereses de clase con la cuestión nacional de la independencia y la autodeterminación, que no tiene conexión directa diferenciada con los deberes hacia la clase trabajadora y sus intereses –desde el punto de vista de la defensa de sus intereses y del acercamiento de las decisiones al pueblo -, SE DELIZA POR UNA PENDIENTE QUE CONDUCE FATALMENTE A LA CONCEPCÓN PURAMENTE NACIONALISTA EN LA QUE EL SOCIALISMO NO ES MÁS QUE UNA FRASE SIN SENTIDO. ¿Por? Reencontremos los motivos, además de los ya evidentes: Al estar el proceso actual de negociación del Estatuto - tanto vasco como catalán - directamente opuesto incluso a la línea actual de desarrollo económico social de la UE, dadas su aceptación e inclusión en la actual dinámica socio-económica de la UE, con sus privatizaciones y búsqueda de competitividad en la economía nacional, amén del hecho omnipresente de la globalización de los mercados y la consiguiente deslocalización de industrias, dados también los mismos procesos de inmigración masiva que superdimensionan al ejercito industrial de reserva, ... SE HACE IMPOSIBLE el mantenimiento de las reivindicaciones sociales, laborales, sindicales en cuanto a salario, jornada, condiciones ...retroceso en los derechos sindicales, DDHH, ...Se podría decir que el autodenominado socialismo institucional español se desliza por al senda del puro nacionalismo burgués en el que lo que se ventila no son ventajas, precisamente, PARA LA CLASE TRABAJADORA Y PARA LAS CLASES MEDIAS EN GENERAL, sino ventajas de tipo político para la misma clase política local. Eso no es socialismo, ni siquiera alguien podría decir que es nacionalismo, es simple persecución de prebendas políticas a nivel local revestidas de reivindicación nacional con la defensa de intereses de grupo financiero-político-mediáticos oligárquicos detrás. Por supuesto, nada de acercar las decisiones al pueblo ni nada de avanzar n el proceso de democratización de la toma de decisiones en lo político. Así, tendríamos que ver las bases para que el proceso de decisiones políticas se acercaran al pueblo realmente e incluso, el ámbito de esas decisiones políticas dentro de ese contexto europeo. Una simple toma de decisiones por un sistema de partidos, tal y como se presenta el panorama en la actualidad, no garantiza el hecho de que las decisiones se acerquen al pueblo. Únicamente podrían garantizar el acceso a la toma de decisiones de cada vez mayor entidad a un sistema político “local” cercano pero que, de base, incluso podría ser no democrático o falsamente democrático o ser, incluso, una parodia de la Democracia que enmascarara intereses particulares o de grupos de presión. ¿Y qué requisitos se requerirían para una mayor participación y acercamiento del pueblo (Democracia) e la toma de decisiones políticas? Pues está claro que hay bases elementales para esa participación, bases como, por ejemplo, la de la renovación necesaria y periódica de la clase política. Renovación que entrañaría una mayor participación de las bases de los partidos y del electorado en general y que la permanencia en lo público y político limitan de una manera evidente. Renovación de podría promover que la permanencia no deviniera en un problema en sí mismo, en un fin en sí mismo para políticos profesionalizados: el problema de su permanencia y el de las prebendas diferenciadoras que pudieran extraerse de esa misma permanencia, en base a fidelidades y lealtades que para nada o poco tendría que ver con las bases del partido ni con los intereses de los electores y sí, tal vez, con los grupos de presión de las oligarquías financiero-político-mediáticas en busca de espacio propio. No negaríamos la representación actual pero si la “profesionalización” permanente de la misma unido a la falta de democracia interna en los partidos y ala escasa “conexión”de estos políticos “profesionalizados” no solo con sus bases, también con l resto del electorado. El electorado solo cada cuatro años, puede ratificar una labor que no le ha tenido prácticamente en cuenta y solo, al final de una legislatura, se le proponen alternativas generales de programas en los que no se participa democráticamente ni en la confección ni n el seguimiento. Programas en los que las ideas principales pueden venir de Fundaciones o/y camarillas cerradas que pueden ocultar intenciones