En la foto: El autor y la portada del libro. en www.guinea-ecuatorial.org

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Madrid.- 14 de junio de 2006. El antropólogo y escritor Albert Sánchez Piñol, experto en el continente africano, dijo hoy que el descubrimiento de yacimientos de petróleo en aguas de Guinea Ecuatorial ´ha salvado´ al presidente de este país, Teodoro Obiang Nguema, cuando estaba a punto de caer.
En entrevista concedida a EFE con motivo de la publicación de su libro ´Payasos y monstruos´, un ensayo sobre la personalidad de ocho dictadores africanos - entre ellos el propio Obiang-, Sánchez Piñol indicó que ´la miseria que había en Guinea Ecuatorial hasta el descubrimiento del petróleo, lo cutre de sus clases gobernantes, era algo extremo.´

En entrevista concedida a EFE con motivo de la publicación de su libro ´Payasos y monstruos´, un ensayo sobre la personalidad de ocho dictadores africanos - entre ellos el propio Obiang-, Sánchez Piñol indicó que ´la miseria que había en Guinea Ecuatorial hasta el descubrimiento del petróleo, lo cutre de sus clases gobernantes, era algo extremo.´

A comienzos de los años 90, Obiang, quien llegó al poder en agosto de 1979 al promover un golpe de Estado contra el entonces presidente ecuatoguineano y tío suyo, Francisco Macías Nguema, llegó a encontrarse en una situación tan delicada, que ´estuvo a punto de caer´.

Por esa época se descubre en aguas de Guinea importantes yacimientos petrolíferos, lo que, según Sánchez Piñol, ´supone una entrada brutal de dinero´ y el reafianzamiento de Obiang en su posición.

Obiang ´había perdido todos los apoyos posibles. Había una crisis en el seno de su familia, algo muy importante en la política africana y guineana, y así hasta que llegó el petróleo. Esto lo cambia todo´, subrayó el antropólogo, miembro del Centre d´Estudis Africans (CEA).

En cuanto al título de su libro, ´Payasos y monstruos´, alude a la galería de personajes que lo componen; muchos de ellos con comportamientos grotescos, como el ugandés Idi Amín Dadá, quien se autotitulaba (entre otras muchas cosas) ´Señor de Todas las Bestias de la Tierra y Peces del Mar´ y ´Rey de Escocia´, pasando por Hastings Kamuzu Banda, de Malaui, o Mobutu Sese Seko, del Zaire (ahora República Democrática del Congo).

Para Sánchez Piñol, ´el titulo de mayor payaso está en disputa´ entre Idi Amín y el centroafricano Bokassa, quien en 1977 se autoproclamó Emperador de Centroáfrica, en una ceremonia calcada hasta el más mínimo detalle de la que sirvió para coronar a Napoleón Bonaparte, en 1804.

´Amín tenía un dominio del espacio escénico que envidiarían muchísimos actores, pero Bokassa llegó al extremo de llevar la charlotada hasta el límite del manicomio. Este es clásico ejemplo del loco que se cree Napoleón´, dijo Sánchez Piñol.

En cuanto al mayor monstruo, por una cuestión de ´aritmética de la muerte´, de represión y ejecuciones entre su pueblo, ´de porcentaje de muertos entre los gobernados´, ése es Francisco Macías, el primer presidente de Guinea Ecuatorial y ´cuyo desequilibrio mental era realmente profundo´.

Al proclamarse la independencia de Guinea Ecuatorial, el 12 de octubre de 1968, el poder va a parar ´a manos de un loco, de quien no se sabe si se volvió loco por ejercer el poder o si ejerció el poder porque se volvió loco´, manifestó Sánchez Piñol.

Ḿacías fue el resultado un error estratégico´, dijo el antropólogo, autor de novelas como ´La piel fría´ o ´Pandora en el Congo´.

´El Gobierno español del momento, aceptando que tenía que dar la independencia a Guinea, apoyó a un candidato que iba a ser fiel a sus intereses. Entonces, el pueblo guineano -en unas elecciones que sí fueron libres- apoyó a cualquiera de los candidatos que no fueran el del Gobierno español´, y entre ellos salió elegido Macías, dijo Sánchez Piñol

A juicio de Sánchez Piñol, Europa es responsable de la llegada de estos dictadores al poder, ´por pasiva y por no haber hecho nada para cambiar las condiciones que generaron esas situaciones.´

´Las condiciones creadas durante el colonialismo tenían que aflorar durante la etapa poscolonial´, indicó Sánchez Piñol.

El experto subrayó que ńo se pueden crear artificialmente instituciones de gobierno y de gestión política; un parlamento tarda 300 años en consolidarse. Si al menos durante la colonia hubieran estado inculcando eso, pero es que no lo hacían. Los africanos estaban para trabajar y punto.´



Fuente: EFE

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