e intereses de grupos financiero político-empresariales, enmascarados de intereses generales y, precisamente por ello, tratando de dominar la escena política, de hacerla menos participativa y democrática, por supuesto con políticos “profesionalizados” permanentes y leales al/del aparato y con el aparato político, en los partidos políticos. ¿La renovación, la limitación en el número de mandatos de los representantes políticos no sería una base importante para la participación? Sería una base ahora incumplida. Pero hay más, existen otras bases o pre-requisitos para el acercamiento efectivo de la toma de decisiones al pueblo (democracia). Otra de esas bases es la transparencia todo lo que conlleva. Así por ejemplo, se dice que Cataluña sufre de un expolio fiscal pero ¿se ha cuantificado y se ha tratado ese expolio en el ambiente interdependiente de un mercado nacional y europeo? Estaos otra vez ante la disyuntiva entre lo “nacional” diferenciador que puede tomar cualquier excusa y los ideales de redistribución. Así, por ejemplo para alguien que se pudiera considerar eso que antes se llamaba “clase trabajadora”, el principal problema sería el del expolio de su clase, el que hubiera transparencia fiscal para poder observa el expolio de su clase. Que hubiera transparencia y que se publican bases y cuotas, tanto del IRPF como del Impuesto del patrimonio y que, al, mismo tiempo, existieran estudios serios de la tributación por tramos de ingresos y fuentes de renta. Que existiera publicidad (transparencia) de bases y cuotas en la que, pro ejemplo, fuera difícil esconder la corrupción de ese nuevo mana urbanístico-promotor-especulador-constructor que tan fácilmente está dominando el panorama político junto con los grupos oligárquicos financiero-político-mediáticos. La transparencia brilla por su ausencia, otra base que no se cumple. El sistema de mercado actual, nos impone un ritmo de vida que, en la mayoría de los casos, nos hace centrarnos únicamente en ganar dinero como sea, en trabajar y trabajar para o paga la hipoteca o ese capricho expresión de excelencia diferenciadora que se tiene o todo un ideal de alto consumo de ostentación. No queda tiempo para lo político, no queda tiempo para la configuración consensuada de proyecto de sociedad, para participar todos activamente en la configuración de ese proyecto, sencillamente, no hay tiempo. Además de lo degradado que está lo político, la participación es ahora un sacrificio para muchos imposible; pero si no hay tiempo ni para las relaciones familiares, ... Ello nos conduce a la permanencia de sistemas escasamente representativos en los que las bases de los partidos y el mismo electorado se limitan a ratificar representantes más o menos permanentes de los aparatos de los partidos en una maraña de conexiones interesadas. Así por ejemplo, no hay listas abiertas en la elección de representantes; son listas cerradas las que impiden una mayor configuración democrática de candidaturas e imponen candidatos. Así, por ejemplo, no hay proporcionalidad en la representación y hay unos votos que valen mucho más que otros. Así, por ejemplo, con al excusa de la gobernabilidad, se imponen topes mínimos de obtención de votos de los electores para obtener representación, cosa que favorece al mayoritario y perjudica el pluralismo de opinión de nuestra sociedad. Sencillamente, el sistema de toma de decisiones a nivel político, está corrompido de entrada, con todas estas deficiencias. Si tienen importancia estos problemas en nuestra sociedad desarrollada europea, ¿qué no la tendrán en los países africanos, por ejemplo, donde no hay clase media crítica, ni sociedad civil que pueda contrarrestar esos abusos del ”poder político”?. La consecuencia es desastrosa en los países europeos occidentales, para nosotros, pero es mucho más desastrosa para estos países en vías de desarrollo a los que intenta “exportarse” un modelo de “democracia” que hace aguas ya aquí ¿qué no allí?. El resultado: aplauso europeo y occidental a criminales y corruptos dictadores africanos: vender aviones y barcos, es la prioridad, así como obtener petróleo a bajo coste, ahora que se acerca el “peak oil”. ¿La democracia y los DDHH? Para nada.
Carlos Jorge de Moganda Liga Espartaco
Fuente: Propia.
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